Los cuartos de final de la Copa de África de naciones se saldaron con la eliminación de la selección nacional de Argelia. Los norteafricanos cayeron derrotados por 3 goles a 1 frente a Costa de Marfil y abandonan la competición tras casi un mes. Casi un mes es lo que dicha competición ha tenido apartado a Mehdi Lacen de su club, el Getafe CF. La derrota de los argelinos es por tanto buena noticia para Quique, pues recupera a un futbolista que había sido fundamental en el esquema de su predecesor, Cosmin Contra.

Con Contra, Lacen formó pareja de mediocentros junto a Juan Rodríguez y Míchel, este segundo hoy en China. Pese a un comienzo de liga dubitativo –se perdió la primera, cuarta y quinta jornadas-, el mediocentro se convirtió en pieza clave del dibujo getafense. Fue un fijo de la medular desde jornada 6 a la 17, tras la cual puso rumbo a Ghinea para disputar los partidos de la competición africana. A su marcha, había disputado 14 encuentros y un total de 1182 minutos, durante los cuales anotó un tanto –frente al Villarreal- y dio una asistencia. Con su vuelta, Quique recupera efectivos en la media cancha, parcela que ha visto desfilar a numerosos jugadores.

La dificultad de encontrar un sustituto

Ángel Torres declaró antes de la apertura del mercado de invierno la necesidad de contratar un mediocentro ante la baja de Lacen durante este mes. Sin embargo, finalmente los problemas económicos del Getafe impidieron cualquier llegada. En esta tesitura, Sammir, Álex Felip, Alexis o Diego Castro han sido las parejas de Juan Rodríguez, único mediocentro puro de la primera plantilla. Con la mayoría de ellos jugando fuera de posición, el rendimiento del Getafe ha disminuido considerablemente. Especialmente acusado ha sido el bajón defensivo; Lacen y Rodríguez formaban una pareja muy sólida que permitía al equipo robar y salir a la contra siempre de forma peligrosa.

El retorno de Lacen es una gran noticia para un Getafe corto de efectivos. Con su vuelta, Quique puede apuntalar la sala de máquinas del equipo, ganando empaque en defensa y salida de balón en ataque. La vuelta del argelino puede por tanto marcar un punto de inflexión en el juego azulón, más férreo tras el cambio de entrenador y en el que Lacen debería moverse como pez en el agua.