El presente del FC Barcelona resultaba francamente impensable 30 días atrás. Con un amplio colchón de puntos sobre sus inmediatos perseguidores y un paso firme en Champions League, nada hacía presagiar que el conjunto de Luis Enrique debería sufrir para adjudicarse un nuevo título de Liga. Pero una vez más ha quedado patente que en el mundo del fútbol todo es posible, y tras varios tropiezos consecutivos el equipo culé no tiene margen de error en las tres jornadas que restan por disputarse.

Quizás sea la entidad de los rivales lo que invita al optimismo en Can Barça, a pesar de que es obvio que la plantilla culé ha llegado excesivamente justa de fuerzas al tramo final de temporada, los enfrentamientos con tres equipos de la zona media-baja de la clasificación continúan convirtiendo al Barça en el máximo candidato a alzarse con el campeonato de liga. El Real Betis será el siguiente conjunto en intentar apartar a los azulgranas de la gloria, un enfrentamiento que revive el que se diera a finales de la temporada 2006/07, un partido en el que el FC Barcelona perdió parte de las opciones de levantar aquella liga gracias a un tanto en el tiempo de descuento del brasileño Rafael Sóbis.

Finales de infarto

Si ninguno de los tres aspirantes lo remedia, la liga avanza a toda velocidad hacia un final extremadamente igualado. Con el recuerdo en la memoria de los tres finales de infarto en Tenerife y Coruña, campeonatos en que el FC Barcelona logró coronarse campeón en la última jornada de competición, existe un precedente más reciente en el que los jugadores azulgranas se jugaron el todo por el todo en 90 minutos de encuentro, un desenlace que resultó mucho más doloroso que los anteriormente citados.

La liga 2006/07 será recordada como una de las más igualadas de las últimas décadas. El Real Madrid de Fabio Capello y el FC Barcelona de Frank Rijkaard mantuvieron una dura lucha por el trofeo que premia la regularidad, un intercambio de golpes en lo más alto de la tabla que obligó a los dos equipos a disputarse el campeonato en la última jornada de competición. Con 73 puntos en ambos casilleros, los blancos recibían la visita de un Mallorca que no se jugaba más que su honor y una más que probable “prima” enviada desde la Ciudad Condal, mientras que los azulgranas debían viajar a Tarragona para enfrentarse a un Nàstic ya descendido.

Vencer en Tarragona no fue suficiente

El Barça hizo su trabajo, doblegó al conjunto tarraconense con suma facilidad por un resultado de 1 a 5, pero con el gol average en contra con el equipo merengue debía esperar un tropiezo madridista en el Santiago Bernabéu para poder cantar el alirón. A pesar de que el Mallorca se adelantó en el marcador y logró mantener dicha ventaja durante gran parte del encuentro, el empuje de los hombres de Capello logró dar la vuelta al partido, superando al equipo balear por un resultado final de 3 a 1 que convertía al Real Madrid en campeón de liga cuatro años después de su última consecución.

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Tropiezos que valen títulos

A pesar de que la liga se escapó de Can Barça la última jornada, la afición azulgrana es consciente de que fue semanas antes cuando el equipo dilapido sus opciones de revalidar el título liguero. Al igual que ha ocurrido esta temporada, el conjunto barcelonista dependía de sí mismo a pocos partidos para el final de la competición, pero en aquella ocasión la irregularidad de los de Frank Rijkaard impidió que el FC Barcelona alcanzara el último encuentro dependiendo tan solo de su resultado.

A falta de tan solo cinco partidos para el final de la liga, el Barça recibía la visita del Real Betis en el Camp Nou. En una temporada poco ilusionante de los andaluces, que habían llegado a rondar los puesto de descenso en alguna fase del campeonato, nada hacía presagiar que los Ronaldinho, Eto’o, Messi y compañía serían incapaces de doblegar a los verdiblancos, pero el declive que había comenzado a mostrar el conjunto culé en dicha campaña acabó costándole puntos que al final costaron una liga.

FC Barcelona
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Rafael Sobis, verdugo culé

El partido discurrió dentro de lo previsible, un Barça superior se adelantó en el marcador en el minuto 5, al transformar Ronaldinho una pena máxima cometida sobre Deco. Durante la primera mitad los azulgranas pudieron ampliar la ventaja, pero la falta de puntería de la delantera barcelonista dejó el partido abierto de cara al segundo tiempo. Tras la reanudación lo peores vicios de un Barça en decadencia acabaron por hacer acto de presencia, sin ambición ni voluntad los de Rijkaard dejaron el encuentro en manos del azar, confiados de que el Betis no causaría problemas.

Un Barça confiado se dejó sorprender

El destino acabó por dar una lección a un equipo falto de hambre, de entrega, de profesionalidad, noqueándolo sobre la misma bocina sin tiempo para la reacción. Con el tiempo cumplido el equipo andaluz botó una falta que pilló por sorpresa a la defensa azulgrana, el balón fue a parar a pies de Rafael Sóbis, delantero brasileño que apenas logró anotar ocho tantos en los casi 60 encuentros que disputó con la camiseta verdiblanca, pero ese día no falló. A pesar de encontrarse bastante escorado el disparo de Sóbis sorprendió a Víctor Valdés por el palo corto, dejando helado a todo un Camp Nou y colocando el 1 a 1 en el marcador, un empate que otorgó al Real Madrid el liderato de la competición, una primera plaza que ya no abandonaría hasta alzarse como campeón.

El fantasma de Rafael Sóbis planea estos días sobre la Ciudad Condal, con el amargo recuerdo del tanto logrado por el jugador brasileño todavía presente, el Barça debe viajar a Sevilla consciente de que solo la victoria les acercará un poco más a un nuevo título de liga. Todo lo que no sea lograr el triunfo podría significar la pérdida del liderato, y por consiguiente, de un título que parecía hecho hace apenas 30 días, diversas similitudes con lo ocurrido hace nueve años que encienden las señales de alarma entre la masa social barcelonista.