Parece ser que la diosa Fortuna se ha olvidado del Granada Club de Fútbol en los últimos meses. La marcha del equipo en Liga es preocupante, donde suma dos meses sin ganar y tres sin ver puerta ni vencer en su feudo, Los Cármenes. A eso se han unido esta semana las lesiones. Primero fue Rubén Rochina, que sufrió una rotura muscular en el partido del pasado lunes ante el Almería y estará seis semanas de baja, y ahora se ha unido la de Riki, que se retiró ayer del entrenamiento y se le ha detectado una rotura fibrilar en el abductor mediano de la pierna derecha que le hará estar tres semanas inoperativo.

Un 2014 para olvidar

Si hablábamos del mal momento del equipo, la del delantero madrileño es peor aún. La mala suerte le acompaña desde que aterrizó en la ciudad nazarí y, especialmente, esta temporada. Tras una temporada en la que su rendimiento no fue el esperado y el físico tampoco le acompañó, el futuro del jugador de Aranjuez se adivinaba lejos de Granada para la presente campaña. El club le buscó salida en el mercado estival, pero esta no llegó a concretarse debido a la imposibilidad de otros equipos por hacerse cargo de su ficha y porque el mismo Riki desestimó otras ofertas. Alejado de los focos mediáticos y sumido en el ostracismo, el atacante no ha dejado de entrenar como uno más para poder entrar en los planes de Joaquín Caparrós. Hasta ahora, su participación se ha visto limitada a varios amistosos en los que ha podido marcar y ha intentado reivindicarse como pieza útil para la plantilla.

El infortunio le ha llegado en forma de lesión en lo que podía ser su momento clave en la temporada. La Copa del Rey está a la vuelta de la esquina y quizás ese era el escaparate perfecto para que Riki pudiera volver a sentirse importante. Además, la baja de Rochina le podía abrir las puertas a hombres que, hasta ahora, no han contado con minutos, como es su caso o el del sueco Daniel Larsson. En tiempos de sequía la afición se agarra a cualquier atisbo de novedad o esperanza y él podía ser uno de los estandartes de la revolución que los rojiblancos necesitan, especialmente en lo que a resultados se refiere. Este nuevo contratiempo le hará, probablemente, despedirse del año futbolístico 2014. Tras su recuperación llegará el mercado de fichajes invernal y, quien sabe, si en el mismo se pondrá punto y final a su vinculación con el Granada y Riki podrá ver un nuevo amanecer en su carrera futbolística. De momento, la oportunidad se le escapa en forma de rotura fibrilar.