Arrancó el Getafe el encuentro sabedor de lo que se jugaba en el Benito Villamarín, que atronaba al ritmo del himno bético. Los ‘azulones’ tenían  la lección bien estudiada y conocían al detalle que el plan primario pasaba por ejercer una presión alta, que impidiera a los centrales béticos conectar con facilidad con el arquitecto de los sevillanos: Beñat. A éste último era necesario no dejarle pensar, y para ello la labor de Borja (magnífica segunda vuelta la suya) y Xavi Torres ha sido crucial.

De hecho, en los primeros minutos, se estaba rompiendo el guion prestablecido de dominio local, y contragolpes visitantes; ya que los de Luís García optaron por mantener el balón e intentar dañar a la retaguardia bética. La movilidad de Colunga y Barrada era imprescindible para ello, y no funcionó del todo. Sí lo hizo Pedro León-tiene un futbolista de grandes vuelos en sus botas pero tal vez no en su cabeza-  por ello quizá no haya cuajado. Pero cuando decide interpretar su mejor repertorio hay escenarios que se le quedan pequeños. Fueron formidable sus primeros 45 minutos, que merecieron la rúbrica del gol, o como consuelo menor el de la asistencia. Cerca anduvo de lograr ambas. Lo evitó Adrián, que trasmitió seguridad en todas sus acciones.

Atrás una gran labor de los medios y una seguridad formidable de la pareja Fede Fernández-Alexis provocó, que Ruben Castro viviera alejado del peligro, de la zona donde él causa pavor.  Cuando Texiera Vitienes dio por concluido el primer acto, la sensación había de ser contradictoria. Se había plasmado en el césped la teoría que Luís Garcíoa dibujó en la pizarra, si bien no se ha había obtenido una ventaja que dañara al equipo de Pepe Mel.

La vuelta de la caseta  supuso un viaje quizá a ese guion, que habíamos imaginado antes del partido. Tal vez por físico, y también condicionado por las lesiones, el Getafe dio un paso atrás; ya no era capaz de cortocircuitar la primera fase del juego bético (Beñat recibió con mayor comodidad); y  los centrales estaban unos metros más cerca de Codina, el cual por otra parte se empeñó en que no se echara en exceso de menos a Moyá.

 El mal fario de los laterales

Un golpe de mala fortuna, en forma de lesiones provocó que el entrenador getafense tuviera que realizar cambios imprevistos. Primero Rafa y después Escudero abandonaron el campo por lesión, entraron Lacen y Lopo; ninguno es lateral y ello además conllevó que Alexis tuviera que viajar de costado a costado de la zaga, rompiendo de esta forma su dupla con Fede.

Mel advirtió la debilidad ‘azulona’ y dio entrada a Campell y Vadillo por Juan Carlos y Molina. Buscaba ensanchar el terreno de juego, y que los últimos 15 minutos se le hicieran terribles al Getafe. No se buscó tanto el fútbol sino el físico, optando así por un ‘partido feo’ que desdibujara a tipos como Pedro León. Lo logró en un sentido, pero no quebró la retaguardia getafense, que resistió las embestidas locales con la fortaleza de Xavi Torres y Borja, que se multiplicaron para ayudar en las coberturas.

Tan sólo una buena intervención tuvo que realizar Codina, que además aportó fiabilidad en todo momento. Incluso, el Getafe no olvidó que podía llevarse un botín mayor y estuvo próximo a lograrlo si Adrián supera a su homónimo, pero éste adivinó la intención del asturiano en un globo malicioso.

De ahí al final, más nervios que juego, y un punto que permite a los ‘azulones’ seguir en Europa a día de hoy (tal vez el TAS levante el castigo al Málaga), y prolongar una racha de seis partidos sin marcharse de vacío. Hoy, el Getafe se demostró a sí mismo que quiere jugar en Europa. 

VAVEL Logo
Sobre el autor
José  Benavides Pámpano
Licenciado en Periodismo por la URJC. Zafrense y jornalero de la palabra. Redactor de Getafe C.F. en VAVEL