El margen se estrecha y el tiempo se agota. Cinco vidas le restan al Granada Club de Fútbol para obrar un milagro que roza ya cotas inalcanzables para la lógica. Quizás sean menos y el desastre se consuma antes de hora pero, mientras tanto, ese es el margen de supervivencia que queda. Seis puntos son los que separan a los nazaríes de la salvación, que se elevan a siete si se tiene en cuenta el golaveraje perdido con el Almería y decantando por el general a favor del Eibar. Con 15 en juego, la empresa se empieza a vislumbrar como imposible.

Las cuentas que se hacían en la entidad granadina dejaron de cuadrar hace varias semanas. Para colmo de males, la derrota en Valencia, unida a los triunfos de Almería y Levante en la pasada jornada, han hecho descuadrar hasta las esperanzas. Las matemáticas en el esprint final son sencillas: conseguir un mínimo de cuatro triunfos en cinco jornadas y rezar. Esto quiere decir que el Granada debería doblar en un mes el número de victorias que figuran en su casillero hasta ahora. Toda una oda a la épica.

Aferrarse a lo que queda

La recta final: Espanyol, Córdoba y Atlético en casa; Getafe y Real Sociedad a domicilioEl único motivo de esperanza serio para los rojiblancos puede ser el calendario. El jueves reciben la visita del Espanyol, rival que se encuentra aún con opciones, aunque lejanas, de entrar en Europa la próxima campaña. Todo lo que no sea una victoria ante el cuadro perico supondrá el adiós definitivo a cualquier acto de fe. El domingo, festividad de la Cruz en Granada, toca visitar el Coliseum Alfonso Pérez para enfrentar al Getafe. Los de Pablo Franco se encuentran a siete puntos del descenso, bien posicionados para vivir unas últimas jornadas de paz.

La antepenúltima jornada deparará un derbi andaluz en la capital de la Alhambra que, probablemente, se vuelva a repetir el año que viene en una categoría inferior. Un desahuciado Córdoba llegará a Granada con poco más que la honra en juego, toda vez que su descenso se puede consumar esta semana. Una después, los de Abel Resino viajarán a Donostia para luchar contra una Real Sociedad que nada se jugará. Para terminar el drama o celebrar una gesta, el Atlético de Madrid se presentará como el juez definitivo de este tortuoso camino que emprendió el granadinismo en el mes de agosto. Aunque los hombres del Cholo Simeone no suelen bajar la intensidad, el hecho de que fueran terceros clasificados de manera matemática sería conveniente para los intereses andaluces.

Ganar los próximos cuatro encuentros es la única vía para creer que es posible seguir un año más en Primera. Además de ello, y si se hacen los deberes, el Granada deberá vigilar muy de cerca lo que hagan sus rivales directos y estar muy pendiente de los despachos, donde parece que los vecinos almerienses pueden tener problemas con los tres puntos que FIFA y RFEF quieren limpiar de su casillero.