El entrenador del Granada Club de Fútbol, Abel Resino, asegura que “la ansiedad en las fases del partido ha hecho que se nos juegue una mala pasada”, tras el empate a cero en el Estadio Nuevo Los Cármenes esta noche frente al Éibar. Además, añade que “las constantes interrupciones durante el encuentro” no les han dejado jugar.

Sobre el juego del equipo, Abel Resino, afirma que “no es que el equipo haya jugado con menos intensidad. Ellos tenían la prioridad de defender y nosotros lo hemos intentado. La ansiedad nos ha llevado a hacer jugadas arriesgadas y eso nos ha traicionado. Cuando tienes una necesidad de tener puntos, te precipitas”.

El entrenador rojiblanco afirma que “a los jugadores no se les puede pedir más” porque el partido de esta noche era un partido que “había que ganar”. Además, añade que sabe que “la situación es difícil pero hay que levantar la cabeza. Debemos seguir trabajando y creyendo por una afición que nos está dando ánimos. Mantener la cabeza fría es la única manera de salir de situaciones complicadas”.

Por último, el técnico ha hecho alusión al árbitro de esta noche: “No quiero decir nada, porque lo que diga ahora puede ser peligroso. Este partido había que haberlo prolongado por lo menos siete u ocho minutos más, porque es imposible que haya tantas interrupciones durante un partido de fútbol”.