Si de una línea del campo es donde un equipo consigue resultados, es la delantera. Todo buen equipo de la máxima categoría española debe tener en su haber jugadores de calidad ofensiva que marquen la diferencia tanto en partidos concretos como en el cómputo global de puntos al concluir la campaña. Equipos emergentes, como son los Betis o Real Sociedad, llevan consigo sus grandes logros gracias a la labor goleadora de hombres como Rubén Castro por parte de los verdiblancos, o Carlos Vela por parte de los txuri-urdin. El Getafe lleva largo tiempo sin tener este jugador goleador en el área, desde Roberto Soldado solo Miku ha hecho olvidar a la afición las importantes cifras del cañonero valenciano. Pese a ello, la temporada 2011/2012 que finalizó el venezolano no terminó de convencer ni a afición ni cuerpo técnico, quien vio en el delantero un jugador del que sacar beneficio inmediato.

Desde Roberto Soldado, el Getafe no encuentra un ariete de garantías

Fue por ello que la temporada 2012/2013 del Getafe se presumía como la que marcaría un salto de calidad ofensivo de cara a conseguir proyectos mayores en la competición. El club de Ángel Torres elaboró un importante esfuerzo para hacerse con los servicios de dos jóvenes talentos ofensivos del panorama nacional, Álvaro Vázquez y Paco Alcácer, que hiciesen olvidar a un Miku que ponía rumbo hacia el Celtic de Glasgow. Ambos arietes, habituales de las categorías inferiores de la selección nacional y fijos en los esquemas de sus respectivos equipos (Espanyol y Valencia Mestalla) donde ofrecían una gran faceta goleadora y ofensiva que se pretendía llevar a la escuadra del sur de Madrid.

Altas expectativas

La delantera azulona comenzó la temporada con un auténtico caos de jugadores, el titular en los primeros partidos disputados fue un Miku que no tardó en abandonar cedido la entidad azulona poniendo rumbo a Escocia. El mercado se terminaba y el club madrileño buscó in extremis jugadores que permitiesen al Getafe asegurarse un recambio de garantías. Álvaro Vázquez fue la sorpresa, jugador revelación con el Espanyol y elegido como futbolista con más futuro del deporte catalán. El ariete era una de las joyas del futbol nacional y el Getafe arriesgó haciéndose con los servicios del catalán por la cantidad de 3 millones de euros. Junto a él llegó otro joven delantero, Paco Alcácer, que al igual que su nuevo compañero en filas azulonas, era uno de los futbolistas con más esperanzas de triunfar en el fútbol nacional. Junto a ellos se quedaba en el equipo Adrián Colunga, delantero cuyo paso por el Getafe año tras año se hacía más abrupto y difícil debido a la poca confianza depositada en él tanto por parte de la afición, como por la de su propio técnico.

Los tres jugadores ofrecían características sobre el césped muy diferentes, Álvaro sería el ariete a priori titular, del que el equipo se aprovecharía de su movilidad al borde del área y los huecos que dejaría en defensa a disposición de sus compañeros Barrada o Diego Castro. Paco Alcácer sería el suplente indicado, con algo más de presión en el área, serviría para desatascar partidos gracias a su buen olfato goleador y mantener a las defensas desubicadas. Colunga, quien al principio no parecía tener importancia en el equipo, pasaría a ser el desborde del equipo, su velocidad endiablada y su más que demostrado esfuerzo en el campo, serían las principales bazas para romper zagas ya sea por los costados o por el centro y aumentar el peligro con la asociación futbolística con Abdel.

La presión fue grande para los dos jugadores recién llegados, prácticamente toda la responsabilidad goleadora se depositaba en dos futbolistas con muy poca experiencia en primera, sobre todo en el caso de Alcácer.

Decepción goleadora

Durante el transcurso de esta pasada Liga, el Getafe vio como sus nuevos fichajes no carburaban en el equipo, los goles no llegaban y la línea defensiva se convertía en la responsable de la mayoría de los goles. Álvaro Vázquez, quien partía como pieza clave del equipo, deambulaba por el campo sin mantener claras sus expectativas goleadoras, su buen hacer con el balón demostrado con su exequipo se difuminó en el Coliseum, donde los goles llegaban con cuentagotas. Paco Alcácer imprimió algo más de chispa sobre el campo, gracias a actuaciones meritorias para un prácticamente debutante en la Liga BBVA; no pretendía ser el máximo anotador, pero sus cifras goleadoras se quedaron mucho atrás de lo que esperaban tanto jugador como afición.

La temporada del Getafe se ha resuelto con 43 goles a favor en total donde el máximo goleador ha sido Diego Castro con tan solo siete tantos. Las cifras goleadoras de los arietes azulones han sido en su mayoría decepcionantes, donde la excepción la marca Adrián Colunga, el jugador se posicionó como delantero titular durante la segunda vuelta del campeonato, gracias a un excepcional estado de forma. Con apenas media vuelta jugada se coloca como el segundo máximo anotador azulón con seis balones introducidos en las metas contrarias.

Lafita, el falso nueve azulón

La situación ofensiva se tornó más alarmante cuando Colunga cayó lesionado durante un entrenamiento el pasado mes de abril, dejando huérfana de su ariete titular a la delantera del Getafe. Luis García había perdido la confianza depositada en sus pupilos Álvaro y Alcácer, por lo que decidió tomar una decisión novedosa en el esquema azulón usando al centrocampista Ángel Lafita como 'falso nueve'. La decisión, como el propio míster alegó se debía a “querer ganar cuerpo, ya que Lafita nos ofrece cosas diferentes que Álvaro y Paco”. Ángel Lafita es un centrocampista ofensivo que desde su etapa en el Zaragoza ha sido habitual en la media punta o en las bandas, la posición de delantero referente no fue totalmente nueva para él ya que en algunos momentos de su carrera había participado en esa posición. El resultado no fue el esperado y el Getafe no mejoró con Lafita en la punta de ataque. Los números decayeron y los resultados acompañaron la caída, acrecentado además con la ausencia goleadora del exzaragocista quien, de los dos goles anotados durante la temporada, no ha marcado desde la posición de delantero referente.

El uno a uno

Álvaro Vázquez: La temporada del atacante catalán ha sido mala. El jugador no ha alcanzado las metas por las que fue contratado y de él se espera una nueva temporada drásticamente diferente. Su movilidad y buena puntería han quedado latentes en encuentros salteados sin llegar a definir una regularidad meritoria.

Paco Alcácer: El joven valenciano de 19 años llegó con la bandera de delantero de futuro. Sus buenos números con la sub’19 se esperaban ver plasmados con la elástica azulona, pero no ha llegado a demostrarlo. Tres goles en Liga y escasas aportaciones son el cómputo global de Paco en el Getafe. Su vuelta a Mestalla parece clara, debe madurar como futbolista.

Adrián Colunga: El salvador del Getafe. Pese a recibir duras críticas a principio de temporada y verse relegado del esquema inicial, salvó las adversidades y se esforzó durante los entrenamientos para demostrar de lo que es capaz. De no haber sido por su lesión en la recta final, el Getafe podría haber ganado mucho peso en facetas ofensivas. Su participación en el equipo la próxima campaña es toda una incógnita.

Ángel Lafita: La fórmula que usó Luis García para dar un nuevo aire al equipo. El falso nueve no dio resultado ni en el equipo ni en la parte individual del propio jugador. Ofreció esfuerzo y garra pero en contadas ocasiones se vio que no albergaba las características de un goleador.

Fotos del cuerpo: Deportes Terra y Goal.