Ya a principios de marzo avisó Manel Arroyo, vicepresidente del Área de Márketing y Comunicación del Barcelona, de que no habría ningún problema con Nike por la falta de patrocinador, ya que la situación estaba prevista: “Todo está hablado con Nike. Las primeras camisetas de la temporada que viene se venderán sin patrocinador”, explicaba.

Nos tenemos que remontar a la temporada 2005/2006 para ver una camiseta culé sin publicidad. Aun con Ronaldinho, Rijkaard, Eto'o y todavía sin tripletes en las vitrinas del Camp Nou. Pero aquella época era distinta, y hoy se hace prácticamente imposible mantener el nivel de los grandes sin un buen sponsor que suponga una inyección sustancial en las arcas del club. UNICEF, Qatar Airways, Qatar Fundation y Beko han sido las marcas que se han estampado en las elásticas cules. Así, la situación no es la ideal, pero la multinacional de Oregón no puede esperar más y ha empezado a fabricar las nuevas camisetas.

Lejos queda el acuerdo por 60 millones que prometió Javier Faus en las elecciones del pasado año. Con la noticia de que las primeras equipaciones serían sin publicidad, la directiva ha ganado tiempo para buscar otro acuerdo que mejore la situación económica del equipo. Pese a que se espera que llegue ese ansiado patrocinador, el club es consciente de que no será fácil y, de hecho, no está descartada la opción de finalizar la temporada sin sponsor. 

Aun con todo, Nike se frota las manos pensando en la gran cantidad de ingresos que puede suponer una camiseta sin publicidad en estos tiempos, algo casi impensable y que hará de ella casi una reliquia, una de esas equipaciones que hay que guardar sí o sí. Habrá que ver si da la misma suerte que la última vez que los azulgranas no tuvieron sponsor, en la que se consiguió la segunda Champions en París.