No se preveía una noche fácil para el equipo de Joaquín Caparrós. Los últimos resultados y el calendario obligaba a los valencianos a sacar algo positivo frente a los de Fran Escribá. Con sólo cinco puntos de ventaja sobre la zona de descenso, y teniendio enfrente a un rival directo magnificó el duelo. Uno los llamados partidos “de seis puntos”.

La contienda comenzó con mucho respeto por parte de los dos equipos. El Elche fue quien controló la posesión frente a un Levante que trató de salir con velocidad pero con poca precisión. Tras varios minutos con un juego excesivamente concentrado en el centro del campo, los azulgrana comenzaron a ganar presencia en territorio. El peligro, sin embargo, lo crearon los ilicitanos al contragolpe debido a los espacios que dejaban los de Caparrós. En una de estas acciones, Boakye realizó el primer disparo del partido tras una gran jugada personal de Coro por banda izquierda. El balón salió desviado.

A partir de entonces el Elche volvió a tomar el control del juego y Sapunaru abrió la lata en el minuto 25. Fue tras una falta lateral que el Levante defendió con extrema pasividad dando la oportunidad de que los ilicitanos generaran una segunda jugada de peligro.

El Zhar tuvo la réplica cinco minutos después. Una muy buena dejada de Baba la conectó el marroquí con un disparo que terminó en saque de esquina. Tras el córner, un envenenado centro de Nabil obligó a que Toño realizase una gran parada para evitar el empate. Fue un espejismo. El conjunto franjiverde volvió a erigirse en dominador del encuentro. Los granotas que siguierno esperando atrás perdieron a Baba en el minuto 34. El africano, que volvía tras una lesión, sintió una molestias que le impidieron continuar. David Barral entró en su lugar.

El 'Ciutat' se calma con el primer gol de Barral

Un nuevo error en defensa dejó sólo a Fidel frente a Navas dentro del área. La vaselina del atacante no encontró los tres palos. La pasividad de la zaga provocó los nervios de la parroquia local y desataron los silbidos de la grada. Unos nervios que logró calmar Barral haciendo el empate tres minutos después de su ingreso al partido. El andaluz cabeceó un gran centro haciéndo inútil la estirada de Toño.

Caparrós terminó con la inoperancia ofensiva por banda izquierda dando entrada a Rubén García. El Levante salió con otra actitud y logró encerrar al Elche en su propio campo. Nikos tuvo la primera ocasión de verdadero peligro. El griego bajó fantásticamente un balón en el segundo palo. Recortó a su par y disparó con la derecha un balón que tuvo que sacar bajo palos la zaga ilicitana. Karabelas tuvo la siguiente ocasión tras empotrar un balón en el esférico en el minuto 65. Sólo en el segundo palo y con todo el mundo esperando el centro, el lateral izquierdo se sacó un zurdazo que a punto estuvo de ser el 1-2.

Sin embargo quien estuvo a punto de adelantar a su equipo fue Boakye tres minutos más tarde. El franjiverde no creyó que le llegaría el balón en tan buenas condiciones como lo hizo. No pudo dirigirlo al fondo de las mallas con la portería totalmente descubierta.

Barral remata la faena

Tras la explosividad que le había imprimió Rubén en el inicio de la segunda mitad, al Levante se le fueron acabando las ideas hasta que volvió a aparecer Barral. El andaluz volvió a aparecer a diez minutos para el final cabeceando sólo y con potencia desde el punto de penalti. Ninguna opción para Toño.

A pesar del arreón final del Elche en los minutos finales del encuentro, el equipo del cap-i-casal aguantaron el resultado hasta que el pitido final de Fernández-Fernández precedió al estallido de rabia y felicidad con el que el Ciutat de València celebró la victoria.