El reino azulgrana del Camp Nou, La Masía, Xavi, Messi e Iniesta ha perdido hoy a su rey. Pep Guardiola ha decidido no continuar dirigiendo al Barcelona tras acusar “el desgaste” de cuatro temporadas en las que ha combatido contra sus rivales, su entorno y su capacidad de sacrificio. Tras llenar de trece diamantes su corona y de conquistar con buen fútbol los verdes campos de España y de Europa el máximo referente culé deja su trono en manos de su heredero, del hombre que durante más de un lustro ha compartido con él sus éxitos, sus alegrías y sus tristezas: Tito Vilanova.

Con el nombramiento como principal gestor deportivo del actual segundo entrenador culé el Barcelona, Rosell y Zubizarreta apuestan por el continuismo, como hizo el Liverpool de manera exitosa con Bill Shankly, Paisley y Fagan en los años setenta y ochenta, en busca de seguir ganando y enamorando futbolísticamente. El fichaje de un entrenador similar en el estilo como Bielsa o Löw pero diferente en su origen y sin el conocimiento de Can Barça podría haber sido una opción arriesgada en caso de no lograr éxitos instantáneos.

Con su marcha, Guardiola deja a un equipo “irrepetible y del que está orgulloso”, como ha declarado en numerosas ocasiones, huérfano de su referente, de su rey, del hombre que en cuatro años ha diseñado el mejor Barça de la historia y que ha concentrado todo el poder de esta institución centenaria.

"Pep conservó la magia que destilaba el equipo de Rijkaard y le introdujo el sacrificio defensivo y la fortaleza mental"

Desde que en julio de 2008 se presentara en la sala de prensa del Camp Nou Guardiola no ha traicionado “nada de lo que le enseñaron sus predecesores”. Mejoró el excelente equipo de Rijkaard y lo convirtió en una máquina superlativa de toque, control y goles que elevó a Messi al altar de los grandes futbolistas de la historia. Pep conservó la magia que destilaba el conjunto del preparador holandés y le introdujo el sacrificio defensivo y la fortaleza mental que cultivó en Italia en su paso por el Brescia y la Roma. Unas cualidades anómalas hasta entonces en el estilo cruyffista del Barça del Dream Team y del equipo de Ronaldinho y Deco que hicieron que los goles en la portería contraria aumentaran a la vez disminuían en la propia.

Líder dentro y fuera

Como gestor, el entrenador catalán ha aglutinado todo el poder mediático, ejecutivo y deportivo de la entidad. Con un tono comedido y correcto, al que en ocasiones se ha tildado de ‘buenista’, Guardiola ha transmitido respeto, modestia y caballerosidad en las centenares de ruedas de prensa que ha dado en los últimos cuatro años. Un mensaje y una imagen de la que también se han hecho eco los medios y los aficionados al fútbol que le han venerado y aceptado como el máximo referente y el modelo a seguir dentro de este ancestral deporte. Y más por el contraste con el estilo más bronco y agresivo de su rival en el Real Madrid José Mourinho.

" Guardiola ha sido un entrenador implacable con los futbolistas que se han alejado de su idea"

Sobre el césped y dentro de su refugio real del Camp Nou y La Masía Guardiola se ha caracterizado por ser un entrenador incondicional con los futbolistas que le han seguido hasta el final e implacable con los que se han alejado de su idea y de su reino. Ronaldinho y Deco fueron los dos primeros hombres que Pep desterró de su vestuario aunque hasta un año después no pudo completar su limpieza con Eto’o. El camerunés dejó Barcelona por “falta de fealing” e Ibrahimovic fue el hombre que le sustituyó en la punta de lanza culé. Un futbolista que duró un año en el castillo del preparador catalán y que abandonó el Barça tras una temporada llena de enfrentamientos y celos. Guardiola reclutó a Villa, y este año a Alexis y Cesc, para perfeccionar un once en el que sus medios de toque y posesión y sus rápidos atacantes giraran en torno a Leo Messi. El crack argentino es el hombre que más le debe, junto a Busquets, a Guardiola. Pep centró su posición y Leo pasó de ser un buenísimo extremo a un jugador total e imparable. Psicológicamente brillante con sus futbolistas y tácticamente y deportivamente formidable el entrenador culé ha evolucionado un esquema y una forma de jugar innegociable que le han dado trece títulos al Barcelona, que podrían ser catorce si gana la Copa del Rey, y un hueco eterno en la historia del fútbol.

La derrota ante el Real Madrid, la eliminación ante el Chelsea y su distante y fría relación con Rossell no han sido las causas que han motivado que Guardiola dejara el Barcelona pero han sido factores que han influido en su decisión final. La manera en que Pep ha llevado el tema de su continuidad ha sido confusa aunque el propio preparador catalán ha “lamentado la incertidumbre sobre su continuidad”, sobre una decisión que había tomado “al final de diciembre” pero que “no podía decirle a los jugadores”.

Guardiola abdica "muy feliz" y deja su trono en el Barcelona a su heredero Tito Vilanova. "No tengáis miedo, el que me sucederá está más que capacitado para llevar a cabo mi trabajo", ha dicho en su despedida. Sin embargo, aunque el estilo continúe, ya nada será lo mismo en el reino culé.