Se rompió la racha en el Coliseum. Tuvo que ser la Real, un equipo que todavía no había ganado fuera de casa quien venciese en el feudo azulón, donde el Getafe no había perdido en esta segunda vuelta. Y ello gracias a un Gerónimo Rulli que fue la pesadilla de los atacantes locales. El portero argentino firmó una primera parte escandalosa, convirtiéndose en un muro infranqueable. Primero sacó con las piernas un remate de Álvaro Vázquez desde dentro del área. Después, una buena intervención tras remate lejano de Juan Rodríguez. Tras él, llegaría el turno de Pedro León. Dos disparos complicados en el 37 y en el 45 que tuvieron como respuesta las estiradas del guardamenta. El de mula acarició el gol y sólo la inspiración de Rulli se lo arrebató. El extremo soñará con el meta esta noche.

Pero lo mejor quedaba para el final. En el 46 y con Melero a punto de señalar el final del primer tiempo, Gerónimo se hizo grande para evitar el gol de Álvaro primero y de Diego Castro después. Al primero lanzándose abajo con rapidez, y al segundo sacando una gran mano desde el suelo. A golpe de parada se esfumaban las oportunidades getafenses.

Más allá del recital de Rulli bajo los palos, el partido mostró el enfrentamiento de dos ideas muy diferentes. El Getafe mantuvo su dibujo, 4-2-3-1, con Alexis ya afianzado en el lateral diestro, un doble pivote rocoso y mucha movilidad arriba. Por parte de la Real Sociedad, Moyes planteó un 4-1-4-1 que dejaba a Rubén Pardo como único mediocentro. La línea de 4 futbolistas por delante de él contaba con Granero y Canales por dentro –tratando de asfixiar a los mediocentros rivales- y Chory y Xabi Prieto abiertos a bandas. Ninguno de ellos tuvo la noche. Ni los extremos consiguieron desbordar ni Granero ni Canales recibir para crear con comodidad. Agirretxe quedaba como único punta disputando todos los pelotazos que su defensa, ante la falta de ideas en la medular, le enviaba. En esta tesitura, el Getafe dominó amplísimos tramos del encuentro. Toda la primera parte, y un gran tramo de la segunda fueron azulones.

El peligro venía sobre todo de los acercamientos de Pedro León al centro. Con Pardo pendiente de Sarabia, la zona de la mediapunta dejaba un espacio por el que el Getafe podía hacer daño. Y por ahí llegaron las ocasiones que Rulli se encargó de mandar al limbo. Sólo en el inicio de la segunda parte se mostró la Real superior. Alguna cabalgada de Canales y buenas conducciones de Chory pusieron en aprietos a Guaita. El gol sin embargo llegó a balón parado y tras rebotar en el palo derecho de la meta local. La Real se replegó a partir de ahí y supo sufrir. El Getafe, con más corazón que cabeza, trató de empatar, pero los cambios operados por Pablo FrancoFreddy, Yoda y Babá- no surtieron efecto y el equipo se dejó sus primeros puntos en casa en la primera vuelta.