Es época de cambios en el fútbol. Como cada verano, los equipos del deporte rey viven su entrada de año nuevo habitual, con los tradicionales propósitos de mejora y las medidas encaminadas al éxito. Estos cambios suelen ser mayores en los clubes más modestos, cuyos recursos económicos y aspiraciones deportivas no les permiten retener a futbolistas que estén llamados a cotas mayores. Curso tras curso se tienen que reinventar, hilar fino en el mercado y pescar los mejor posible al precio más asequible. En ese grupo podríamos encasillar al Granada Club de Fútbol.

Desde su ascenso a Primera, la afición nazarí ha visto pasar por el verde de Los Cármenes a numerosos jugadores defendiendo la zamarra rojiblanca. Es el sino de un equipo cuyo presupuesto es de los más bajos de Primera y cuyo modelo de gestión deportiva es el de consagrar jóvenes talentos para obtener jugosas rentas con sus ventas. Cuestionable o no, la apuesta ha surtido efecto hasta ahora. Dentro de la nueva revolución en la que se halla inmerso el Granada hay un punto que se había mostrado estable durante las últimas temporadas y que, sin embargo, sufrirá una profunda restructuración en esta ocasión: el bloque defensivo.

La portería, el centro de la defensa y el lateral derecho habían resistido impertérritos el paso del tiempo en las figuras de Roberto Fernández, Diego Mainz y Allan Nyom. De los tres, solo el central madrileño seguirá. El ‘gato’ de Chantada dejará de estar bajo los palos de la portería nazarí tras cinco años para el recuerdo. El guardameta pacense se hizo leyenda en su primer curso en Granada con su decisiva actuación en la fase de ascenso a Primera y su amor con la grada permaneció hasta el final. Su marcha ha traído consigo la llegada de otro Fernández, Andrés, que ya demostró en Osasuna sus sobradas cualidades y que pretenderá ganarse un hueco en el corazón de los granadinos, como ya consiguió su antecesor.

Incertidumbre en la zaga

Si bien la portería ha sido cubierta con agilidad, no ocurre lo mismo con el lateral derecho. Durante seis años, ese carril ha tenido un único dueño en Granada y no es otro que Nyom. El camerunés se ganó el puesto por su enorme físico y potencia y poco a poco ha ido puliendo sus defectos técnicos, llegando a convertirse en la temporada pasada en uno de los mejores rojiblancos. Sus deseos de nuevos retos le han llevado a Inglaterra, donde defenderá los colores del Watford. El enorme vació que deja no tiene ocupante aún y no será fácil encontrarlo. De momento sería Dimitri Foulquier el ocupante aunque el fichaje de otro hombre para esa demarcación se presenta como clave.

Al igual que ocurre en el lateral diestro, el cuadro de centrales tampoco está completo aún. Sobrevive Mainz, el jugador con mayor antigüedad en la plantilla, y Jean Babin. A ellos se ha unido Musavu-King, un joven central gabonés que hizo su debut en la primera división francesa la temporada pasada. La salida de Jeison Murillo al Inter de Milán es otra de las grandes pérdidas del Granada, pero el nivel adquirido por el central colombiano hacía prácticamente imposible su permanencia en la ciudad de la Alhambra.  Con esto, la incorporación de un cuarto zaguero se hace indispensable para el equilibrio del equipo.

El lateral izquierdo ha sido un puesto que no ha encontrado dueño fijo desde la marcha de Siqueira. Hace dos temporadas fue Bryan Angulo quien sustituyó al carioca con un rendimiento bastante aceptable. La temporada 14/15 trajo consigo una alternancia notable entre Juan Carlos, Emiliano Insúa, Luis Martins y otros parches sin que ninguno llegara al nivel esperado. Para lo que se viene, Sandoval cuenta, de momento, con Insúa, Martins y la llegada de Salva Ruiz, canterano valencianista que hará su estreno en Primera. Pelea abierta para un puesto que genera dudas.

En busca del escudero perfecto

Podríamos completar el análisis del muro defensivo con el pivote de la medular que haga las funciones de destrucción. Manuel Iturra ejercía esta tarea en los dos últimos años con entrega absoluta pero con limitaciones ofensivas. Por sorpresa, el chileno ha abandonado la disciplina nazarí camino del Udinese. Para sustituirlo ha llegado Rene Krhin, todocampista esloveno procedente del Inter. Sus buenas actuaciones en el Córdoba en el segundo tramo del curso pasado le han valido para volver a Andalucía y es de esperar que se convierta en una de las piezas más importantes para el esquema de Sandoval. A su buen hacer defensivo se le une su capacidad para crear juego, lo que le convierte en un centrocampista completo y equilibrado. Por el camino se han quedado también hombres como Mohammed Fatau, Héctor Yuste o Abdoul Sissoko, cuyo paso por el Granada no ha sido fructífero.

En resumen, la estructura defensiva del Granada sufrirá una profunda transformación en la campaña liguera que está por venir. Desde la portería hasta el centro del campo, Sandoval tendrá que engrasar una retaguardia con muchas caras nuevas y a la que aún le quedan importantes incorporaciones que realizar para crear un blindaje fiable. Su apuesta futbolística se antoja más ofensiva que la de sus predecesores en el banquillo granadino, lo que requiere de un cuadro que sea fuerte defensivamente y pueda replegar posiciones con agilidad. En la pasada temporada, el club nazarí fue uno de los más goleados de Primera, algo que el técnico de Humanes intentará solucionar durante el quinto año rojiblanco en la élite.

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Sobre el autor
Jose Rafael Sánchez
Licenciado en ADE en Granada y aficionado al periodismo. Colaboro con Granada CF- Vavel