El meteórico asentamiento de Juan Cala en la zaga del Getafe es un caso digno de analizar. Ni más ni menos que 12 jornadas le llevó aparecer por primera vez en el once, pero dice un sabio refrán popular que lo bueno se hace esperar, y en este caso no se puede hacer otra cosa que darle la razón. En pocas semanas el central andaluz pasó de descarte habitual a titular indiscutible, algo que, sin duda, logró por méritos propios.

Cuando su presencia en la plantilla prácticamente se había confirmado como anecdótica, Escribá decidió darle sus primeros minutos alineándolo como titular en el derbi liguero ante el Rayo. Pese a la larga ausencia, rindió a un buen nivel desde el primer minuto del choque, y sus buenas maneras para cortar y bloquear el juego rival no pasaron desapercibidas. Aún así, pocos podían imaginar que no volvería a abandonar el once titular.

Desde que debutó ante el Rayo su nivel ha ido creciendo junto al del equipo

Escribá decidió volver a apostar por él ante Villarreal y el Real Madrid, y su nivel comenzó a crecer de manera exponencial. No tardó en despatar sus virtudes tanto en el juego áereo como a la hora de anticiparse y cortar balones, y cada partido que juega parece hacer al equipo mucho más seguro. Nadie duda ya de su titularidad, y la pareja que ha formado con Vergini parece llamada a dar muchas alegrías a la afición getafense.

Pese a encajar cuatro goles poco después de debutar, la media de tantos recibidos por partido ha bajado de 1,5 a 1,1 desde que apareció en el once. Ante el Sporting demostró que también posee cualidades ofensivas anotando el gol que inició la remontada, y, pese a que en ocasiones es impreciso en sus desplazamientos en largo, es un jugador con mucha cabeza que sabe leer el juego y no complicarse. Tardó en emerger, pero lo ha hecho a un nivel estratosférico.

Con todo esto, la defensa del Getafe parece ahora una de las posiciones más afianzadas. Alexis y Velázquez, pareja de centrales a la que pocos pusieron pegas el año pasado, parecen ahora relegados a la suplencia, mientras que Cala y Vergini parecen haber conformado una sociedad dispuesta a quitar a Guaita todo el trabajo posible. Sin ser el único artífice, no es casualidad que desde su aparición los azulones sumen solo una derrota en nueve partidos. Como suele decirse, para ganar hay que ser seguro atrás, y con Cala el Getafe lo es mucho más.