La situación clasificatoria del Getafe es actualmente muy complicada y, a falta de siete jornadas, la preocupación ante un posible descenso de categoría ya ha invadido el Coliseum Alfonso Pérez. Los azulones acumulan 11 jornadas sin ganar, son penúltimos, y la lucha por la salvación parece cada vez reducida a menos equipos. En este contexto, la redacción de VAVEL ha querido debatir acerca de la situación de Fran Escribá: ¿debe seguir el valenciano al frente del banquillo?

Aitor Darias

NO | Sería una auténtica pena tener que prescindir de un entrenador como Fran Escribá. El valenciano ha demostrado de sobra su valía para dirigir a este equipo, para ilusionar al Coliseum, e incluso para liderar un  proyecto a largo plazo, pero la actual situación obliga a dar un cambio de dirección brusco antes de que sea demasiado tarde. Y este cambio, lamentablemente, a falta de tan pocos partidos solo puede darse renovando el banquillo.

Seguramente pocos entrenadores que puedan llegar ahora mismo al Getafe mejorarían el trabajo táctico de Escribá. Posiblemente ninguno. ¿Por qué echarlo entonces? Sencillamente porque, a falta de tan poco y en una lucha como la de eludir el descenso, el componente mental importa casi más que la calidad individual o las decisiones tácticas, y anímicamente los azulones están ahora mismo al borde del jaque mate.

El cambio de entrenador es la única forma de dar un giro radical e inmediato a esta dinámica 

A base de derrotas la moral de los jugadores y del cuerpo técnico se ha ido hundiendo poco a poco. Escribá fue responsable de algunas de ellas, los errores individuales y la mala suerte lo fueron de otras, pero ese no es el problema ahora. El problema es que la confianza en sí mismos pende de un hilo, y así es difícil trabajar. El bloqueo mental, el no saber qué hacer para solucionar un problema que ha ido poco a poco surgiendo de la nada hasta hacerse enorme, el miedo al error... son aspectos que no van a desaparecer solos. Cuando se entra en una dinámica como la actual, en la que todo lo que puede salir mal sale mal, es muy difícil salir.

El nuevo entrenador aportaría aire fresco, una dosis de confianza que la plantilla necesita como el comer. Llegaría sin la carga moral de sumar 11 jornadas sin perder, sin sentirse responsable de llevar al penúltimo puesto a un equipo que estuvo diez puntos por encima del descenso. Vendría con el único propósito de levantar el ánimo de equipo y sacarlo del descenso. Jugar a fútbol es algo que estos jugadores saben hacer por sí mismos. Ya lo demostraron jornadas atrás. Cuando tenían confianza.

Hay dos precedentes en el Getafe de entrenadores que fueron destituidos en condiciones similares: Víctor Muñoz y Luis García. El primero fue cesado en la jornada 33 de la temporada 2008/09 con el equipo un punto por encima del descenso tras sumar solo dos victorias en sus últimas 13 jornadas; el segundo, en la jornada 27 tras 13 partidos sin ganar con el equipo también un punto por encima de la zona roja. En ambos casos, los azulones lograron la salvación en la última jornada.

Es cierto que en la temporada 2010/11 los getafenses lograron la salvación manteniendo a Míchel en el banquillo pese a encadenar nueve jornadas sin ganar y pasar de luchar por Europa a puestos de descenso. No obstante, el ritmo de puntuación era más elevado y las sensaciones eran otras. En esta ocasión, la situación parece irreversible, y si Escribá no logra dar un giro de 180º ganando en El Madrigal (un empate con una buena imagen podría ser suficiente) el club debería prescindir de sus servicios pese a tratarse de uno de los mejores entrenadores que se ha sentado en el banquillo del Coliseum. Quizás merezca alguna oportunidad más, pero las jornadas se agotan. Sería sin duda una auténtica pena, pero, ante todo, está el bien del Getafe Club de Fútbol.

Sory Khaloufi

Fran Escribá ha sido el mejor fichaje del Getafe durante este verano. Es un entrenador que tiene las ideas claras, que sabe cómo tratar con los jugadores en los buenos momentos y cuando las cosas no van tan bien, y así lo demostró el año que estuvo en el Elche. Es el técnico que necesita el Getafe. En estos momentos tan complicados es difícil creer en el entrenador y su cuerpo técnico, pero hay que darle un voto de confianza.

Escribá se ha encontrado con problemas ajenos a él como la falta de gol o las ventas en enero

No puede decirse que Escribá no tiene culpa alguna de la difícil situación que están atravesando los getafenses. No obstante, sumar dos de los últimos 33 puntos en juego, no sólo es culpa del técnico valenciano. También son algo culpables los jugadores ya que el conjunto azulón sólo ha marcado dos tantos en los últimos once encuentros, uno a balón parado y otro de gracias a un cabezazo de Velázquez. Este es su momento. Ahora es cuando los jugadores tienen que dar un golpe sobre la mesa y cambiar de la mentalidad.

Escribá ha tenido también que enfrentarse a la salida de dos pilares del Getafe como eran Lafita y Alexis. Más tarde, Ángel Torres intentó arreglarlo con la llegada de Álvaro Pereira y Henok Goitom.

¿Quién iba a imaginar esta situación en enero? El Getafe acabó  la primera vuelta en la décima posición, muchos pensaban ya en la UEFA Europa League y ahora esto. Decimonovena posición y a tres puntos del colista.

En este último tramo, el Getafe se tiene que unir para sacar esta situación hacia adelante. Jugadores, cuerpo técnico y afición tienen que sumar uno y remar en el mismo sentido para conseguir la decimotercera temporada en Primera División.

Alberto González

NO | Sus temporadas con el Elche le avalaban, así que su fichaje estuvo más que justificado, y de hecho fue una de las principales razones para creer en el Getafe esta temporada. El comienzo fue dubitativo pero se llegó a esa gran racha cuando los jugadores empezaron a acostumbrarse al nuevo sistema que Fran había planteado. ¿Cuál es el problema? Que ahora mismo  los jugadores, principalmente, han entrado en una espiral de negatividad que no les permite levantar cabeza.

El cambio de entrenador es la única forma de levantar mentalmente al equipo

Esos goles tan tempraneros que el equipo recibe le están pasando factura y en estos momentos ya no son capaces mentalmente de sobreponerse a ellos. Necesitan algo que los despierte, que sirva para romper esa actitud, y por desgracia la única solución que ahora mismo se vislumbra es cambiar de entrenador. No obstante, habría que esperar a ver qué son capaces de ver los jugadores el domingo frente al Villarreal para poder ver si de verdad están estancados o la mano de Fran prevalece y salen a flote. Es demasiado frío opinar desde una silla frente al ordenador, pero conforme a lo que se observa en los partidos parece que el cambio que necesita el Getafe es el de entrenador.