El fútbol no suele tener memoria. Los grandes logros conseguidos caen a menudo en un baúl de recuerdos donde hay encerradas miles de lágrimas de felicidad. O de tristeza. El fútbol es así de caprichoso. El Getafe sabe mucho de esto. Quizá la facilidad con que se ha conseguido la permanencia en las últimas campañas ha empequeñecido un logro mayúsculo para una entidad como la azulona. Quizá  el sufrimiento de este año sirva para ensalzar la grandeza de una afición que si respalda a su equipo. Quizá, a final de curso, ese baúl rebose júbilo con olor a permanencia. Desde luego, motivos para creer hay.

El principal bastión sobre el que sustentar la lucha por permanecer un año más en la élite nacional es claro. Una palabra que los jugadores, tal y como ha manifestado el propio Cosmin Contra, deben tener grabada a fuego en la frente. Competitividad. A partir de ahí el equipo es mucho más sólido. Más sacrificado. No tiene ningún temor en ir a la batalla porque sabe que sus guerreros darán el do de pecho ya que poseen condiciones para ello. Es lo mínimo exigible. Algo que se sobreentiende en un equipo de primera división.

Lógicamente hay una línea a seguir desde que el técnico rumano aterrizó en el Coliseum. Si el equipo se atenaza con el balón, deberá hacer el mínimo número de pases para crear peligro al rival. Hacerse fuerte en medio y salir rápido aprovechando los espacios. Para ello, a día de hoy, no hay mejor esquema que el 4-3-3. El trivote es casi una obligación para un equipo que juega con el miedo que le da mirar la tabla clasificatoria cada fin de semana. Pero eso no es excusa. Un buen jugador debe crecerse ante las adversidades. Saber que el escudo que porta, que la camiseta que defiende merece eso y más. Que una vez que salta al campo no existen clasificaciones que valgan. Es el aquí y ahora. El luchar unidos junto a una afición volcada por una causa. La de la salvación.

Se han pasado situaciones similares a la actual. Aquellos finales de infarto en San Sebastián y Santander deben servir de lección. Intentar que la soga no apriete hasta la última jornada. Porque en esos momentos no gana quien más cualidades tiene, si no quien mejor maneja los tiempos de un partido que puede suponer un descenso. Y de un descenso, al margen de lo económico, ya se sabe lo que cuesta recuperarse. Volver siempre es muy complicado. Por ello hay que valorar lo que se tiene. Y luchar por mantenerlo.

Para ello el calendario es fundamental. Y el Getafe tiene la suerte o la desgracia de no tener enfrentamientos directos de aquí al final. Levante, Málaga y un Rayo seguramente salvado en la última fecha son paradas de obligado triunfo para los azulones. El Sevilla en casa es un encuentro para sumar. Mínimo un empate. Si no más. Ante Atlético de Madrid y Barcelona, debe competirse con todo. Sobre todo ante los colchoneros en el Coliseum. Más si cabe cuando los del Cholo vendrán de su partido de Champions. Una lástima que para el encuentro la entrada más barata cueste 50 euros. La hora y la temperatura acompañan al espectáculo. Aunque eso es ya otra historia que nada tiene que ver con lo futbolístico.

El equipo ha interiorizado una idea futbolística

A pesar de todo, las sensaciones positivas en los últimos choques han crecido progresivamente. El equipo parece haberse asentado bajo una idea futbolística. Fundamental para poder optar a algo. Además, el vestuario parece más comprometido que nunca con la causa. Y con una afición que está al lado de su equipo cuando más lo necesita. La comunión es perfecta. El resultado, aún por ver, debe corresponder.

El Getafe tiene una cosa buena. Aunque suene excéntrico. Una racha horrible que solo se puede mejorar. Por mucho que se ganara en Mestalla. Un triunfo en diecisiete partidos es un bagaje demasiado pobre para un club con diez años paseando el azul por los campos de primera división. Es el momento de dar un paso al frente. De demostrar que eso no ha sido algo circunstancial. Con la humildad y el valor de siempre. Con la confianza de haber hecho grandes cosas. El Getafe vale mucho más que todo eso. Hay motivos para creer. Este equipo ha demostrado que si quiere, puede. 

Foto del cuerpo: www.getafeweb.mforos.com