Tras el empate en el choque liguero del pasado domingo en el que Levante y Barcelona, llegaba la Copa al Ciutat de València. De nuevo el mismo partido, pero rodeado de un aura distinta. Los levantinistas sabían que los deberes ya los habían hecho en liga y la eliminatoria se presentaba como un regalo para los aficionados “granotas”. Aficionados que se mostraron indignados en los prolegómenos del partido. Las palabras de Tebas, presidente de la LFP, en las redes sociales desprendían lo que los levantinistas interpretaron como una falta de respeto hacia los equipos pequeños. Así pues, el debate de si habría que alinear a canteranos o salir con los titulares lo resolvió Caparrós con una medida salomónica con un 11 inicial con una mezcla de jugadores destacados y algunos con menos minutos en sus piernas.

Para el FC Barcelona, el partido significaba la posibilidad de enmendar la imagen de impotencia desplegada en el encuentro liguero. Dejar la eliminatoria encarada fue la premisa con la que saltaron al verde del Ciutat de València.

La eliminatoria vivió, en sus primeros minutos, un comienzo similar al del partido liguero. Un Levante organizado y bien posicionado sobre el campo dificultó el juego barcelonista y creó peligro con un juego directo que dejó sólo a Xumetra frente a Pinto con escasos minutos transcurrido. Dos acercamientos más se sucedieron poco antes de que Pedro estrellase un balón a la madera en el minuto cinco de partido. Tras esta ocasión, los valencianos permanecieron atrás, juntando las líneas y esperando la oportunidad de conectar alguna contra peligrosa. La presión del Barcelona en el balcón del área local y las imprecisiones a la hora de sacar el balón jugado dificultaron enormemente la creación de ocasiones. Los visitantes, tranquilos, tomaron el control del partido e hicieron suya la posesión del balón.

El Zhar da esperanzas al Levante

El encuentro siguió desenvolviéndose sin peligro aparente pero con la sensación de que cualquier equipo podía abrir el marcador. El Barcelona, pese a no contar con jugadores de poderío aereo en ataque insistió en buscar las bandas y colgar desde allí, balones al área que jamás llegaron a concretar. Así se llegó a la media hora de partido cuando una falta lateral botada por Sérgio en busca de Vyntra dejó un rechace que El Zhar supo aprovechar para abrir el marcador y llevar el delirio a la grada del Ciutat.

La reacción al gol no se hizo esperar y el Barça se volcó sobre la meta de Javi Jiménez. Sin embargo, los hombres de arriba no estuvieron finos y el peligro esperado no hizo acto de presencia. El juego visitantes se fue diluyendo hasta que Hernández Hernández decretó el fin del primer tiempo. Los del Tata Martino lo volvieron a intentar en la reanudación. Los catalanes salieron a por todas conscientes de que la imagen ofrecida en el primer tiempo no les iba a ser suficiente para superar al Levante.

La fortuna se alía con el Barcelona

Ante la imposibilidad del club barcelonés el empate no pudo llegar sino en una acción de verdadera mala suerte para los jugadores de Caparrós. Corría el minuto 53 cuando Javi Jiménez logró despejar un disparo con problemas tras una buena subida por banda izquierda de Tello. El balón le calló a Vyntra que despejó como pudo. El esférico golpeó a Juanfran y se coló en la portería ante la mirada del resto de componentes de la zaga local. Tan sólo seis minutos más tarde Tello dió la vuelta al marcador con un disparo al que no llegó el meta local. Messi estuvo a punto de hacer el tercero, pero esta vez sí, Jiménez pudo desbaratar la ocasión.

La remontada sacó a los locales del partido. En a penas cinco minutos habían visto como todo el trabajo realizado en la primera parte se precipitaba por un acantilado en el que las esperanzas de lograr algo chocaron de bruces contra la realidad. Los jugadores locales parecían derrotados y el Barcelona tocó a placer durante el resto del encuentro, ampliando incluso su ventaja en el 80 con otro gol de Tello tras una jugada individual de Leo Messi. Pudo hacer el tercero en su cuenta particular en el 83, con un ajustado disparo que desvió Javi Jiménez con un fenomenal vuelo. Su tercer tanto de la noche lo logró pocos minutos después tras recibir una nueva asistencia que le dejó sólo frente al guardameta del Levante.