Hablar del Getafe B es hablar de un filial muy tapado a día de hoy. Las grandes canteras siguen ocultando el gran trabajo realizado en filiales de equipos más modestos, pero que no por ello menos interesantes. El Getafe cierto es que nunca ha sido un gran explotador de su propia cantera, y escasos son los nombres de jugadores que se han consolidado en el primer plantel naciendo desde las categorías inferiores.

Esta actitud es completamente opuesta a lo ahora conseguido por el club madrileño. El Getafe está logrando consolidar un filial de calidad, con juventud y seriedad a raudales con el claro propósito de formar futuros grandes jugadores. Para ello se han tenido que hacer severos cambios, en esta ocasión de un grado brutal, llegado el punto de una obligada renovación de plantilla catastrófica, donde apenas cinco jugadores han sobrevivido a este cambio en las filas del club.

El fin de la era Ferreras

La llegada del año 2013 no fue fácil para el equipo dirigido por Ferreras. Tres victorias en toda la primera vuelta supusieron una ausencia de confianza y de resultados latente en el vestuario. El proyecto del míster tardaba en cuajar y los resultados se contaban por meritorios empates o derrotas in extremis. Los jugadores no entraron en calor en la competición hasta que la segunda vuelta se puso a rodar. El año 2013 marcaba el inicio de un buen año del filial azulón.

Durante esta segunda vuelta, el equipo ganó en unidad a la vez que surgía una calidad individual notable. Dos empates a cero en el comienzo del año no fueron preocupación cuando llegó el partido Marino-Getafe B, donde el filial madrileño se proclamó vencedor con una senda goleada de 0-4 (Javi López, Jorge Félix y Arturo x2). Para el Getafe B supuso un leve punto de inflexión en la temporada, marcando una estela de buenos resultados que acompañaría hasta el tramo final de temporada. Tres victorias en los seis partidos siguientes, auparon al filial en la tabla ofreciendo además, un claro impulso de confianza.

Fueron en estos partidos donde se reivindicaron los nombres propios del Getafe B de Ferreras. Los máximos goleadores, defensas inamovibles o cerebros de mediocampo surgieron con calidad del césped de Getafe para llamar la atención del espectador.

Pero no fue suficiente el impulso logrado en el tramo final de Liga, no fue suficiente el meritorio décimo puesto afianzado a final de temporada. Emilio Ferreras, artífice del ascenso a Segunda B, dejó el barco azulón ante la clamorosa necesidad de un cambio drástico. Junto a él, la gran mayoría de sus pupilos tomaron destinos diferentes a la entidad azulona, mostrando con claridad las intenciones de Ángel Torres por formar un filial más joven y con unas bases mejor definidas.

Los cracks de Ferreras

Poco queda del legado dejado por Emilio Ferreras, los hombres que junto a su entrenador llegaron a la décima posición del Grupo I, se han dispersado en diferentes equipos donde ahora toman el protagonismo que merecen en mayor o menor medida. De esta plantilla cabe se recuerdan dos jugadores que destacaron por encima del resto en la temporada 2012/2013:

Samuel: el extremo probablemente sea uno de los hombres más desequilibrantes y explosivos que haya pasado por el filial getafense. Desborde, velocidad y olfato goleador hacían del futbolista un pilar en labores ofensivas. Finalizó la temporada siendo el máximo anotador con nueve tantos, pese a ser un jugador de banda. Con la llegada del final de temporada, ‘Samu’ fue uno de los hombres que abandonó el club ante el inminente cambio. Su destino fue Almería, para jugar con la elástica del filial del combinado andaluz. Pese a su indiscutible calidad, la vida personal de Samuel ha sido siempre la sombra que ha acompañado al atacante, la mala conducta y la falta de madurez han conseguido que no se afiance en el filial rojiblanco y que tenga la puerta abierta en este mercado invernal.

Diego Benito: el cerebro de Ferreras sobre el campo. La calidad de Benito con el balón fue una de las mejores noticias durante el principio de año. Su facilidad con el balón desde el medio campo propició un mejor juego del Getafe B, dando un golpe de calidad que fue desequilibrante en numerosos encuentros. Su importancia sobre el campo, cuando las lesiones le respetaban, era indiscutible y por ello, ante la negativa de una promoción al primer equipo, puso marcha en el mercado estival. Su destino fue el Albacete, donde en la actualidad se gana un puesto en el once domingo a domingo. De nuevo las lesiones no le han permitido ser una pieza clave, pero su posición en el campo es de notar por el equipo.

El lavado de cara

Como un huracán fue el mercado de verano para el Getafe B. Prácticamente todo lo que quedaba del equipo de la 2012/2013 fue arrasado y reconstruido con una velocidad pasmosa e increíble. La llegada de nuevos jugadores y un nuevo cuerpo técnico dejaba en la más absoluta duda el proyecto futbolístico que se vería sobre el campo.

El elegido para sustituir a Ferreras en el banquillo fue Molina, experimentado a la vez que joven entrenador, llegando a tener experiencia en Primera División. La idea de Ángel Torres se hace latente en el míster, con el claro objetivo de ganar presencia mediática al mismo tiempo que un juego definido y de calidad.

