Nos referimos a mérito cuando hablamos del derecho a recibir reconocimiento por algo que uno ha hecho, o al valor o importancia que tiene una cosa o persona. Sobre el verde del Coliseum Alfonso Pérez se pudo ver un ejercicio de merecimientos por parte de locales y visitantes, algunos positivos y otros negativos, pero muchos destacables.

Hizo méritos el Granada para llevarse los tres puntos de Getafe aunque también los hizo para sufrir. Consciente de su mal arranque, los hombres de Sandoval salieron con la premisa de hacer propósito de enmienda y corregir los errores cometidos ante el Eibar. Lo hicieron desde el principio, sin esperar a que el partido estuviera cuesta arriba. Dominaron el juego durante los primeros 45 minutos, sin pasar apuros atrás, creando peligro y perforando en dos ocasiones la meta defendida por Guaita. Este es el Granada que se espera y por el que la afición nazarí suspira.

Buena parte de culpa del cambio la tuvieron los nuevos en el once inicial. Empezando por abajo, la defensa fue mucho más sólida que ante el Eibar. Debutaba David Lombán en competición oficial con la elástica rojiblanca y su pareja con Babin fue solvente.  Pasando desapercibido, el central dio estabilidad a la zaga y tranquilidad a su equipo. Así debe ser un defensor. En la derecha, Miguel Lopes completó una actuación más que notable. Cortó la autopista que Dimitri Foulquier abrió en la primera jornada  y actuó con inteligencia en todo momento. El portugués plasmó perfectamente la definición de mérito para ganarse el puesto. En la otra banda se estrenó Biraghi, recién llegado. Pronto para juzgar al italiano pero cierto es que sufrió menos que Salva Ruiz en su primera actuación.

Acierto de Sandoval fue el trivote que plantó en la medular. La pareja Rubén Pérez-Javi Márquez se vio muy superada ante el Eibar y la entrada de René Krhin cambió las tornas en el sur de Madrid. Entre los tres consiguieron adueñarse del centro del campo, hacer jugar al equipo y que el mismo estuviera más agrupado. Favorecieron a la transición defensa-ataque, evitando de esta manera los pelotazos de los que se abusaron en el encuentro anterior. Otros ya encontraron petróleo con la fórmula.

Arriba hay un hombre, mitad humano y mitad pantera, que no para de crecer. Se llama Isaac Success y tiene pinta de que su progresión futbolística va a llevarlo hasta donde él quiera. La defensa azulona sufrió durante toda la primera parte su continuo peligro. Como si de un imán se tratara, atraía a los hombres rivales cada vez que tenía el balón, abriendo huecos para sus compañeros. Para rematar su faena culminó una galopada con el segundo tanto granadinista, previo error de Guaita pero con una gran jugada. Ya hizo méritos para convertirse en la revelación de este equipo y ahora los hace para ser titular.

Seguir creciendo

A pesar de la victoria, todo lo que se vio en Getafe no fue positivo para el Granada. Tras una gran primera mitad, los rojiblancos sufrieron bastante para retener el triunfo en la segunda. Cierto es que los locales tenían obligación de volcarse sobre la portería de Andrés Fernández y también es cierto que no crearon excesivo peligro hasta los minutos finales, pero esa pérdida de control sobre el juego puso en peligro algo que se había cimentado bien durante el tramo inicial. Quizás Khrin tenga razón en lo que dijo tras el partido: “en Primera hay que sufrir para ganar cualquier partido”. La eterna lucha se presenta apasionante un año más.

Tras la semana de descanso llegará el Villarreal a Los Cármenes. De la versión que veamos del Granada puede depender mucho el resultado, pero el equipo lavó su imagen en solo seis días y ya sabemos que está preparado para competir y vencer. Equipo hay y propuesta futbolística también. Que a base de méritos vayan rodando las cosas.