Un escenario único. Dos equipos luchando por ascender de categoría. Antepenúltima jornada de la Liga Adelante. Muchos eran los alicientes que hacían del enfrentamiento entre Real Oviedo y CD Leganés un partido digno de ver. Por ello, fueron muchos los pepineros los que acudieron a la ciudad asturiana para alentar a los suyos en su impetú de obtener la victoria y así alejar la mala racha que les venía asolando. 

Los pupilos de Asier Garitano tiraron de garra y orgullo para neutralizar al equipo de David Generelo, a pesar de ello el marcador del Carlos Tartiere tan solo señaló un corto 0-1 a su favor. Gabriel fue el encargado de hacer que los tres puntos se marcharan al casillero de la tropa madrileña, merced de un balón suelto que el mediapunta supo aprovechar cuando parecía que no había peligro. 

Demasiado perdón

Eran varias jornadas las que habían pasado desde que el CD Leganés no se hacia con la victoria, lo que había desembocado en la pérdida de la primera posición de la clasificación que los pepineros habían intentado salvaguardar con ahínco. No obstante, el combinado blanquiazul quiere ascender de categoría y lo quiere hacer por la vía rápida, por lo que saltó al césped del Carlos Tartiere con ganas de comerse el mundo. 

Pocos minutos segundos habían pasado desde que comenzase a rodar el balón cuando Insua ya se hizo con un buen balón que, desde fuera del área, mandó fuera. El Real Oviedo respondió con un remate de Susaeta que voló por encima de la portería de Serantes. Con un inicio de partido intenso, tanto madrileños como asturianos buscaban hacerse con el dominio del cuero. Sin embargo, el 'Lega' empezaba a crecerse por momentos, empequeñeciendo poco a poco al equipo local. Así, Albizua y Gabriel intentaban perforar la portería custodiada por Miño. Fue, precisamente el mediapunta blanquiazul el que  tuvo la ocasión más clara de la primera mitad con un trallazo que parecía colarse en las redes, pero que se acabó estampando en el larguero cuando ya el estadio enmudecía. 

Mantovani conduce un balón | Foto: Jesús Troyano (VAVEL).
Mantovani conduce un balón | Foto: Jesús Troyano (VAVEL).

El Leganés se metía cada vez más en el partido. Así, Mantovani probó su puntería con un remate que se fue rozando el palo. Ante un gol en contra que parecía que sería inmediato, el Real Oviedo lo intentó con un disparo lejano de Toché que se marchó por línea de fondo. Al ver que no se hacían con el dominio del cuero, el equipo local quiso tantear a los madrileños a la contra, pero se topó con un atento Serantes. Con el paso de los minutos, tocaba y tocaba el Leganés, aunque no llegaba el tanto que tanto buscaban. Así, al filo de la primera mitad, Gabriel volvió a perdonar una diana, haciendo que llegara el descanso con el mismo resultado con el que dio comienzo el partido. 

Gabriel obtuvo premio 

La segunda mitad arrancó con un Leganés conocedor que debía ganar, puesto que el Alavés también lo había hecho, por ello, Albizua hizo una buena cabalgada que acabó en disparo que se marchó fuera por muy poco. Los últimos 45 minutos parecían venir cargados de emociones fuertes, además los madrileños seguían sosteniendo muy bien al conjunto asturiano. Como todo esfuerzo tiene su recompensa, Gabriel fue el encargado de hacer el tanto que el Leganés tanto necesitaba. El '29' blanquiazul aprovechó un balón suelto procedente de una falta lanzada por Timor para adelantar a los suyos en el marcador, haciendo estallar a la grada pepinera. 

Serantes fue decisivo en el partido | Foto: Jesús Troyano (VAVEL).
Serantes fue decisivo en el partido | Foto: Jesús Troyano (VAVEL).

No obstante, minutos después de que los de Garitano comenzaran a mandar en el marcador, el colegiado señaló una pena máxima a favor de los locales. Susaeta fue el encargado de lanzar la pena máxima y Serantes, convertido una vez más en héroe del partido, no dudó en detener el cuero rechazando así firmar las tablas. Los casi 400 aficionado que habían viajado a apoyar al Leganés enloquecían, mientras que la parroquia local se enfadaba por momentos con los suyos. El Real Oviedo estaba cada vez más noqueado por un equipo que ha demostrado que nunca se rinde y que tiene el ascenso al alcance de la mano. 

Para intentar vivir el final del choque con tranquilidad, los pepineros querían hacer la segunda diana a su favor, por lo que el siempre decisivo Rubén Peña obligó a Miño a hacer una parada de mérito para evitar, lo que en Oviedo hubiera sido, una tragedia. Insua también se quiso sumar a la fiesta de ocasiones, pero no consiguió ver puerta, así como tampoco lo hizo Szymanowski que, tras plantarse, delante del guardameta del equipo asturiano, no dotó de demasiada potencia al balón, por lo que Miño atrapó sin dificultad. Tras mover ficha Generelo, su equipo continuó en la misma línea, aunque consiguió crear más peligro con jugadas a balón parado que no llegaron a buen puerto. Así, el partido fue muriendo por momentos y el Leganés logró clavar la bandera blanquiazul sobre el césped del Tartiere. Una nueva conquista pepinera se había producido. 

Szymanowski celebra la victoria dirigiéndose a la grada donde estaba la afición pepinera | Foto: Jesús Troyano (VAVEL).
Szymanowski celebra la victoria dirigiéndose a la grada donde estaba la afición pepinera | Foto: Jesús Troyano (VAVEL).