Desde la tranquilidad de la mitad de la tabla clasificatoria, ambos equipos, fuenlabreño y getafense, se presentaban en la mañana del domingo, 12 de abril, en el Estadio Fernando Torres. Los azulones se suponían en busca de volver a la senda de la victoria tras perder en la pasada jornada. Pero nada más lejos de la realidad, pues el Fuenlabrada fue dueño y señor, si no del encuentro, al menos del marcador.

Mateo García tuvo que ingeniárselas para sacar un once en el que hasta cuatro de los ‘titulares estrella’ estaban ausentes. Carlos Vigaray, Álex Felip y Emi Buendía se encontraban convocados con el primer equipo para el partido frente al Villarreal. Además, Pere Milla estaba sancionado tras ver la quinta amarilla en el pasado encuentro frente al Huesca. Así, Pedro Alonso repetía titularidad en la medular del campo, lo acompañaba Jhon Pírez en la mediapunta y Nando Copete en la banda derecha.

Fuenlabrada, dueño y señor

Pitaba el colegiado el inicio del encuentro y con este el conjunto azulón parecía tener intenciones de ir a por el partido. Pero el Fuenlabrada asestaba el primer golpe de manera temprana, Molino tiraba desde la frontal del área y el esférico acababa en el fondo de la red sin que Olmedo pudiese evitarlo. La sombra de la hecatombe se avecinaba.

Los azulones no eran capaces de meterse en el partido y la intensidad que en otras veces había caracterizado al Getafe B no hacía acto de presencia sobre el terreno de juego. Pudo empatar Astray tras rematar de cabeza un córner que ponía Ivi, pero el balón impactaba en el larguero.

Y entonces, pasada la media hora de encuentro, el Fuenlabrada dejaba claro quién saldría victorioso del choque. Daniel anotaba el segundo para los locales, dejando al Getafe B no solo tocado, sino también muy hundido. Lo que restó del primer tiempo no dejó ningún buen sabor de boca en el bando azulón, que con una medular del campo inexistente, el filial se debatía entre intentos frustrados de llegar al área rival y contras fuenlabreñas que crispaban los nervios de una defensa azulona que se encontraba sin ayudas de los de arriba.

Inmolación

Y tras la reanudación, la actitud seguía en la misma tónica que en la primera mitad. Mateo García veía que sus pupilos no terminaban de reaccionar y los suplentes salían a calentar en la banda. El Fuenlabrada por su parte salía tranquilo, pero trazando intentos por rematar el partido y con este, al Getafe B. Y lo conseguía, en el 56’, Matas sumaba el tercero tras un error de comunicación entre Robin y Edu Payá.

El Getafe B terminaba por volatilizarse, se hacía pedazos. No había equipo, ni juego, ni intentos por reaparecer. Los goles eran del Fuenlabrada, hasta tal extremo que el cuarto del partido también lo anotaría Daniel, pero en propia puerta. Recorte de distancias en favor de un Getafe que no lo merecía.

El filial azulón veía un halo de luz entre tanta oscuridad e intentaba acercarse en el marcador, pero las vagas ocasiones del Getafe B no terminaban por fructificar. Y en el 80’, tras una contra del Fuenlabrada que los azulones no conseguían frenar y en la que Olmedo se precipitaba en la salida, Daniel anotaba el cuarto en la cuenta fuenlabreña.

Apenas sin tiempo en lo que era ya un más que sentenciado partido, el Getafe B se creía ave fénix y, con la esperanza de resurgir de entre sus cenizas, apretaba en los últimos minutos del encuentro. Así, el canterano Hugo sumaba el segundo en la cuenta azulona con un gran derechazo en el que el esférico se estrellaba en el palo para acabar en el fondo de la portería. Tras esto lo intentaba una vez más Mikel Orbegozo, pero era ya demasiado tarde.

El colegiado pitaba el final del partido y así ambos equipos, Fuenlabrada y Getafe B quedaban empatados a puntos en la clasificación. Imposible ya soñar con algo más para un filial azulón que definitivamente se queda sin esperanzas.