Quique Sánchez Flores no escondió nunca cual sería su intención en Copa del Rey. Sabedor que lo realmente importante se disputa los fines de semana, el técnico madrileño siempre dejó claro en cada comparecencia ante los medios que la Copa serviría para poder observar a aquellos jugadores que no cuentan con tantos minutos y a los jugadores que vienen pisando fuerte desde el Getafe B. Sin tiempo para los entrenamientos, utiliza la Copa del Rey para comprobar cómo funcionan éstos jugadores en competición.

Ya pasó contra el Almería, y volvió a suceder en ésta ronda frente al Villarreal. Aún así, siempre manifestó su deseo de competir hasta el final una competición que siempre ha ilusionado a la parroquia azulona. Por su parte, el Villarreal también presentó un once en el que destacaban las ausencias de varios jugadores importantes para los de Marcelino, además del debut del nuevo fichaje, el costaricense Joel Campbell, cedido por el Arsenal.

Un entrenamiento más

Con este contexto, y con un Coliseum ilusionado ante una remontada difícil, comenzó un partido de ritmo lento, en el que las imprecisiones de ambos conjuntos fueron lo más destacable en los primeros compases de la primera parte. Con un centro del campo formado por dos jugadores del filial, como Alex Felip y Astray, el Getafe se asentó en campo propio sin balón, evitando la aparición de cualquier espacio a la espalda de los mediocentros, donde tanto daño hizo en el partido de ida el Villarreal.

Con balón, el Getafe se mostró descarado, atrevido y buscando siempre la portería contraria. Sin embargo, los acercamientos azulones no se significaban ocasiones de gol. El conjunto local llegaba muy bien hasta la mitad de campo visitante, pero ahí se cortocircuitaba. La falta de ideas de los mediapuntas azulones enviaba el balón a las bandas, donde ni Hinestroza ni Pedro León, mucho más centrado que de costumbre, conseguían la profundidad necesaria. 

Más allá de algunas combinaciones de Emi, uno de los mejores jugadores sobre el verde, el Getafe apenas llegaba. Por su parte, el Villarreal dominaba los espacios casi sin esfuerzo. Con una defensa nada exigida, fue Tomás Pina quien se hizo fuerte en el medio del campo. El partido del '4' fue muy bueno, cubriendo una gran cantidad de terreno de juego y recuperando una gran cantidad de balones.

Ritmo lento y pausado

Poco a poco, fue apareciendo Manu Trigueros para los visitantes, que fue el líder del ataque amarillo. Siempre eligiendo bien el primer pase, que siempre rompía líneas de presión dirigiendo el balón a la espalda de los jugadores de banda getafenses, y provocando que tanto Moi Gómez como Campbell se encontraran siempre en opciones de uno contra uno contra el lateral.. 

El partido transcurría sin apenas ocasiones, con un Getafe que intentaba sin mucha fe y un Villarreal con mucho oficio sin balón y peligroso con él, sobre todo cuando conectaban Trigueros y Moi Gómez. Algo más flojo estuvo Campbell en su debut, participativo pero precipitado. A pesar de ello, el Getafe pudo adelantarse en dos ocasiones en la primera parte, la primera a balón parado en un córner en el que tuvo que meter una buena mano Asenjo para evitar el gol de Alex Felip. y en una doble ocasión de Emi y Pedro León cuando la primera parte llegaba a su fin.

Se esperaba que cambiara el ritmo en la segunda parte, pero nada más lejos de la realidad. El Getafe siguió con el mismo plan, intentando llegar con peligro a la portería de Asenjo, que apenas tuvo trabajo más allá de un centro envenenado de Hinestroza que se acabó estrellando en el larguero. Mientras que Quique intentó mejorar al Getafe con los cambios, no lo consiguió, pues ni Sarabia ni Álvaro consiguieron ofrecer la profundidad que le estaba faltando al Getafe.

El Villarreal, de menos a más

Quien sí mejoró fue el Villarreal, que tuvo mayor fluidez y rapidez en los movimientos de balón. La entrada de Cheryshev y Gio Dos Santos dio más dinamismo en el ataque visitante, que parecía que en cuanto apretara un poco se llevaría el partido. Y sólo le hizo falta un buen ataque, con un buen movimiento de Gerard Moreno a la espalda de Alexis, que tras regatear a Jona, marcaba el único gol del partido y sentenciaba la eliminatoria.

El gol mató el partido, dejando diez minutos en los que no pasó nada. El Getafe ya se vio eliminado y el Villarreal no quiso hacer más sangre. Ahora, el Getafe tendrá lo que tanto añoraba Quique, tiempo para poder entrenar y terminar de implantar una filosofía que empieza a dar frutos. Acaba un torneo en el que se ha visto que el Getafe tiene cantera, y que ha competido ante el Villarreal.

Por su parte, el conjunto castellonense se verá las caras con el Barcelona el semifinales de Copa del Rey. En un partido sin apenas historia, en el que los groguets consiguen llegar a los 18 partidos sin conocer la victoria, el Villarreal consigue una clasificación histórica, por primera vez en semifinales de Copa del Rey.