Hay algo extremadamente curioso en los inicios de Sergi Samper como jugador del FC Barcelona y es que, el ahora centrocampista del primer equipo, siempre ansió jugar a la pelota, pero no con los pies precisamente. El catalán comenzó jugando al tenis en el Club Tennis Barcino cuando apenas tenía cinco años. Su abuelo, no obstante, le consiguió una prueba en la Escuela del FC Barcelona. El joven Samper la superó satisfactoriamente y entró a formar parte del Benjamín B de Andrés Carrasco. El pequeño de los Samper decidió entonces combinar sus dos pasiones con el único afán de practicar y disfrutar del deporte. Y así lo hizo hasta que alcanzó la categoría de Infantil, cuando se decantó por el que más pasiones levanta en este país: el fútbol.  

El barcelonés comenzó a superar etapas a un ritmo infernal en lo que era el camino hacia su gran sueño: convertirse en miembro de la plantilla del primer equipo. Siendo capitán y pilar fundamental en todas y cada una de ellas, apareció el Arsenal de Arsène Wenger. Como ya hiciera con Cesc Fábregas, el técnico francés ansiaba pescar de nuevo en Can Barça. Una opción más que apetecible para cualquier jugador joven con ganas de llegar a la élite. No obstante, Sergi Samper decidió rechazarla cuando quizás no tenía la edad necesaria para tomarla. Su inseparable compañero de vestuario Héctor Bellerín, por su parte, sí que sucumbió a la suculenta oferta de tierras británicas. También Jon Toral decidió hacer las maletas rumbo a Londres.

"Estoy muy contento, muy prioridad siempre ha sido quedarme"

Sergi Samper dejó claro que su decisión ha sido pensada y es firme: “Estoy muy contento de la decisión que tomé en su momento. Mi prioridad siempre ha sido quedarme. El club me dijo que realmente confiaba en mí y así ha sido. Y les estoy muy agradecido. Nunca me he planteado marcharme”, comentó el jugador en declaraciones a Barça TV. 

Formando parte del Cadete A, ganó la Nike Premier Cup, un prestigioso torneo que se disputa en el mítico estadio de Old Trafford. También conquistó la Liga de Cataluña y la Mediterranean International Cup. Más tarde, daría el salto al Juvenil A de Óscar García, el ahora técnico del Red Bull Salzburg para, posteriormente, en el verano de 2013, ponerse a las órdenes de Eusebio Sacristán en lo que era el último paso en su etapa formativa, el más complicado de todos los que había vivido hasta el momento. Véase jugadores como Deulofeu, Rafinha o Thiago, que, pese a ser de los más destacados en el segundo equipo barcelonista, tuvieron que marcharse para regresar más tarde, como es el caso del brasileño, o incluso buscar minutos lejos del club en el caso del de Riudarenes o el mayor de los Alcántara.

El último escollo

Miembro del Dream Team que conquistó la primera Copa de Europa en la historia del club azulgrana, Eusebio Sacristán regresó a la ciudad Condal después de dirigir al Celta de Vigo en la División de Plata. Un paso con más pena que gloria debido a que no logró el objetivo de devolver a los gallegos a la máxima categoría. El reto que le esperaba en la entidad azulgrana era cuanto menos exigente después de que Luis Enrique firmara la mejor clasificación del Barcelona B en la Segunda División, un 3º puesto que ponía en liza la buena salud de la que gozaba La Masía.

La idea del técnico de La Seca, en su tercera temporada al frente del filial, era clara: seguir dando oportunidades y minutos a jugadores del Juvenil A. Robert Costa, Frank Bagnack, Lucas Gafarot, David Babunski, Pol Calvet, Sandro Ramírez… Pero el nombre que más ilusión despertaba era el de Sergi Samper, que venía maravillando en todas las categorías predecesoras. Y Eusebio tan solo necesitó la pretemporada para quedarse prendado de él. Su decisión fue tajante: el joven de 18 años estaba suficientemente preparado para dar el salto al Barcelona B. Y en apenas cuatro jornadas se hizo con un hueco en el centro del campo. Su primera titularidad se produjo en el primer mini clásico de la temporada disputado en el Mini Estadi. Un rotundo 2-0 en el que Sergi Samper disputó un total de 64 minutos.

