Exhausto y herido, el Málaga recuperó sensaciones ante un Getafe que, aunque mejorado, las mantuvo intactas. El resultado final, fuera más o menos justo, reflejó la realidad de que Europa le queda bien a los locales y grande a los visitantes. Aunque los de Pellegrini pueden acusar el enorme esfuerzo e impacto psicológico de la Champions League, parece claro que van a luchar hasta el final por un puesto con el que volver a viajar por el viejo continente, antes de que los tribunales decidan si se lo permiten o no. En cambio, el Getafe, que hace ya cinco jornadas certificó la permanencia y, con diez por delante, se permitió el lujo de querer meterse en la pelea en la zona noble de la tabla, ha ido pinchazo tras pinchazo hasta desinflar un posible sueño europeo. Ya, más que imposible –sigue a dos puntos de la octava plaza–, es harto improbable.

En la sucesión lógica de su propia dinámica, el Getafe ha sumado su tercera derrota consecutiva y hace prever otro final de temporada insulso. A pesar de ello, el cuadro de Luis García no mostró mala cara en La Rosaleda, especialmente en la primera parte. Se fue perdiendo al descanso pero tuvo, en cuarenta y cinco minutos, un comportamiento mejor que el que había ofrecido en los 180 anteriores. Fue la mejor versión de los azulones en las últimas jornadas, sin embargo sufrieron los efectos de no tener mordiente en el área rival. Lo contrario al Málaga, que sin dominar buena parte del primer acto, se fue al descanso en ventaja gracias al delantero que le faltó al Getafe. Fue eso, la diferencia en las áreas, lo que decantó el primer tiempo y, a la postre, el encuentro.

Álvaro y Santa Cruz lo evidenciaron. Mientras el getafense acusaba una carencia de hambre manifiesta cada vez que pisaba el área rival, al malaguista le hicieron falta tres únicas apariciones por la zona defendida por Codina para desnivelar el encuentro; tres oportunidades en las que poder haber sentenciado el partido en la primera mitad. La primera, al filo de la media hora, habilitando a Isco a meter un gol que fue mal anulado por el juez de línea. Apenas diez minutos después se pudo redimir el paraguayo, al imponerse a Lopo en el salto y conectar un cabezazo que dirigió a la red para adelantar a los malagueños. La tercera fue en la última jugada antes del descanso, en la que falló un clarísimo mano a mano con Codina. Eso fue todo lo que ofreció el Málaga en el primer acto, y le bastó para sobreponerse al dominio inocuo del Getafe, orquestado por la línea de tres que precedía al delantero. A ese delantero que no fue.

Si en la punta de ataque estuvieron huérfanos los azulones, en defensa no lo hicieron mucho mejor. Señal inequívoca de ello es que un minuto tras la reanudación, un córner botado por Morales se encontró con dos rematadores libres de marca dentro del área pequeña de Codina. Fue finalmente Camacho quien aprovechó el favor de la zaga rival para poner lo que a la postre sería la sentencia en el marcador. Si a las numerosas bajas y dificultades que tenía, el Getafe le añade esas facilidades, la cuesta arriba se hace insuperable. Como finalmente fue.

Con el 2-0 bajó el ritmo del partido en los dos conjuntos, el Málaga perdonó algún gol más y el Geta lo único que hacía eran cambios. Entró Lafita por Álvaro para continuar jugando sin delantero, y con la fe que no quedaba, el gol que maquilló el resultado lo anotó un defensa, Valera, tras un balón rechazado en el área.

Restaban 20 minutos en los que los visitantes se estiraron, mientras los locales, aún relajados, siguieron fallando de cara a puerta y no sufrieron en exceso por mantener el resultado. No obstante, al final Sarabia, con un potente chut desde fuera del área, hizo estirarse a Caballero y Lopo, tras un rechazo, hizo lo propio con Weligton, que paró con su brazo el disparo desde el punto de penalti del central getafense. El colegiado no señaló la evidente pena máxima y el Málaga se sube al tren de la lucha por la Champions, recuperándose a costa de un Getafe cuesta abajo y sin frenos, pero con los deberes muy bien hechos.

Una derrota y una victoria que vienen muy bien para definirse a ambos. Si los azulones querían soñar con competición europea, ya saben que éste no era el camino indicado. Con tres derrotas seguidas y dos puntos de los últimos quince ni se va ni se merece ir a Europa. Parece que sí estará por allí el curso que viene el Málaga, si los tribunales no le quitan lo que se ha ganado en el terreno de juego.

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Sobre el autor
Daniel Sánchez Quintanilla
Licenciado en Economía-Periodismo por la UC3M. Getafense y redactor del Getafe C.F. en VAVEL. http://azul0scurocasinegro.blogspot.com.es/