Luis Enrique ha reiterado que la plantilla que tiene en la actualidad es la mejor que ha tenido nunca. Palabras mayores cuando se viene de ganar un triplete en su primera temporada y un doblete el año pasado. El Barça ha demostrado un gran nivel en este inicio de campaña pero ya lo dice el refrán: "No es como empieza, sino como acaba". Todo el mundo recuerda los finales de temporada, pocos sus inicios. Así que abriremos una línea de comparación entre las dos temporadas de Luis Enrique al frente del club, y las dos épocas doradas de su historia, la del Dream Team y la del Barça de Guardiola. ¿Quién tenía un mejor arranque y qué final tenía? El dato con estos tres entrenadores es demoledor: nueve de 12 ligas posibles. Ahí es nada.
Tres entrenadores que fueron jugadores anteriormente del club y que tienen el ADN Barça en la sangre. Todos con un denominador común, el balón. Filosofía clara, si yo tengo el balón el rival corre detrás de él. Con posesión se ganan los partidos, se maduran hasta que caen por si solos. Luis Enrique se ha desmarcado en parte de esta filosofía cerrada y le ha añadido un toque estilístico propio: la capacidad de contraatacar. Cierto es que los tres delanteros que tiene arriba se lo permite.
Los tres han sido capaces de igualar el mejor arranque liguero. Lo realizó en primera instancia Cruyff, durante la temporada 1990/1991, tomó el testigo Guardiola en su segunda temporada como míster culé y finalmente Luis Enrique hace dos temporadas lo volvió a igualar. Siete victorias y un empate en las ocho primeras jornadas de Liga.
1990/1991, 2009/2010, 2014/2015
Estas son las tres temporadas que a día de hoy, marcan el mejor registro conseguido por Cruyff, Guardiola y Luis Enrique. Luis Enrique y Cruyff consiguieron ganar siete de las ocho primeras jornadas y tan sólo ceder un empate, antes de caer derrotados en la novena jornada. Una diferencia separa estos dos registros, los goles en contra. Luis Enrique con Bravo en portería no encajó ni un sólo gol en ocho partidos, récord nunca visto en un inicio de Liga en la historia del club. Fue precisamente Cristiano Ronaldo de penalti quien consiguió batir por primera vez vestido de azulgrana al portero chileno. El Barça perdería ese Clásico disputado en el Bernabéu por 3-1 y cortaba de esa manera el excelente comienzo de los hombres del míster asturiano.
Guardiola también realizó los mismos números en las primeras ocho jornadas, empatando en el quinto partido al igual que su maestro Johan Cruyff. Pero el técnico catalán siguió maravillando al mundo y no cedió su primera derrota en Liga hasta la jornada 22 en el Calderón. El 2-1 de aquella noche cortaba una racha de 22 jornadas de Liga sin perder un solo partido.
Pese al sublime registro de Guardiola, ninguno de los tres posee el mejor arranque liguero del club. Lo tiene Tito Vilanova, que con su victoria en el Ciutat de Valencia ante el Levante, superaba al mejor inicio de la Liga Española de la historia, que anteriormente poseía el Real Madrid. Tito consiguió 12 victorias y un solo empate en las primeras trece jornadas de Liga. Guardiola se quedó en 10 victorias y tres empates.
Entre los tres suman nueve de 12 Ligas posibles
Los tres mejores arranques ligueros de Cruyff, Guardiola y Luis Enrique acabaron, como no podía ser de otra manera, con el título de la competición doméstica en las vitrinas del club.
Cruyff, el más irregular
De los tres, es el que peor inicio realizaba. El holandés aterrizaba a Barcelona como entrenador la temporada 1988/1989, pero no consiguió ganar el título de Liga hasta la 90/91, única campaña en la que superó las seis victorias en las primeras ocho jornadas. En su primera temporada marcó unos registros de cinco victorias y dos empates, antes de ser derrotado en el primer clásico que disputaría, 3-2.
