Un triplete de Suárez le sirvió al Barça para cantar el alirón en Los Cármenes. Los azulgranas se hicieron con la Liga en una jornada que tuvo poca emoción. Tanto los catalanes como el Madrid encarrilaron sus partidos en la primera mitad y esperaron en la segunda. El telón del fútbol baja en Granada hasta agosto.

La semana quedaba atrás. Esa en la que el Granada fue más protagonista que nunca en los medios. Los maletines, las primas y las sospechas ya estaban convertidas en brumas del pasado. Llegaba la hora y media de la verdad. Esa en la que un gigante blanco dependía de un humilde rojiblanco. Esa en la que el Granada era juez de la Liga.

La afición granadina se expresó sobre la actualidad que rodea al club. (Foto: LFP)
La afición granadina se expresó sobre la actualidad que rodea al club. (Foto: LFP)

Demasiado Barça, demasiado Suárez

El granadinismo rindió un más que merecido homenaje a Diego Mainz y el balón echó a rodar. El Barcelona empezó monopolizando la posesión. La zaga culé movía la pelota de forma pausada hasta encontrar espacios. La primera fue para los catalanes. Piqué remató de cabeza una salida de córner, pero Andrés la sacó bajo palos. Los azulgranas pidieron un gol fantasma que el colegiado no concedió. Casi al instante los transistores retumbaban desde Riazor. Cristiano marcaba el primero para el Madrid. En ese momento los de Chamartín eran campeones.

En Los Cármenes, el Barça seguía a lo suyo. Moviendo el esférico y buscando espacios. Messi y Neymar se aproximaron con peligro en un par de ocasiones. Los azulgranas insistieron hasta que tuvieron su premio. Jordi Alba, tras una pared de tiralíneas con Neymar, asistió Suárez para que el charrúa empujase a merced. Los aficionados culés estallaban de emoción en el Zaidín.

Suárez. El hombre del partido, el hombre de la Liga. (Foto: LFP)
Suárez. El hombre del partido, el hombre de la Liga. (Foto: Antonio L Juárez)

El partido siguió su curso natural. La alineación dispuesta por José González, con Lombán y Fran Rico en lugar de Biragui y Cuenca, servía para contener la superioridad rival como bien se podía. Pero poco más. La aplastante realidad se imponía en el césped. La radio volvía a sonar. Cristiano marcaba el segundo y mandaba a la madera otros dos balones. Suárez, por si acaso, volvía a aparecer. Mascherano dibujó una diagonal perfecta para que Alves, en la línea de fondo, asistiera al uruguayo. Suárez se anticipó a todos y desde el primer palo cabeceó a la red.

El descansó llegó. La batalla por la Liga parecía ya finalizada. Mucho tenía que cambiar la película para que el Barcelona no fuese campeón.

Otra vez Suárez

José González movió el banquillo para dar entrada a Cuenca en detrimento de  Rochina. La reanudación fue más equilibrada. En una gran contra, Fran Rico se plantó frente a Ter Stegen, que repelió con destreza su remate. Babin lo intentó tímidamente de cabeza. El Barça también las tuvo en botas de Messi y Neymar.

Fran Rico pudo acortar distancias en el comienzo de la segunda. (Foto: LFP)
Foto: Antonio L juárez

El partido entró en un estado casi somnoliento. El Granada pasó a dominar por momentos pero sin mayor peligro. Solo un gol nazarí podía ponerle emoción al encuentro. Pero parecía improbable. Los culés descontaban los minutos para ser campeones. En una contra hicieron el tercero. Neymar, que partía desde posición dudosa, se quedó solo frente a Andrés, pero prefirió dejar el gol a Suárez. El uruguayo cerró un triplete que le permitió llegar a los 40 goles en Liga.

En los últimos minutos el banquillo del Barça ya era una fiesta. En el verde la madera evitó el primer gol de Barral como futbolista rojiblanco. Pero poco más. El árbitro pitó el final y los azulgranas se fundieron en un gran abrazo para celebrar su coronación. Solo la posterior invasión de campo aguó la fiesta a los catalanes.

El público invadió el campo al finalizar el encuentro. (Foto: LFP)
El público invadió el campo al finalizar el encuentro. (Foto: Antonio L Juárez)

Los que querían, que al igual que Boabdil, el Barcelona se fuera con las orejas gachas de Granada, se quedaron con las ganas. Los azulgranas conquistaron el reino nazarí para lograr su 24º título liguero. Los granadinos pusieron broche final a un temporda, donde nuevamente se hicieron con su campeonato particular. El verano promete ser movido a orillas de La Alhambra. El año que viene más.