El nombre de Ernesto Valverde tiene mucho peso y guarda mucha relación con dos ciudades: Bilbao y Barcelona. Su paso por la capital vizcaína como jugador, primero, y como entrenador, en la actualidad, ponen al ‘Txingurri’ ("hormiga" en euskera) como una figura destacada en la historia del Athletic Club. En Barcelona, lo más recordado es su paso por el Espanyol, también con dos etapas como jugador y entrenador. En ambas tuvo un papel destacado en las dos finales de la Copa de la UEFA disputadas por los ‘pericos’. Sin embargo, Valverde también tiene un pasado culé.

El extremeño recaló en las filas azulgranas a finales de la década de los 80. Tres años en el Espanyol, donde fue pieza clave para que el equipo lograra la 3ª plaza en el campeonato liguero de la temporada 86-87 y, un año después, ser finalista de la Copa de la UEFA ante el Leverkusen sirvieron para que Johan Cruyff se fijase en él y el Barça fuera a por el ‘Txingurri’. Su habilidad como extremo, especialmente en el uno contra uno y su capacidad para desmarcarse, propició que el Barcelona hiciera efectivo el traspaso de Valverde junto al de Miquel Soler, procedentes del Espanyol, a cambio de 470 millones de pesetas por ambos.

Los primeros meses de Ernesto Valverde en el Barça fueron un presagio de lo que sería su etapa en el club. Nada más llegar Johan Cruyff decidió alinearlo en los partidos de pretemporada que disputaba, entonces, el equipo en Holanda. Tras participar en los encuentros ante el Madese Boys, el Vitesse y el Maastricht el cacereño recayó en la lesión que ya le había impedido disputar la vuelta del final de la Copa de la UEFA con el Espanyol. A partir de ese momento se iniciaba la etapa de Valverde en el Barça y estaría plagada de lesiones. El extremeño no pudo disputar su primer partido oficial como azulgrana hasta la jornada 11 del Campeonato de Liga ante el Real Oviedo. 

El protagonismo del ‘Txingurri’ con la camiseta culé fue más bien poco. Con más tiempo en la enfermería que en el campo de entrenamiento, Cruyff no pudo contar demasiado con el extremo de Viandar de la Viera que había reclamado. El holandés reconoció, posteriormente, en su libro Mis fubolistas y yo, que Valverde era un jugador de su agrado pero el haberlo alineado “precipitadamente” en esa pretemporada había supuesto el inicio de la recaída de su lesión.

Ernesto Valverde estuvo dos años en las filas del Barça en los que pudo disputar, tan sólo, 29 encuentros. En ellos el “Txingurri” anotó 10 goles. Con él en el equipo el Barcelona fue campeón de la Recopa de Europa en 1989 y de la Copa del Rey en 1990. Sin embargo, no disputó ni un minuto en ninguna de las dos finales. En el verano de ese año aceptó la oferta del Athletic Club de Javier Clemente, técnico con el que ya había coincido en el Espanyol y puso fin, así, a su breve etapa como futbolista azulgrana. El tiempo dirá si, en un futuro, se inicia una etapa con el "Txingurri" como técnico culé, tal como se ha rumoreado en múltiples ocasiones, pero nunca se ha llegado a materializar.