Cuando se comenzaba a poner en entredicho la efectividad de los delanteros “granotas”, Barral ha respondido a esas dudas en la punta del ataque como mejor lo puede hacer un delantero: con goles. En liga ha anotado un total de cuatro goles en los últimos siete encuentros y de esos cuatro goles, tres han sido para ganar el partido; sus goles han valido seis puntos en estas últimas jornadas. Incluso anotó un doblete ante el Elche que sirvió para remontarles el partido a los ilicitanos.

Pero el gol más postrero y a priori el más importante ha sido el anotado contra el Rayo Vallecano. La eliminatoria llegaba igualada al Ciutat tras el empate sin goles logrado en el Estadio Municipal de Vallecas y tocaba romper la igualada en casa. Barral fue el encargado de inclinar la balanza de la eliminatoria a favor de los valencianos y con su gol al borde del descanso sellaba el billete a cuartos de final a su equipo. Además de la importancia a nivel de equipo de este gol, ha servido para que el de Cádiz escale en la tabla de máximos goleadores del equipo hasta la primera posición superando los cuatro goles de El Zhar.

Dicen los entendidos de este deporte que cuando un delantero comienza a marcar goles no puede parar, como dijo Van Nistelrooy: “Los goles son como el Kétchup: a veces no salen por mucho que lo intentes y luego vienen todos de golpe”, y parece que Barral ha abierto su bote de Kétchup para alegría de toda la afición levantinista.