Los duelos entre los madrileños y los gallegos no son precisamente recordados por ser demasiado excitantes o por tener demasiados goles. Aquel duelo que tuvieron a finales del año 2015 no fue menos, casi un trámite antes de la semana de descanso que tuvieron en Navidades.

En aquellos momentos el Deportivo se encontraba sexto en la clasificación, mientras que el Getafe llegaba tras ser eliminado de la Copa del Rey pero con tres partidos sin perder bajo su brazo.

La apuesta del Deportivo fue aguantar los noventa minutos y puntuar para seguir en una posición alta en la tabla. El empate le servía, y por si acaso se pudiese llevar los tres puntos dejó a Lucas Pérez en punta de lanza. Sólo, a la espera de algún balón rechazado por su equipo con el que poder sorprender al Getafe.

De esta manera, en la mayor parte del tiempo reglamentario el Deportivo estuvo en su campo defendiéndose de los envites del conjunto azulón. El Getafe se hizo con el control de la posesión en los momentos más importantes del partido, pero le faltaba ese último pase, la visión de juego con la que superar a la zaga coruñesa.

Y se toparon con Germán Lux

Las pocas oportunidades que tuvo el Getafe para abrir el marcador fueron frustradas por Lux, el guardameta argentino del Deportivo. El equipo madrileño realizó quince tiros en todo el partido, de los cuales cinco fueron a puerta y repelidos por él.

En especial, estuvo brillante en dos momentos del partido. Cuando Damián Suárez lo tuvo todo a favor al rematar un rechace provocado por Sarabia y en un disparo de Víctor Rodríguez, que aunque no potente, si fue preciso pero anulado por el portero del Deportivo.

Ahora mismo el Deportivo no está matemáticamente salvado, pero puede ser cuestión de tiempo, mientras que el Getafe se lo juega todo y deberá hacer todo lo posible por ganar en Riazor. Por la tensión que se viva dentro del terreno de juego será bastante difícil que se repita el partido monótono de la ida.