Las Navidades están en pleno apogeo y este partido permitirá a los futbolistas volver a casa. Ambos estuvieron en las filas azulonas, aunque ninguno de los dos consiguió despuntar en el club. A día de hoy, las sensaciones de Getafe y Depor son muy distantes. Los locales llegan después de dos empates seguidos y con la eliminación copera todavía en mente. Por su parte, los de Riazor, afrontan el encuentro con la moral subida, después de la gran campaña que están realizando y con su delantero estrella, Lucas Pérez, en un estado de gracia. 

Sin embargo, este Deportivo de la Coruña, entrenado por Víctor Sánchez, es mucho más que un solo jugador. En este aspecto hay que destacar a Pedro Mosquera. El mediocentro visitante recaló en el conjunto azulón en la temporada 2010-2012 y 2013-2014 respectivamente, con más pena que gloria. En su primer periplo, solo disputó 14 encuentros; en el segundo gozó de 25 partidos, pero no se asentó en las filas getafenses y fue traspasado al Depor. Esta campaña ha conseguido despuntar gracias a la confianza de su míster y ahora es un pilar  fundamental en el medio del campo.

Todas las jugadas pasan por él y su peso en el juego ha ido aumentado. Además, ha mejorado en la faceta defensiva y esta temporada se está destapando como un gran recuperador de balones. Muchos en las oficinas del Coliseum estarán lamentado su marcha

Forma un tándem muy peligroso con Alex Bergantiños. Si en estos momentos, los coruñeses se encuentran sextos en la tabla de clasificación, es en gran parte por culpa de la labor de Mosquera y Bergantiños, entre otros pesos pesados del vestuario. 

Lopo, un central en horas bajas

El zaguero de los de Riazor no está contando esta temporada para su entrenador y su peso en el equipo es casi inexistente. Una de la razones es que su retirada lejos de los terrenos de juego no anda muy lejana. Ha perdido velocidad y para un defensa ésta es fundamental. 

No obstante, hubo un tiempo en que Lopo era el líder de la defensa y poseía una buena solvencia para parar a los atacantes. Paso por el Getafe, en las  campañas 2011-2014, pero solo jugó 40 partidos en tres años, bagaje pobre para cualquier futbolista. Puso rumbo al Deportivo para mejorar su situación, pero, a estas alturas, se encuentra en una encrucijada.