Golpeó primero el Villarreal en esta serie de cuartos de final de Copa frente al Getafe en un partido donde las defensas tuvieron más protagonismo que los ataques. Sólo Bruno, eterno capitán amarillo, acertó de cara a gol en el minuto 85. Hasta entonces funcionaron las pizarras de ambos técnicos, más preocupados por la vuelta que por esta ida.

Villarreal y Getafe salieron al terreno de juego con onces que alternaban titulares y suplentes. Con Bruno y Vietto como ausencias más destacadas en los amarillos, Sarabia, Pedro León y  Álvaro por parte de los azulones. Sin embargo, el submarino tiene una plantilla completísima y a pesar de dejar a sus dos principales figuras en el banco, salió con pólvora. Y mucha. Sólo a través de la pizarra y el orden consiguió Quique igualar el hándicap que supone al Getafe estar tan corto de efectivos.

El entrenador madrileño preparó un trivote en medio campo con Felip, Juan Rodríguez y Sammir que ahogó la creación de juego por parte de Pina y Trigueros. La consigna: estar muy juntos, robar y salir con velocidad. De hecho, las dos veces en las que el Getafe intentó hilvanar en campo contrario acabaron con intentos de contragolpe por parte del Villarreal. En las dos ocasiones hubo que rascar y ver la amarilla, una para Felip y otra para Juan Rodríguez. Motivos más que suficientes para dejar de subir con alegría y fiarlo todo a un momento de inspiración de Yoda, Freddy y Emi Buendía. De hecho, el canterano con una gran maniobra dentro del área generó una buena ocasión pero se fue al suelo antes de tiempo. Reclamó penalti pero Hernández Hernández hizo oídos sordos.

Para el Villarreal, el primer tiempo –y buena parte del segundo- se podría resumir en miedo a encajar y ver la eliminatoria desnivelada. Sólo Cheryshev se atrevía a proponer algo más, pero sus buenas acciones eran falladas por un Gerard Moreno que no tuvo la noche. El resto del equipo mantenía la posición y movía el balón, pero sin grandes aspavientos.

En la segunda mitad, más de lo mismo. El Villarreal se animó algo más y Gerard envió al limbo dos ocasiones clarísimas. Buena parte de culpa la tuvo Jona, el mejor del Getafe hoy, con una mano proverbial a un disparo a bocajarro del delantero. La contrapartida la puso Yoda, con un buen remate contra la meta de Asenjo que se fue fuera por poco. El partido se atascaba y el 0-0 parecía el resultado más probable. Hasta que llegaron los cambios.

Por parte del Getafe, Diego Castro, Sarabia y Roberto Lago. De los tres, sólo el "10" trató de hacer algo diferente y animó un poco el ataque del Getafe. Por parte del Villarreal, Moi Gómez, Vietto y Bruno. Acertó Marcelino con las sustituciones –como si meter a Bruno Soriano al campo pudiese ser una equivocación alguna vez-; pasado el 80 Vietto provocaba una buena falta al borde del área. Velázquez salió inocente al corte y el delantero argentino sólo tuvo que dejarse arrollar. Bruno disparó la falta y la coló a la izquierda de Jona, en una parábola imposible para el portero.

A partir de ahí trató el Getafe de inquietar algo a Asenjo en los escasos cinco minutos que restaban. Un par de centros peligrosos que se pasearon por el área pequeña pero sin efecto. La falta de referencia arriba pasó mucha factura a los azulones, y Quique decidió reservar a Álvaro, su único delantero, para los compromisos ligueros.

Hoy en Villarreal se repitió el guión del partido contra el Real Madrid; un Getafe serio y bien ordenado pero sin capacidad ofensiva. Y al fútbol se gana metiendo goles, los que harán falta en el Coliseum en el partido de vuelta si el Getafe quiere pisar las semifinales.