Setenta y cinco días ha estado alejado Álvaro Vázquez de los terrenos de juego. Setenta y cinco largos días en los que el delantero catalán ha intentado con todas sus fuerzas recuperarse acortando lo más posible los plazos. Setenta y cinco días que el Coliseum ha echado de menos a una de las grandes esperanzas de esta temporada. Setenta y cinco días que por fin han terminado… y de qué manera.

Álvaro Vázquez volvió a Getafe después de un desilusionante paso por la Premier League, en la que jugó cedido en el Swansea galés y en la que no disfrutó ni de confianza ni oportunidades. El delantero empezó la pretemporada con renovadas energías y con la determinación de hacer que la grada del Coliseum se rindiera a sus pies.

Pichichi de la pretemporada, el delantero catalán solo tardaría dos partidos en ver puerta. Fue contra el Almería, en el estreno de los azulones frente a su público y, aunque el remate no fue demasiado ortodoxo, valió los primeros tres puntos de la temporada.

Pero la suerte le volvería una vez más la espalda a Álvaro y unas semanas más tarde, en el entrenamiento previo al partido que enfrentaría a Getafe y Valencia en el feudo azulón, el delantero caería lesionado del hombro izquierdo. Se intentó por todos los medios regatear al quirófano, pero en esto tampoco tuvo suerte el 9 getafense y unos días más tarde, el 3 de octubre, se operaba el hombro lesionado.

A la operación le seguirían semanas de intenso trabajo para recuperar el hombro. Recuperación que el delantero ha ido compartiendo con sus seguidores en las redes sociales. Durante la ausencia del de Badalona, el Getafe ha sufrido para sacar los partidos adelante y solo ha conseguido anotar ocho goles. Está claro que el equipo del sur de Madrid echaba de menos a su delantero.

Setenta y cinco días después el sufrimiento llegaba a su fin. Álvaro Vázquez volvió a pisar el césped del Coliseum en el partido de los dieciseisavos de final de Copa del Rey frente al Eibar. El encuentro estaba siendo bastante pobre en cuanto a ocasiones por parte de ambos equipos, por lo que Cosmin Contra mandaba a calentar a Álvaro y Pedro León. Minutos más tarde, ambos saltaban al terreno de juego revolucionando el partido.

Doce minutos tardó Álvaro en volver a sonreír. El delantero aprovechaba una asistencia de su compañero y amigo Sarabia y, con un bonito remate de tacón, enviaba el balón al fondo de la red colocando el 2 a 0 a favor del Getafe.

Y cuando Álvaro sonríe, la afición del Geta sonríe con él.