Cuando aún quedan dos semanas para que cumpla 32 años, Javier Mascherano ha comenzado a pensar en su futuro más inmediato. Y su primera idea no es la de seguir en el FC Barcelona la próxima temporada, precisamente. Pese a que su contrato acaba en 2018, por lo tanto no es una obligación renovarle, hay otros condicionantes que, de momento, hacen dudar al argentino de que vuelva a ser importante en el equipo de Luis Enrique, pese a que el técnico le quiera sí o sí en la plantilla. Estos son los motivos que preocupan al Jefecito:

Caso Hacienda: no quiere que se repita

Al igual que Adriano, Leo Messi o incluso Neymar, Mascherano ha visto como el club no le ha apoyado lo suficiente en su presunta deuda con la fiscalía española. El central tuvo que abonar, hace cosa de dos meses, una deuda cercana al millón de euros después de cometer una serie de irregularidades, además de una condena a prisión que, de momento, ha conseguido librar. Si en el futuro cometiese una acción similar, no se escaparía. Y en ese sentido, Mascherano está incómodo. Si abandona España, se libraría de esto.

Mejora de contrato que nunca llega

Mascherano no es una persona que acostumbre a quejarse. Prudente como él mismo, nunca va a alzar la voz si un compañero suyo cobra más que él. Pero la situación está llegando a un extremo no muy favorable: se habla de renovar a todas las estrellas (Rakitic, Suárez, Neymar, Busquets,...) pero de él no se dice nada, más aún cuando es uno de los capitanes de la plantilla y un fijo para Luis Enrique en el once. Su ficha está muy por debajo de la 'clase media' y, si no cambian las cosas, lo seguirá siendo este verano. El argentino quiere cambios.

La llegada de un central a golpe de talonario

Todo el mundo sabe que el Barça está buscando un central de cara a la próxima temporada. Y en principio, la mayor parte del presupuesto este año será para reforzar la retaguardia. Eso lo sabe Mascherano, como también que él sería el damnificado, ya que Gerard Piqué es fijo. Por lo tanto, y pese a su edad, no quiere estar en el banquillo cuando cree que aún tiene fútbol en sus botas.

Una recolocación en el campo bastante difícil

Hace un tiempo, Mascherano confesó que él querría acabar su carrera "jugando de pivote", su posición natural. Pese a que empezó a ser central con Pep Guardiola, y ha demostrado de sobras que está capacitado para jugar en esa demarcación, el argentino ahora quiere volver a sus inicios, al lugar que le convirtió en el jefe del medio campo red junto a Xabi Alonso y Gerrard. El problema es que en el Barça está Busquets, otro intocable, y detrás de él ha aparecido la figura de un Sergi Roberto capaz de jugar en cualquier parte del campo. El Jefecito quiere jugar ahí, pero su estilo de juego no se asemeja al de Sergio o Sergi.