En lo que parecía un ascenso meteórico hacia el primer equipo, el centrocampista catalán se quedó algo estancado después de que se confirmara el descenso la siguiente temporada al pozo de la Segunda División B. En un intento desesperado por recuperar una plaza en el fútbol profesional de nuevo, Sergi Samper se postuló como el jugador al que encomendarse para alcanzar dicho objetivo. Una decisión más pensada en el colectivo que en la progresión individual, Sergi Samper se puso a las órdenes de Gerard López. Y alcanzados los 100 partidos con el FC Barcelona B recientemente, el empeño de Sergi Samper se ve recompensado en modo de oportunidad para convencer a Luis Enrique durante la pretemporada. No obstante, no lo tendrá fácil: Denis Suárez, Rafinha, Arda Turan o André Gomes buscan también ganarse la confianza del técnico asturiano en lo que parece una carrera a contrarreloj.

Un centrocampista excepcional

Sergi Samper es un centrocampista acostumbrado a jugar como mediocentro dentro del 4-3-3 que propone Luis Enrique y que se viene trabajando en todas las categorías inferiores del FC Barcelona. El catalán es un jugador muy técnico, con capacidad para la organización y gran visión de juego. Su brillante lectura del juego y personalidad le permiten llevar el peso del juego con soltura e inteligencia. Y pese a no destacar por su poderío físico, no es un jugador que sufra a la hora de tener el balón. También es muy preciso y acurado tanto en el paso corto como en el largo, por no hablar de su inteligencia táctica, que le permite siempre encontrar rápidamente la mejor solución en todos los aspectos del juego. Acostumbra a incrustarse entre los centrales para lograr una salida limpia desde atrás y que el equipo pueda construir a partir de ahí. Sin embargo, en el aspecto defensivo no acostumbra a brillar tanto. El catalán sufre en exceso en las transiciones rápidas del rival y se ve desbordado en el repliegue tras pérdida.  

A las órdenes de Gerard López, y a pesar de no brillar como con Eusebio Sacristán, hemos podido ver unas pinceladas de todo lo útil que puede resultar Sergi Samper en el primer equipo. Como mediocentro en la mayoría de casos, pero también con muchos minutos en el interior alternándose con Gerard Gumbau, su inseparable pareja de baile esta temporada. Y es que el catalán necesita de esa figura más destructiva para poder jugar con comodidad. Un jugador algo más defensivo que sirva como corrector de los desajustes que éste pueda provocar. Y es por ello que la presencia de Rakitic se presume esencial para poder asistir a la mejor versión de Sergi Samper en el primer equipo. Pero de ello hablaremos en adelante.

Un recurso más para Luis Enrique

Siendo un mediocentro puro de entrada, Sergi Samper, como venimos comentando, también puede cumplir las funciones de interior y de mediocentro acompañante en el doble pivote. En este caso, Luis Enrique puede utilizarlo como recurso puntual cuando las necesidades del partido exijan reducir el ritmo y apostar por un fútbol más conservador y combinativo. O incluso tener el balón como arma de defensa ante equipos crecidos. Pese a no destacar por su polivalencia, el catalán puede ofrecer un gran rendimiento en cualquiera de las tres posiciones. Pero a diferencia de jugadores como Denis Suárez, Rafinha o el flamante fichaje André Gomes, Sergi Samper no tiene esa llegada de segunda línea que tanto gusta en Can Barça. No es un centrocampista que tienda a incorporarse, sino más bien todo lo contrario.

Todo hace pensar en que el técnico asturiano lo utilizará como activo de rotación para Sergio Busquets. Sin la misma capacidad para recuperar un sinfín de balones, Luis Enrique deberá pulir ese aspecto del catalán para que podamos asistir a su mejor versión. Mientras tanto, la presencia de Iván Rakitic en el once se antoja crucial, y es que, desde que llegara a la ciudad Condal, el croata ha cambiado absolutamente su estilo de juego: ha pasado de ser un mediapunta con total libertad de movimientos a un interior trabajador y con algo menos de llegada de lo que nos tenía acostumbrados. El joven de 21 años necesita de esa figura para jugar con la seguridad de que tendrá constantes ayudas en tareas defensivas.

Después de que Sergi Samper debutara en la UEFA Champions League, Luis Enrique aseguró en rueda de prensa que podría ser un jugador importante: “Es un jugador con mucha personalidad para llevar el juego del equipo durante 90 minutos. Me parece otro gran descubrimiento para nosotros y para el club, estoy seguro que nos ayudará en este viaje”.

El último superviviente

La contratación de André Gomes en la jornada de ayer no ha hecho más que reabrir uno de los debates más intensos que se recuerda sobre el actual modelo y el estado de La Masía. Y entre medias, la renovación y correspondiente incorporación de Sergi Samper al primer equipo. El último superviviente a una quema que es ya una realidad, un fútbol formativo que vive sus horas más bajas de la última década. Y es que la confianza en los jóvenes formados en casa parece haberse dilapidado en los últimos tiempos, demostrando que el modelo que tantos éxitos ha generado a la entidad parece estar sufriendo una cruel transformación