Después de diez años en Segunda B, la primera temporada del Leganés en Segunda rozó el diez. Sólo dos jornadas en descenso, en la jornada dos y catorce, vislumbran que la temporada pepinera fue un éxito, porque el objetivo no era otro que lograr la permanencia.

La televisión en directo volvía a Butarque para abrir una nueva temporada en la categoría de plata. El estreno dejó un sabor agridulce, pues acabó en empate lo que pudo ser una victoria más que posible contra el Alavés. Dos jornadas después, y tras perder fuera de casa contra el Llagostera, llegó la primera victoria: remontada ante el Mallorca en Butarque con hattrick de Borja Lázaro para volver a saborear un triunfo en Segunda.

Entretanto, la Copa del Rey se asomó en forma de tanda penaltis contra el Numancia, después de que el partido concluyera en empate a uno en el feudo pepinero. Los de Anquela lograron pasar, y el Leganés volvió a quedar eliminado como ya lo hiciera la temporada anterior contra el Racing de Santander.

En Liga, las jornadas pasaban y fuera de casa las sensaciones no eran buenas. El equipo no conseguía mostrar la fuerza que, por el contrario, en Butarque desplegaba. En casa los pepineros parecían invencibles.

Lleno histórico en Butarque

El Leganés logró vencer al campeón de Liga, el Real Betis, tanto en la ida como en la vuelta

La tarde del 19 de octubre de 2014 pasará a la historia del club, por ser el día en el que Butarque colgó el cartel de 'no hay billetes'. Llenazo para recibir al Betis, con 8.138 personas abarrotando las gradas, y rememorando el ambiente de los viejos partidos en el Rodríguez de Miguel. Pero eso no fue todo, porque el Leganés se puso en el mapa logrando la victoria en el último suspiro. 'Velascazo' para la historia, con la que todo un recién descendido de Primera caía en Butarque con todas las de la ley.

Más adelante, también caería en Butarque el Valladolid, aunque la atención se seguía centrando en los malos resultados fuera. El equipo sobrevivía gracias al buen hacer en casa, pero no conseguía ganar lejos de ella. Para colmo, en Las Palmas el 'Lega' sufrió el cuarto gol encajado en el último minuto, después de sufrirlo ya en Gijón, en Butarque contra el Girona, y en Miranda. Una ‘maldición’, la del último minuto y la de fuera de casa, que estaba restando demasiados puntos a un 'Lega' que competía bien ante cualquiera. Fue en la jornada 17, cuando al fin, la mala racha se rompió en Sabadell. El equipo logró la primera victoria a domicilio, para después cerrar el año en Butarque venciendo a otro histórico: el Recreativo de Huelva. Dos victorias consecutivas para dar un giro a la situación y terminar el año en undécima posición, siendo el mejor de los cuatro recién ascendidos.

Salto de calidad en el mercado de invierno

El buen hacer del Leganés en Liga no pasó desapercibido. La buena temporada que se venía marcando el equipo de Asier Garitano dejaba buenas sensaciones a propios y a extraños. El Leganés se ofreció con los brazos abiertos para albergar grandes jugadores sin desembolsar ni un euro: cesiones. El veterano lateral derecho Marc Betrán llegó cedido por parte del Recreativo de Huelva, donde no había podido jugar en la primera vuelta. Erik Morán, un león que no estaba rugiendo en el Athletic por falta de minuto decidió bajar a Madrid para volver a disfrutar del fútbol junto con sus amigos Serantes, Eraso y Eizmendi. El Sevilla cedió a Bryan Rabello, el internacional chileno que quizá fue quien menos rendimiento aportó al equipo, a pesar de su incuestionable calidad. Y el diamante en bruto que desde la otra parte de Sevilla, la bética, hicieron llegar a Leganés como si de un desperdicio se tratara, se pulió solo a base de goles. Manuel Jesús Vázquez Florido, alias Chuli. Once goles logró el onubense para volver a poner su nombre en alza y convertirse en nuevo ídolo pepinero.

Doce de doce

Después de empezar el año perdiendo en Pamplona, se ganó al Barcelona B en Butarque, para posteriormente perder los dos partidos que consecutivamente se jugaban fuera. Doble 2-0 para perder en La Romareda contra el Zaragoza y en Mendizorroza contra el Alavés. Fuera seguían las malas sensaciones.

No obstante, las nuevas incorporaciones empezaron a carburar, y se notó en los siguientes cuatro partidos: cuatro victorias consecutivas para encadenar la mejor racha de la temporada, y acercar al equipo al playoff de ascenso. 2-0 contra Llagostera, 0-2 en Mallorca, otro 2-0 al Lugo en Butarque, y un 1-2 in extremis en Santander. Doce puntos de doce que impulsaron al equipo definitivamente para quedarse desde entonces, hasta el final, en la mitad de tabla.

