Malos recuerdos trae al Getafe el Ramón Sánchez Pizjuán, estadio que visitará este sábado para medirse al Sevilla. Los azulones no ganan en Nervión desde noviembre del año 2010, y en los cuatro partidos disputados desde entonces el balance es un muy favorable a los andaluces: 10 goles sevillistas, uno de los madrileños. Un balance, sin duda, muy mejorable.

El año pasado, el Getafe, dirigido por Cosmin Contra, cayó por 2-0 dando la sensación de que el equipo estaba aún a medio hacer. Bacca adelantó a los suyos desde el punto de penalty, y, aunque los getafenses gozaron de muy pocas ocasiones, pudieron empatar en los instantes finales con una chilena de Freddy Hinestroza que sacó de forma espectacular Sergio Rico. En la continuación de esa jugada, Aleix Vidal sentenció el choque y dejó los tres puntos en la capital andaluza.

En la temporada 2013/14, los azulones viajaron a Sevilla en plena racha de malos resultados, y no fueron rival para los de Emery, que se impusieron con un cómodo 3-0 gracias a los goles de Vitolo, Bacca y Rakitic. En la 2012/13 y la 2011/12, el Getafe cayó por 2-1 y 3-0 respectivamente. El único tanto en esta serie de partidos por fue logrado por Alexis Ruano a la salida de un córner.

Entre 2009 y 2011, el Getafe venció en tres ligas consecutivas en el Pizjuán

No obstante, no hace tanto que el Pizjuán dejó de ser un campo propicio para el Getafe. Antes de esta racha de cuatro derrotas, enl cojunto madrileño llegó a sumar tres triunfos consecutivos en liga a orillas del Nervión, de los que el más decisivo fue sin duda el de la temporada 2008/09, en la que, dirigidos por Víctor Muñoz, los azulones asaltaron el feudo sevillista en la jornada 30 gracias a un gol de Gavilán y lograron tres puntos vitales para la permanencia. A continuación, llegaron dos triunfos por 1-2 y 1-3, aunque es cierto que entre medias el Sevilla venció en Copa del Rey por 2-0 y eliminó a los getafenses en semifinales.

¿Podrá el Getafe poner fin a esta mala racha? Faltan tan solo dos días para averiguarlo, pero al fin y al cabo, no son más que números. Lo que pase el sábado sobre el césped, seguramente tenga poco que ver con ellos.