Sulayman Marreh se convirtió en el vigésimo tercer futbolista que emplea el técnico Joaquín Caparrós a lo largo de la temporada. Si en el primer partido del campeonato, frente al Deportivo de la Coruña, ya suplió la baja de Roberto con el macedonio Dimitrievski, y dio entrada al nigeriano Success Isaac en el partido contra el Elche, haciéndolo debutar con tan sólo 18 años, esta octava jornada de campeonato supuso el estreno del tercer hombre del filial desde la llegada de Caparrós, Sulayman.

El mediocentro nazarí comenzó nervioso e impreciso, y nunca llegó a encontrarse cómodo dentro del terreno de juego, lo que sumado a la tarjeta amarilla, lastró el debut del ’26’ nazarí. Cabe recordar que el año pasado ya se incluyó al gambiano en una convocatoria con el primer equipo, aunque no llegó a disputar ni un minuto, y que en los diferentes amistosos, tanto de pretemporada como el último en Jaén, ha sido un habitual, al igual que en los entrenamientos de esta temporada.

El joven pivote rojiblanco se mostró ansioso en todo momento por demostrar cuanto antes unas cualidades que hicieron las delicias a los aficionados de División de Honor Juvenil el curso pasado y que crean afición actualmente en el Grupo IV de Segunda División B. Por ejemplo, con en el entrenador del filial Joseba Aguado, que tiene muchas esperanzas en la carrera del pivote africano.

Así, el centrocampista rojiblanco cometió nada más empezar algunos fallos propios de la inexperiencia en Primera como una mano que sacó al ver que no podía controlar un balón o un taconazo que casi acaba en ocasión rayista. A partir de ahí, Sulayman fue creciendo y demostrando que su físico no es de este planeta. Y en el descanso fue reemplazado por Rubén Rochina. 

El tiempo dirá si esta joven promesa estará a la altura de las circunstancias y poder así entrar asiduamente en las convocatorias, y porqué no en el once titular.