Similares. Casi sinónimos. Así podríamos definir a la comparación entre David Alaba (Viena, 1991) y Jordi Alba (L'Hospitalet de Llobregat, 1989). Rápidos, zurdos, laterales con una proyección ofensiva inmensa, descarados en el regate, con buen centro, internacionales, con capacidades físicas innatas para subir y bajar la banda izquierda las veces que haga falta, con éxito reciente... A sus 20 y 24 años respectivamente ya ocupan el puesto de titular indiscutible en dos de los mejores equipos del mundo. Hasta el apellido es similar.

Si bien no son gotas de aguas. Apariencia física aparte, las diferencias entre estos dos zurdos se pueden centrar en aspectos puntuales como que el jugador del Bayern es un buen lanzador a balón parado, mientras que se desconoce ese cualidad en el culé. También la trayectoria del austriaco ha sido más rápida hasta llegar a la fama (Jordi estaba jugando en el Gimnástic con la edad actual de David). Pero no deja de ser cierto que el internacional español cuenta en sus vitrinas con un título que difícilmente podrá contar a lo largo de su carrera: una Eurocopa (con demostración espectacular partido a partido y gol en la final incluido del español).

Paso atrás para volver a casa

Extremo reconvertido a lateral. Muchos jugadores empiezan su carrera en un puesto y la terminan en otro más atrasado. Casi siempre ocurre por la edad. En esta ocasión no fue así. Al bueno de Unai Emery se le ocurrió un buen día que el barcelonés podría funcionar unos metros más atrás de donde venía haciéndolo en sus primeros años como profesional. Así pues, tras su paso por las categorías inferiores del Barcelona (donde jugaba de mediapunta fue descartado por su físico con 16 años), el Cornellá, el Valencia Mestalla (ascendiendo a Segunda B) y por el Nástic de Tarragona, Jordi comenzaba su andadura en el Valencia de Unai Emery en la temporada 2009/10.

No es hasta 2010 cuando empieza a jugar partidos con regularidad, y en 2011 cuando ya se asienta en el once para terminar explotando en 2012, lo que le sirvió para fichar por el conjunto de su infancia el pasado verano. En el Barcelona está firmando una gran temporada permitiendo al equipo mirar hacia a la izquierda más veces cuando ataca. En liga sólo se ha quedado en el banquillo para descansar y lleva 2 goles y 5 asistencias; mientras que en Champions sólo se perdió la primera y la última jornada de la fase de grupos.

Un austriaco exótico para el Bayern

El internacional austriaco, poco más de tres años menor que el catalán, también se dio a conocer mundialmente la temporada pasada tras una sobresaliente temporada tanto en los campeonatos domésticos como en la Champions League, competición donde lo jugó prácticamente todo salvo la final contra el Chelsea, que se perdió por acumulación. Pero el hijo de madre filipina y padre nigeriano no comenzó su historia en las categorías inferiores del Bayern. Fue en el SV Aspern de su país natal donde comenzó a darle patadas al balón con su zurda. De ahí pasó a un grande del país, el Austria de Viena, cuando aún era un adolescente.

Para verano de 2008, sin cumplir los 17 años, el Bayern de Múnich le fichó para sus categorías inferiores. Llegó a debutar con el equipo (marzo de 2010 frente al Colonia) antes de su cesión de enero a junio de 2011 al Hoffenheim. Su paso por Sinsheim le sirvió para coger experiencia en la Bundesliga y para poder ser titular a su vuelta al Bayern en la temporada 2011/12 que acabó sin títulos para el Bayern y con tres subcampeonatos. Este curso sólo le han podido frenar alguna lesión, pero llega al máximo de sus condiciones para esta eliminatoria.

Alba vs. Alaba en Champions 12/13 | Infographics

Estos dos laterales no sólo son importantes para su equipos en el aspecto defensivo, sino que lo son y (de manera afortunada) en las aptitudes ofensivas. Doblando siempre que lo consideran oportuno al extremo de turno (que tanto en el Barcelona como en el Bayern suele ser un jugador que tira hacia dentro dejándoles espacio) y llegando hasta línea de fondo. Su físico les permite bajar a la velocidad del rayo para tapar los agujeros que ellos mismos dejan. No sólo defenderán bien a Robben y Alexis (?), si no que les harán bajar a defender o Lahm y Alves tendrán problemas con el 2 para 1 que pueden provocar el catalán en un campo y el austriaco en el otro. Quizá no estén en las quinielas de la mayoría para decidir la eliminatoria, pero pueden dar la sorpresa.

Estén bien atentos porque si pestañean puede que nos les vean venir. David y Jordi, Alaba y Alba, tal para cual.