Fue la siguiente temporada en la que al equipo le costó arrancar, donde sólo pudo cosechar cuatro victorias, un empate y tres derrotas, una por cada desplazamiento que realizó el equipo. Cruyff tampoco pudo ganar la Liga, se la llevaba el Real Madrid por cuarto año consecutivo, y las críticas a su trabajo se hicieron latentes entre los aficionados. El holandés reiteraba que el quería que su filosofía de juego quedara bien clara a sus jugadores, y los éxitos acabaron por llegar.
El Dream Team nació con Cruyff
Cuatro ligas consecutivas, siempre con finales de infarto, como las dos Ligas de Tenerife, o la del penalti de Djukic. El equipo sólo arrancó bien en la 90/91, sin conocer la derrota hasta la novena jornada. Destacar el mal comienzo de la que seguramente será una de las mejores temporadas de la historia del club, la 91/92, donde se consiguió la tan deseada 'orejona', la primera, en Wembley. El equipo, que también ganaría la Liga, sólo ganó tres de los primeros ocho partidos, y perdió otros tantos, sólo anotando 13 goles a favor y recibiendo 11. El final todo culé se lo conoce, campeones de Europa y la consecución de la primera liga de Tenerife. Pura historia del fútbol.
Numáncia y Hércules, los verdugos de Guardiola
Si tenemos que mirar las grandes sorpresas sufridas en los primeros partidos de Liga, Guardiola se lleva la palma. ¿Quién no recuerda su estreno como entrenador del Barça? Pues bien, una derrota en Los Pajaritos ante el Numancia por 1-0 y un empate a uno en el Camp Nou ante el Racing de Santander. Un Barça que venía de no ganar nada en sus dos últimas temporadas no ganó ninguno de sus dos primeros partidos de Liga. El "run run" de fondo estaba servido. Pero ningún mejor ejemplo que este te demuestra que los inicios no determinan los finales, al contrario. Guardiola se consagró en la historia del fútbol ganando el triplete esa temporada.
Númancia no fue la única bomba que explotó con Guardiola al frente. Dos años después, en la 2010/2011, un recién ascendido Hércules, asaltaba el Camp Nou y le endosaba un 0-2 con doblete de Valdez, viejo enemigo en sus visitas como jugador del Werder Bremen. Un Barça de verano todavía, no se llevó más porque Valdés lo evitó. Pero de nuevo, el Barça acabaría ganando esa Liga y volvería a coronarse Campeón de Europa, de nuevo en Wembley, como Cruyff, como el Dream Team. El romanticismo del fútbol hacia cerrar el círculo que el maestro holandés había abierto 19 años atrás.
El 4-1 de Vigo, una herida abierta
Luis Enrique igualó los récords de inicio de Cruyff y Guardiola en su primera temporada, pero en su segunda al frente del equipo no pudo evitar caer en la rueda de las sorpresas que deparan los inicios ligueros. Precisamente contra su ex equipo, que duele más. Vigo presenció en la cuarta jornada de Liga una noche para la historia. Le dio un repaso de fútbol al equipo que venía de cosechar el triplete la temporada anterior. Cuatro goles, en una noche negra azulgrana.
Iago Aspas jugó con la defensa azulgrana, con Nolito como pareja de baile. Un 4-1 final muy doloroso pero que fue totalmente justo con lo visto en el campo. La gente de Vigo no se lo terminaba de creer, pero el fútbol desplegado por los hombres de Berizzo había sido una obra de arte, una maravilla, un vals, porque el Celta bailó al Barça.
De momento Luis Enrique ha conseguido llevarse el triunfo de la primera jornada de la presente temporada con un contundente 6-2. Su mejor registro, como el de Guardiola y Cruyff, siete victorias y un empate en los primeros ocho partidos. El récord absoluto en manos de Tito Vilanova, con 12 victorias y un empate. Veremos si "la mejor plantilla de los últimos años", como afirma el asturiano, es capaz de superarlos.