Un colchón que además sirvió para que las tres jornadas siguientes contra Alcorcón, Tenerife y Sporting, partidos que acabaron en derrota, no pasaran factura en la clasificación.

La conquista del Villamarín

Después de tres derrotas seguidas, se vislumbraba la más que probable cuarta seguida. No importaba, pues jugar en el Villamarín contra el líder ya era un premio tanto para el equipo como para la afición. Ingenuos. En el minuto 47’, el Leganés ganaba 0-3 al Real Betis con un jugador menos.

Todo se explica con un maravilloso gol de Eraso en el minuto 22’, un remate certero de Marc Bertrán tras un córner instantes antes del descanso, y un gol de Postigo ante una relajada defensa bética al inicio de la segunda parte. Los pepineros allí presentes se frotaban los ojos, y las manos, en vistas de que los tres puntos se iban a ir para Madrid. Jorge Molina maquilló el resultado con un gol al final del partido, para dejar un 1-3 inolvidable para los blanquiazules, en un mal día para los de Pepe Mel.

La permanencia se empezaba a tocar con la yema de los dedos, y el objetivo de los 50 puntos comenzaba a ser el comentario habitual en la boca de la plantilla y de Asier Garitano. Alcanzada esa cifra, se empezaría hablar de cotas mayores.

Luchando por los playoffs

Cinco puntos llegaron tras empatar contra Numancia y Ponferradina, y ganar al Albacete. El Leganés vacilaba con los playoffs, y no se despegaba de la lucha por una sexta plaza muy solicitada. Los de Asier Garitano no solo estaban cerca de conseguir matemáticamente la permanencia, sino que se permitían el lujo de pelear por los playoffs. Impensable meses atrás.

Sergio Prendes consiguió contra Las Palmas el gol 500 del CD Leganés en Segunda

Pero la derrota por la mínima ante Girona en Montilivi, el empate contra Mirandés y la derrota contra Valladolid rebajaron ligeramente esas aspiraciones. El equipo estaba a tres puntos de esos cincuenta puntos, y era lo que tocaba conseguir contra Las Palmas en Butarque, el último grande en pisar el feudo pepinero en lo que quedaba de temporada. Los blanquiazules le endosaron un 2-1 a los de Paco Herrera, y los 50 puntos eran una realidad. El objetivo se había conseguido. A falta de la confirmación matemática, el Leganés era virtualmente de Segunda un año más.

Cinco finales por los playoffs

Con la permanencia bajo el brazo, el discurso tornó, y las miras se pusieron oficialmente en esa sexta plaza. El club se volcó para conseguirlo, pero en la primera final de todas el equipo sufrió un batacazo psicológico más que deportivo. Empate contra el colista Sabadell en casa, en el que parecía el partido más asequible de los cinco, y el sueño se disolvió. Sin embargo, el resto de rivales tampoco sumó, y las posibilidades continuaron intactas.

El equipo sin embargo no respondió en Huelva, donde perdió por 1-0 contra otro equipo en descenso. Las probabilidades de conseguir ese sexto lugar se habían reducido considerablemente, pero matemáticamente era posible. La plantilla se fijó el partido contra Osasuna como la última oportunidad. Y fue la última porque el Leganés tampoco sumó de tres.

Sin matrícula de honor

Sin playoffs ya por los que luchar, el equipo quiso terminar la temporada con buena imagen en los dos partidos que restaban. Lo consiguió logrando la mayor victoria de la temporada contra el Barça B: 2-5 en el Miniestadi con un hattrick de Javier Eraso, quien se despedía a lo grande de estos dos años de blanquiazul, pues su destino para el próximo año es rojiblanco, como todo camino del cachorro convertido en león.

La temporada se cerró en casa contra el Zaragoza, quien finalmente consiguió esa sexta plaza tan codiciada. El Leganés no lo puso fácil, pero el empate (2-2) le sirvió a los maños para confirmar esa sexta plaza y entrar en los playoffs. Y visto lo visto, uno se pregunta qué hubiera ocurrido si esa sexta plaza hubiera sido pepinera…

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Sobre el autor
Jaime Del Campo
Madrid. Comunicación Audiovisual y amante del Periodismo. Editor, coordinador y redactor en la sección del Rayo Vallecano y del CD Leganés. Fotógrafo para la sección del Atlético de Madrid. | E-mail: [email protected] | Mis licuaditos de VAVEL, aquí: http://www.flickr.com/photos/vavel/sets/72157632021081851/