La calidad es lo que prima sobre el verde de Getafe. La excelente capacidad de Molina para dirigir escuadras ha prevalecido con el filial azulón. Pese a albergar una plantilla donde tan solo cinco jugadores permanecen de la temporada pasada, José Francisco Molina ha llegado a obtener una "piña" en el vestuario y una marca definida sobre el césped. Su idea de juego de toque, pausado y controlando los tempos permanece intacta jornada tras jornada, pese a que en numerosas ocasiones los resultados no sean favorables. Molina ha persistido en la idea de crear un estilo de juego, aunque dificulte ascender en la tabla.

El estilo de juego de Molina prevalece cada jornada

De la plantilla actual del Getafe B, destaca una clara cantidad de rasgos definidos que han propiciado el brutal cambio en el mercado veraniego. La juventud es la bandera de este equipo, los jugadores apenas alcanzan una media de edad de 21 años, siendo una parte de los titulares menores de la veintena. La llegada de estos jóvenes futbolistas ha pasado por un estricto filtro ojeador, donde el Getafe B ha puesto la mira en la calidad de equipos de Tercera o Segunda División B. Hombres como Alex Felip, Dani Hernández o Forniés, han sido pilares fundamentales de sus equipos anteriores (Castellón, Zamora y Zaragoza B respectivamente). Pero no solo de fuera de Getafe han sido las entradas de jugadores, otro de las noticias de esta temporada ha sido la confianza en las categorías inferiores del club; hasta tres jugadores han pasado del juvenil al Getafe B y a día de hoy se consolidan como jugadores fijos para Molina (Hugo, Ivi y Carlos Vigaray).

No hay que olvidar que pese a que la plantilla haya sufrido una renovación drástica, algunos son los hombres que han sobrevivido al paso de la temporada. Jorge Félix, Toni, Manu Torres, José Ruiz y Robin son los futbolistas que pretenden ser indiscutibles en el filial y salvo los dos últimos (actualmente lesionados), su presencia en el equipo es indiscutible.

La trayectoria del equipo en esta primera vuelta de la temporada 2013/2014 ha sido tan irregular como se esperaba. Pese a estar decimosexto (fuera de las posiciones de descenso), el peligro es vigente jornada a jornada, sin conseguir una dinámica continuada salvo las victorias enlazadas como local jugando en el Coliseum Alfonso Pérez (donde el Getafe B es invicto).

Los comienzos fueron duros, el Getafe B no cuajaba en la Ciudad Deportiva donde no vio la victoria hasta pasada la 12ª jornada. El trato de balón, la posesión y la marca de Molina era visible a cada partido, pero la falta de gol y de consistencia defensiva era clamorosa para el combinado madrileño.

Las buenas sensaciones se hicieron esperar, los atisbos de mejora demostrados por Alex Felip, Hugo o Jorge Félix, tardaron en generalizarse en todo el equipo hasta la 8ª jornada frente al Bilbao Athletic. La llegada de Ramón Arcas al mediocampo, estabilizó el juego en la medular y dio mejoría a hombres más ofensivos.

Las bajas en defensa han sido una constante esta temporada

En defensa es donde Molina ha sufrido constantemente. Con una primera línea formada por José Ruiz, Ricardo, Oli y Forniés, no se tardó en necesitar un cambio obligado por las lesiones: en primera instancia Oli (seis meses de lesión), seguido por José Ruiz. El míster se ha visto en el límite de futbolistas, llegando a intercambiar posiciones como alinear a Manu Torres en el eje central o al centrocampista Alex Felip.

Saltando las dificultades con maestría, el equipo ha seguido luchando jornada tras jornada, dejando en varios partidos una huella fuerte que han sufrido los rivales. El proyecto de Molina ha tenido un duro comienzo, pero la firmeza de su propósito es la fuerza que necesita el Getafe B para solventar una temporada donde el objetivo es la permanencia.

Los cracks de Molina

Pese a la falta de circulación del equipo, muchos son los jugadores que despuntan y denotan un aroma especial en su fútbol. La calidad de los jóvenes jugadores se hace latente desde esta etapa tan primaria y de ellos destacan estos dos nombres:

Alex Felip: el ex del Castellón es un fijo para Molina, sea cual sea la necesidad, el míster sabe que cuenta con su esfuerzo para añadir músculo sobre el campo. Su llegada, al igual que la de sus compañeros no hizo mucho ruido, pero no hacía falta mirar mucho a su antigua afición para ver que Alex Felip es un hombre querido y respetado. Mediocampista afianzado en el juego más sucio, Alex dejó huella en el Castellón gracias a su calidad a la hora de cortar, recuperar y distribuir. Esto le hizo un hombre fundamental con los castellonenses y un imprescindible para Molina. Sea cual sea la necesidad, Alex Felip cumple con nota, ya sea en el pivote o en el eje central de la zaga.

Hugo Sánchez: una de las sorpresas de la temporada. El salto del juvenil al segundo equipo hacían presagiar un año de acomodamiento y adaptación. Pero todo lo contrario, gracias a su inestimable labor ofensiva y goleadora, es el delantero referencia del Getafe B. Su cuenta goleadora es sorprendente, alcanzando los siete goles y proclamándose el máximo goleador del filial azulón.

Getafe B: el once del año 2013

Uniendo la calidad, los mejores jugadores y la mejor alineación de ambas temporadas, resumimos un once que destaca por su calidad, equilibro en todas las líneas del campo y sobre todo por su juventud.

Reportajes de la temporada

Getafe B, el mejor mercado estival

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Enemigos íntimos, necesidad extrema

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