El Rayo Vallecano aprovechó la indolencia del Getafe para encarrilar su pase a octavos de final de la Copa del Rey tras derrotar por 2-0 a los de Escribá gracias a los goles de Lass Bangoura y Patrick Ebert. A los de Jémez les bastó con apretar un poco para llevarse un típico partido de primera ronda copera, en el que ambos conjuntos introdujeron muchas rotaciones y ninguno de los dos salió especialmente mentalizado. Los franjirrojos dejan muy a su favor la eliminatoria, que terminará de decidirse el 16 de diciembre en el Coliseum.

Bastaron 27 minutos

Muy poco tiempo necesitaron los locales para dejar el duelo muy cuesta arriba para los azulones. Apenas habían transcurrido cinco minutos cuando Trashorras realizó un cambio de orientación para Lass, Noblejas midió mal y dejó al guineano controlar e introducirse en el área, y, tras regatear sin demasiadas complicaciones a Alexis y Megyeri, el extremo hizo el 1-0. La oposición de la zaga getafense fue mínima. Comenzaba a entreverse que los de Escribá no habían salido a por la Copa.

Tras el tanto, el Getafe trató de hacerse con el control del balón, pero le costaba muchísimo superar las líneas del Rayo, que robó muchos balones en campo rival y trató de ser muy vertical tras cada recuperación. Los vallecanos, por su parte, sí podían permitirse el lujo de tocar el balón cómodamente y superar la presión azulonas. Pese a que habían transcurrido pocos minutos, la sensación era de claro control de los locales.

Los únicos acercamientos de los visitantes se producían a balón parado, y en un córner pudo llegar el empate. Pedro León colgó el esférico, Alexis peinó en el primer palo, y Scepovic, que remató totalmente solo al borde del área pequeña, desperdició una clamorosa oportunidad. Pese al dominio de los de Jémez, la grada de Vallecas se llevó un importante susto apenas 10 minutos de ver a los suyos adelantarse.

Scepovic desaprovechó una clamorosa ocasión antes del 2-0

Alendo por la ocasión que se había encontrado, el Getafe trató de tomarle el pulso al partido, pero el segundo tanto tardó poco en llegar y de rematar al conjunto azulón. Aprovechando que Vigaray había salido del campo para ser atendido, Bebé se internó por la banda defendida por el canterano, sirvió al centro para Ebert, y el alemán perforó la meta de Megyeri con un potente disparo ajustado a la base del palo. El teutón, tras haber sido pitado por la afición, celebró su gol mandando a callar al público.

Tras esto, el intento de reacción getafense se apagó, y el partido entró en una fase en la que no ocurrió prácticamente nada. Los de Escribá buscaron en exceso jugadas individuales que no les condujeron a ninguna parte, y, al margen de un disparo lejano de Pedro León que atrapó sin problemas Yoel, todas las llegadas, aunque poco peligrosas, siguieron cayendo del lado local. Al descanso, el partido parecía totalmente muerto.

Wanderson contra el mundo

Tras la reanudación, esta sensación no cambió, y de hecho el 3-0 estuvo cerca de llegar a los pocos minutos. Ebert recibió un gran pase interior de Trashorras, orientó a la perfección su control y encaró a Megyeri en el mano a mano, pero el guardameta húngaro desbarató su ocasión con una buena parada. El rechace llegó a los pies de Manucho, que remató fuera inexplicablemente y tampoco pudo ampliar la ventaja.

Sin embargo, cuando parecía que el Getafe había renunciado totalmente a competir, la entrada en el minuto 63 de Wanderson dio alas al conjunto madrileño. El brasileño fue prácticamente el único que lo intentó, y tan solo un minuto después de entrar en el campo generó la ocasión más clara de los suyos. Tras desbordar a dos defensores, el del filial azulón puso el balón atrás y este quedó muerto ante Pedro León, pero el murciano se encontró con Yoel cuando el gol parecía inevitable.

Pese a que Wanderson continuó intentándolo, sus compañeros no ayudaron, y poco más pudo hacer. El Rayo vivió con tranquilidad absoluta durante los últimos 20 minutos, y tiene en su mano colarse en los octavos de final. El Getafe buscará una meritoria remontada en el Coliseum, pero no hay duda de que para ello deberá hacer mucho más de lo que ha intentado hoy.

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Sobre el autor
Aitor Darias Oruezabala
Proyecto de periodista. Amante del fútbol desde pequeño y enamorado más tarde del baloncesto. De qué sirve vivirlo si no puedes contarlo.