Se presentaba el Granada CF en un San Mamés que vivió el pasado miércoles su debut en Champions League. El equipo de Caparrós que llegaba invicto tras una victoria y dos empates en Liga, mientras que el Athletic, lo hacía con una victoria y dos derrotas, y con el cansancio acumulado del partido disputado ante el Shaktar. Esto hizo que el once que presentó Valverde estuviera plagado de jugadores no habituales, tratando de dar descanso a los que jugaron entre semana.

Nerviosismo local en el comienzo

La primera parte dejó claro desde el primer momento lo que es el Granada CF este año. Seriedad táctica, despliegue físico y movilidad arriba de Success y Córdoba. La zaga bilbaína dio muestras de nerviosismo nada más empezar el partido, especialmente debido a la presión arriba del conjunto granadino, lo que hacía que el Athletic perdiera el balón con facilidad.

Córdoba fue un continuo peligro para la defensa del Athletic en el primer tiempo

Hasta el minuto 10’ no llegaría el primer disparo a puerta del encuentro. Un balón que llega a Rochina en la frontal del área, y que tras avanzar hacia la zona izquierda suelta el chut lejano, que saca abajo Iraizoz con una gran parada. Alrededor del cuarto de hora, el Athletic pareció tomar algo más el control en la medular del terreno de juego, abriendo bien el campo, especialmente con Iraola y Susaeta por la banda derecha, en la que Piti tuvo que emplearse a fondo para ayudar en defensa a Foulquier.

Foto: Ricardo Larreina | UGS Vision


No obstante, ese control del equipo bilbaíno fue un espejismo, y en el minuto 17’, Córdoba recibe el balón y tras romper a San José por la derecha, gana la línea de fondo, pero su pase atrás fue interceptado por la defensa rojiblanca. Esta misma jugada volvería a repetirse tan solo un par de minutos después, un gran pase de Rochina al desmarque de Córdoba volvió a dejar solo al colombiano dentro del área, pero no pudo ponerla bien atrás y solo consiguió forzar un nuevo córner.

Gran presión del Granada, que dio sus frutos

La presión del Granada continuaba siendo buena, y no dejaba respirar al Athletic en la primera zona de creación. Esto provocó que el primer disparo a puerta del equipo vasco no tuviera lugar hasta el minuto 30’, lo cual habla muy bien del trabajo defensivo del Granada. Fue a cargo de Susaeta, que desde la frontal soltó un disparo con su pierna derecha que atrapó Roberto sin mayor problema. La llegada más peligrosa del Athletic en esta primera parte tuvo lugar tras un centro de Balenziaga desde la izquierda, que remató Aduriz elevándose muy bien sobre la defensa, y ante el que el guardameta gallego del Granada tuvo que lucirse para evitar que acabara en la red de la portería granadinista.

En el minuto 40’, fruto de esa presión de los hombres de arriba del equipo andaluz, y debido a ese nerviosismo que mostraron los bilbaínos toda la primera mitad, Iturraspe tardó en tocar un balón cuando era el último hombre de su equipo, y Córdoba no desperdición la oportunidad para plantarse solo delante de Iraizoz y batir a este por bajo, poniendo el 0-1 en el marcador de San Mamés. Con este resultado se llegó al final del primer tiempo.

Tras el descanso, asedio del Atlethic

Tras la reanudación, Valverde dio entrada en el campo a Viguera en lugar de Unai López. El equipo local salió con otro aire en la segunda parte, y empezó a apretar con un juego mucho más vertical, yendo más al ataque, entrando bien por las bandas y colgando balones.

El Athletic tomó el mando en la segunda parte y mantuvo encerrado en su campo al Granada CF

Pese a todo, tuvo la ocasión de sentenciar el Granada en el minuto 52’ en una nueva jugada por la derecha de Córdoba, que como ya hiciera en la primera parte se internó dentro del área, poniéndola atrás a Success que no pudo rematar gracias a la prodigiosa intervención de Iraola que llegó para despejar en el último momento. Tan solo un minuto después, y tras un córner botado por el Athletic, Success con una gran galopada sacó una magnífica contra con un pase perfecto para Foulquier, que completamente solo, no pudo superar una buena salida de un atento Iraizoz que desbarató la ocasión del Granada.

Mikel Rico cogió el timón

La entrada en el campo de Mikel Rico por Morán, le dio aún más control al Bilbao, que ya estaba completamente volcado en la portería del conjunto nazarí. Caparrós también movió entonces el banquillo, introduciendo en el campo a Silvestre, Juan Carlos y Javi Márquez en lugar de Rochina, Piti y Córdoba. Estos cambios, del minuto 62’ al 73’, le dieron algo más de frescura y consistencia defensiva al Granada, que se adaptó perfectamente al papel que tuvo que adoptar en esta segunda parte con el empuje del Athletic.

La seriedad atrás del Granada, factor clave

La defensa estuvo a un nivel altísimo, especialmente los centrales Babín y Murillo, y el centrocampista Héctor Yuste. En el último cuarto de hora del encuentro, el Athletic gozó de buenas ocasiones en las botas y la cabeza de Aduriz, Mikel Rico, Guillermo o Iturraspe, pero todas fueron bien desechas por la buena actuación de Roberto, y la ya mencionada seriedad defensiva del equipo de Caparrós.

Finalmente, el Granada consiguió resistir y aguantar el resultado de 0-1, llevándose así los tres puntos de un campo tan difícil como el de San Mamés, dejando además su portería a cero por segunda jornada consecutiva.