Partido de infarto el vivido en el Nuevo Los Cármenes entre el Granada CF y la Unión Deportiva Las Palmas. Pocos espectadores rojiblancos se iban a imaginar que a los diez minutos su equipo estaría perdiendo por dos goles de ventaja y al finalizar el partido tendrían tres puntos en el casillero. Con el empuje de la afición, los rojiblancos han conseguido una victoria que aunque no signifique todavía nada pero les permite encarar las dos últimas jornadas fuera del descenso. Tres puntos que vale una vida extra más.

Inicio nefasto

El partido no pudo empezar peor para los de José González pese a un espectacular tifo desplegado por parte de la grada de animación donde se podía leer "Ellos lo dieron todo, nos toca", refiriéndose a antiguos jugadores del Granada CF. A los dos minutos Jonathan Viera, tras una jugada muy rápida al contraataque del conjunto visitante, pondría el balón en la escuadra de Andrés Fernández sin que éste se moviera lo más mínimo para evitarlo.  

[Foto Antonio L. Juárez]

Quiso levantarse tras este gol el conjunto nazarí pero recibió un golpe todavía más doloroso. A los 11 minutos, la combinación Roque Mesa-Jonathan Viera acabó con gol de este último, de nuevo, enmudeciendo Los Cármenes y destapando las carencias de la defensa rojiblanca, que no había conseguido despertarse del coma profundo con el que habían ingresado en el terreno de juego. 

Reacción al instante

Rochina, cogió el timón, y dos minutos después de que el Granada encajara el segundo tanto, se armó de valor y en un acto de rebeldía se adentró en el área, buscando un perfil bueno para el tiro y soltó un disparo cruzado sobre la meta de Lizoain que hacía recortar distancias en el marcador. Estaba pasando en Los Cármenes algo que pocas veces se había visto. Tres goles en apenas quince minutos. Las 21.000 almas al borde del infarto. El ritmo del partido no bajó y el conjunto de Quique Setién dominaba el mismo, con un fútbol vistoso y alegre, llegando con mucho peligro cada vez que encaraban el área granadinista. 

[Foto Antonio L. Juárez]

Sergio Araujo pudo hacer el tercero para Las Palmas si el larguero no se hubiera puesto en su camino. Y como el fútbol es tan caprichoso, en la jugada siguiente, mediante un saque de esquina, El-Arabi empataría el partido rematando de cabeza. El marroquí hace historia puesto que se convierte en el marroquí con más goles en la historia de la Liga BBVA. Un gol que valió su peso en oro y que ayudó a su equipo a equilibrar de nuevo la balanza, y a fin de cuentas, a relajar en cierta medida los ánimos de la afición local. Se llegó al descanso con el empate a dos en una primera mitad de locos, que nadie se habría imaginado.

La grada ayudó a la remontada

En la segunda mitad, el Granada tenía la obligación de evitar caer en los errores defensivos del primer acto y buscar ese gol de la remontada. Pero no lo iban a tener tan fácil porque de nuevo, el conjunto amarillo volvería a poner en evidencia a la zaga rojiblanca. Andrés Fernández, esta vez sí, con una magnífica mano evitó que Araujo marcara de vaselina cuando se plantó mano a mano con el arquero. González movía el banquillo y daba entrada a Barral en sustitución de Peñaranda, cuya estrella se ha ido apagando poco a poco conforme han ido pasando las jornadas.

Los locales estuvieron listos en aprovechar las jugadas a balón parado puesto que ganaban en centímetros a los jugadores de Las Palmas y de nuevo, mediante un saque de esquina, llegó el tercer tanto del Granada y la posterior remontada. Ricardo Costa remataba con la testa o mejor dicho, con el corazón rojiblanco de los allí presentes, y pondría el 3-2 en el electrónico. A raíz del tercer gol, la intensidad y el ritmo del encuentro fueron bajando, aunque los rojiblancos tuvieron que luchar con uñas y dientes para conseguir la victoria. 

[Foto Antonio L. Juárez]

Finalmente, y a pesar de que los de Setién acabarían el partido en área rojiblanca, el Granada venció por la minina después de unos noventa minutos heróicos y de lucha, como la historia nazarí. La remontada sirve, al menos, para conseguir una vida extra, sumar una nueva jornada fuera de los puestos de descenso y seguir soñando con que la permanencia es posible. Los rojiblancos tiraron de fé y espíritu, pero deberán repetirlo en el Sánchez Pizjúan la próxima semana. 

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Sobre el autor
Alejandro López
Espíritu competitivo. Lo dificil se hace, lo imposible se intenta. Me puedes leer en @Alemania_Vavel y @GranadaCF_VAVEL. Hay gente que dice que el fútbol no tiene nada que ver con la vida. No sé cuánto saben de la vida, pero de fútbol, poco.