El Real Madrid volvía a visitar el Nuevo Los Cármenes de Granada con el amargo recuerdo de la victoria de la pasada temporada de los hombres de Lucas Alcaraz. Un guion que cambiaría por completo en pro de un Real Madrid más eficiente y mejorado en todas las líneas del terreno de juego. El argentino Di María tomó el mando de protagonista para increpar al Granada por el costado derecho y permitir, que en esta ocasión sí, el francés Benzema pudiera marcarle al portero granadinista. Victoria que volvió a remarcarse por la titularidad de Diego López bajo los palos, en detrimento de Casillas, y con una grada que se encargó de apoyar al todavía capitán del equipo y también de la Selección Española. Victoria que sigue posicionando al Real Madrid en la zona alta de la tabla clasificatoria en la pelea por el título. El Granada creyó más en sus opciones al final del encuentro y estuvo a punto de sorprender.

El Granada, sin embargo, no apareció ni se mostró tan eficiente como en la primera jornada, ante Osasuna en El Sadar. Perdido desde el inicio y con menos ambición de la necesaria para conseguir incomodar a uno de los mejores equipos del mundo. Durante los primeros cuarenta y cinco minutos solo se respiró sed de veganza. Los madridistas, abocados al buen hacer por los dos costados y la agilidad con Cristiano Ronaldo y Ángel Di María para derrocar a una zaga granadinista que tuvo que sufrir más que de lo habitual. Brayan Angulo y Allan Nyom se cerraron de más a la par que el resto de centrales y los dos extremos del cuadro madrileño fluyeron con más alegría.

Despliegue ‘blanco’ por la banda derecha

El Granada perdió las pautas del juego por el medio y apenas consiguió contrarrestar el socavón ofensivo de un Real Madrid brillante, enérgico y vertical para rozar el primero de la cita cuanto antes. Así llegó el gol esperado, y trabajado, por parte de los hombres de Carlo Ancelotti: nuevo cambio de orientación al costado derecho e internada del ‘ángel’ blanco para que en esta ocasión, de forma reiterada, sí pudiera encontrar al rematador esperado: Karim Benzema tras un toque previo del luso Ronaldo. Los de Lucas Alcaraz se diluyeron con demasiada facilidad  y no encontraron ni el espacio, ni el acierto, para dañar las arremetidas de un Madrid crecido y valiente; osado y peligroso.

Tan solo Iturra y Diego Mainz se atrevieron a oponerse ante el gran misil madridista. Ozil, Isco y Modric se encontraron con suma facilidad, mientras que ni Yebda, ni Brahimi, pudieron conseguir aparecer con la necesidad que demandaba su equipo. El-Arabi tuvo la única ocasión de su equipo, en un mano a mano con Diego López que bien pudo sacar, con un mal golpeo del ariete marroquí, y los granadinistas no volvieron a obtener el fruto deseado. Una primera parte que mostró lo mejor del conjunto blanco –hoy de azul-, y la peor imagen de un Granada carente de ideas, acierto, estrategia y unión.

Los primeros compases del segundo tiempo mostraron la misma línea que la de los primeros cuarenta y cinco minutos. Insistencia y perseverancia del Real Madrid y menos hambruna de un Granada poco creativo y constructivo en campo contrario, aunque más rocoso en defensa. La entrada en el terreno de juego del delantero madrileño Riki dio un aire fresco a su equipo, especialmente en la faceta de recuperación y de trabajo físico. Clara y necesaria. Isco también tomó partido y apareció con más relevancia que en la primera parte, a punto de sorprender al guardameta rojiblanco, Roberto, con un testarazo que parece haber patentado desde su llegada al Real Madrid.

A los de Alcaraz no les tocó otra que intentar aparecer con más vehemencia por las dos bandas y en este sentido apareció el aguerrido Nyom, a poco de conseguir la igualada con un golpeo lejano que después sería rechazado por Álvaro Arbeloa. Los rojiblancos dejaron menos espacios en defensa y al equipo visitante le costó más internar en el área local. Más compactos y ensimismados con conceder más facilidades a su contrario y seguir salvaguardando la distancia de un gol en contra.

Cambio de esquema y nuevas incorporaciones en el Real Madrid

Ancelotti también optó por refrescar varias zonas del terreno de juego y reforzar, especialmente, el  aspecto defensivo de los suyos con la inclusión de Nacho y Casemiro. Dos jugadores rápidos en cuanto a anticipación, hábiles para robar el balón y avivar más las llegadas a campo contrario. El míster Alcaraz también decidió dar entrada al ‘jefazo’ Fran Rico, ovacionado por su público ya que regresaba más de mil días después, en detrimento del fatigado Hassan Yebda. El ex del Real Madrid Castilla tenía la difícil tarea de rearmar el juego por el centro del campo en el Granada y aportar un plus de creación. No obstante, seguiría siendo el bando visitante el que llevaría la batuta del juego con más imaginación y coherencia, bifurcando la salida por las dos bandas y encontrando a un Cristiano Ronaldo insistente y especialmente motivado. Difícil ante la incomprensión, así se mostraba el juego de un Granada individual y apartado el sentido colectivo y el temple como mejor fuerza y capacidad.

El Granada lo intenta demasiado tarde

Empecinado en seguir presionando desde atrás y otorgar demasiado espacio y margen a un Real Madrid superior y temible cuando mueve el balón. Los granadinistas no se coordinaron ni se ofrecieron entre sí como el encuentro demandaba. Esporádico y poco intuitivo para leer el resto de movimientos de los compañeros y hacer daño a un Real Madrid acomodado por el medio y sosegado en demasía. El Granada perdió por primera vez esta temporada ante un equipo con más ambición y energía desde el primer minuto, aunque perdido en los últimos veinte minutos. Polémica incluida con un posible penalti a favor de los locales que no vio el colegiado a escasos minutis del final. Los nazaríes mejoraron al filo del final y lo intentaron de menos a más par susto de un rival que vio peligrar el encuentro pese a todo lo anterior. Los de Alcaraz no consiguieron sobreponerse ante un rival más compacto y compensado en todas las zonas del juego. Los de Ancelotti vuelven a vencer en el Nuevo Los Cármenes y siguen en la zona alta de la tabla clasificatoria.