El FC Barcelona venció 0-2 al Sevilla FC, en la final de ida de la Supercopa de España. El encuentro se disputó en el Ramón Sánchez Pizjuán, donde convirtieron para el azulgrana Luis Suárez y Munir El Haddadi. Además, Lucas Digne y Denis Suárez tuvieron sus primeros minutos oficiales con la camiseta del Barça. El primero ingresó en lugar de Jéremy Mathieu y el segundo por Andrés Iniesta. En el primer tiempo, a los de Barcelona les costó salir del hostigamiento que propuso Jorge Sampaoli. El de Casilda, fiel a su estilo salió a presionar a la escuadra azulgrana a tal punto que Sergio Busquets recibió siempre de espaldas y con un hombre encima. Asimismo, los culés buscaron una presión similar con ineficacia. Después, en la segunda parte cambió la historia.

Luis Enrique Martínez, salió de inicio con un 4-3-3 que funcionaba a doble filo con Arda Turan de extremo izquierdo. El turco, hacía las veces de atacante con el FC Barcelona en posición ofensiva y luego, el clásico carrilero en defensa. En la medular se observó un mediocampo diferente: Sergio Busquets y Andrés Iniesta de doble pivote. Por su parte, Iván Rakitic hizo el callejón derecho. Para contrarrestar esa superioridad numérica, Sampaoli también pobló el centro del campo a través de un 4-1-4-1: Matías Kraneviter de único pivote. Delante del excolchonero se ubicaron de derecha a izquierda: Vitolo, Hiroshi Kiyotake, Franco Vázquez y Steven N'Zonzi. Entonces, durante el primer tiempo, el Barça cuando atacaba formaba un 4-3-3 y a la hora de defender se replegaba con Turan de cuarto volante.

El ingreso de Lucas Digne en el lateral izquierdo por el lesionado Mathieu, le imprimió otra impronta a la banda izquierda. Las características de estos dos defensas son sustanciales y entonces, el de Meaux le otorgó más salida por la banda y disminuyó la vocación ofensiva de Turan. En consecuencia, el FC Barcelona plantó más adelante su defensa. Los culés defendían en línea en la medular. También, el equipo se hizo más corto y compacto: al menos 50 metros distanciaban a la defensa de Luis Suárez. La salida de Andrés Iniesta benefició al equipo catalán, ya que con Denis Suárez los de la ciudad condal obtuvieron otra dinámica. El juvenil que se inició en el Real Celta Club de Vigo, rápido y versátil se compaginó al lado de Sergio Busquets en el doble pivote. El de Salceda de Caselas, varió entre el doble pivote, el interior izquierdo, carril y extremo. Por eso, el azulgrana ganó en despliegue ofensivo: Lucas Digne y Sergi Roberto en los laterales se pudieron soltar con más libertad. En efecto, al adelantarse el equipo dentro del campo, ejercieron una presión más efectiva que anteriormente no habían logrado.

Pragmatismo en todo el terreno

Luis Enrique fue capaz de introducir múltiples esquemas en las transiciones de defensa-ataque. Sin el cuero, retrocediendo en defensiva era un claro 4-4-2. Saliendo con el balón: Sergio Busquets se añadía a la última línea conformando una defensa de tres, que enlazaba cuatro volantes: Sergi Roberto, Rakitic, Denis Suárez y Digne. Delante, Messi flotando de armador para asistir a Arda y Suárez, en un 3-4-1-2. Con el balón a su merced hacia posición de ataque el panel era amplio: 4-1-3-2: Busquets de pivote y 4-3-1-2 con Messi retrocediendo líneas para asistir a los delanteros. Con el argentino de organizador de juego, allí se observó la mejor versión del FC Barcelona. De una asistencia suya, Munir El Haddadi realizó una diagonal para definir en la zona '9' (2-0). Anteriormente y en la misma faceta, Denis Suárez desenvainó un pase filtrado en la izquierda para Turan que la bajó y dejó solo a Suárez (1-0). Está claro que, cuando los azulgrana tuvieron un jugador libre para pasar entre líneas, del mediocampo a la delantera, llegaron las situaciones de peligro.

Munir se desenvolvió a tope y reemplazó a Arda Turán como extremo izquierdo, también se desempeñó de carrilero en la banda izquierda. En el final del encuentro, los azulgrana tuvieron tres balas en esa zona: Digne en el lateral, Denis Suárez del centro a la izquierda como centrocampista y Munir de extremo-volante. Esta circunstancia, mantuvo en alerta a la escuadra nervionense y le permitió a Leo Messi hacerse dueño de la pelota. Los andaluces no sólo tuvieron que mantener los ojos abiertos con Suárez-Messi, sino en todo el carril izquierdo y derecho, este último de despliegue con el tándem Sergi Roberto-Rakitic.

Jugadores de múltiples funciones

La polivalencia de la plantilla culé estuvo a la luz de la noche en el Sánchez Pizjuán. Sólo cuatro jugadores de los 14 que tuvieron participación se mantuvieron en un sólo sector del campo. Jéremy Mathieu no salió del lateral izquierdo, Claudio Bravo de la portería, Javier Mascherano y Gerard Piqué de la zaga. Línea por línea, los laterales Sergi Roberto y Lucas Digne, oscilaron entre su posición natural, mediocampo y extremo. Rakitic de volante por la banda, doble pivote y extremo. Del mismo modo, Denis Suárez. Por otra parte, Andrés Iniesta alternó entre interior izquierdo y doble pivote. Sergio Busquets de pivote (doble pivote), armador e interior. Leo Messi de extremo izquierdo, centrodelantero, armador y mediapunta. Luis Suárez de centrodelantero y extremo. Arda Turan de atacante por la banda, volante, centrodelantero. Munir de extremo y volante.