Tarde sosegada en la localidad manchega de Talavera de la Reina, situada al noroeste de la provincia de Toledo. Aquel 11 de marzo de 1976 asoma por primera vez al mundo Francisco Javier Casquero Paredes. Nadie de los presentes podía imaginarse en aquel momento que 35 años más tarde se convertiría en uno de los privilegiados del fútbol nacional.

El pasado lunes 5 de diciembre de 2011 "Javi" Casquero sumó en el Sánchez Pizjuán 300 partidos en la máxima categoría del fútbol español. Casualmente, 299 partidos antes, debutaba en ese mismo estadio con la camiseta del que ayer era su rival, El Sevilla Fútbol Club. Cosas del destino...11 años antes Joaqun Caparrós decidió confiar en el mismo grupo que retornó al Sevilla a primera división. Pabo Alfaro, David Castedo, Francisco Gallardo, Antonio Notario...y un tal Javier Casquero entre otos, que arribó en la ciudad del Guadalquivir una temporada atrás procedente del filial del Atlético de Madrid.

Su espigada envergadura , su potente disparo y su enorme sacrificio en el terreno de juego partían como principales avales para que la secretaría técnica dirigida por un desconocido hasta la fecha en esas labores Ramón Rodríguez Verdejo, "Monchi" apostara por él. Durante las 5 inovidables tempordas que defendió la elástica nervionense Francisco Javier Casquero desarrolló su potencial y afinó sus cualidades. Dejó una más que digna cifra de 22 goles en 155 partidos en las que hizo propias la casta y el coraje, señas de identidad del club sevillano. Sus famosos trallazos desde la frontal del área empezaban a dejar huella en las redes de los diferentes campos de España.

El Sevilla crecía de manera exponencial y Javier Casquero se quedaba sin hueco en el equipo, por lo que ambas partes decidieron que lo mejor era buscar una salida en busca del protagonismo perdido en la última campaña. Cambió el sur por el norte, el sol por las nubes, y probó suerte en el Racing de Santander, donde anotaría 5 goles en 26 partidos. Tan sólo estuvo esa temporada, ya que a la siguiente Casquero no pudo rechazar la interesante propuesta del Getafe Club de Fútbol, equipo madrileño, cerca de su Toledo natal. Allí viviría su madurez como futbolista, de la mano de Bernd Schuster Casquero explota sus cualidades y lleva al modesto Getafe junto a compañeros de la talla de Gúiza o Pato Abbondanzieri a cumplir sueños hasta el momento inalcanzables: jugar 2 finales de la Copa del Rey y competir en la Copa de la Uefa hasta caer ante todo un Bayern de Munich en cuartos. Su histórco golazo que hacía el 2-1 ante el conjunto germano aún llena de lágrimas los vidriosos ojos de los aficionados azulones. Un gol que estuvo a punto de cambiar la historia de un club que parecía tocar techo en cada gesta lograda, en cada territorio conquistado por Europa, pero no pudo ser, y el "Eurogeta" se quedó a las puertas de la semifinal, de la forma que más duele, en el último minuto de la segunda parte de la prórroga con Luca Toni como verdugo. No obstante, aquellos minutos donde el cuadro azulón era momentáneamente semifinalista de la Uefa Cup inmortalizaron a esos 10 gladiadores que se estaban dejando la piel sobre el Alfonso Pérez -De la Red fue expulsado-.

Casquero se convirtió en héroe azulón, entró a formar parte de la época más dorada del "inexperto" club madrileño. En la actualidad, Casquero afronta su sexta temporada en el club getafense, siendo uno de los capitanes del equipo y alzanzando cifras mágicas con las que todo futbolista sueña, 300 partidos en primera división.

Uno de esos jugadores que viven a la sombra de las grandes estrellas que a menudo habitan en nuestra liga, uno de esos futbolsitas que son claves en cualquier vestuario, uno de tantos obreros del fútbol que merecen igual reconocimiento que los "acaparadores" de portadas, porque sin obreros que pongan ladrillos; el fútbol, como la vida misma, no se entendería.

Dicen que por encima de todo están las personas. Francisco Javier Casquero ha sido considerado desde sus inicios en el Club Deportivo Toledo como un magnífico profesional. un compañero ejemplar y una gransíma persona.