Derrota dulce la del Levante en una incómoda tarde en Riazor. El equipo granota, que volvió a la senda de la defensa de cinco centrales, se encontró en tierras gallegas a un eléctrico Deportivo de La Coruña que hizo de Riazor un fortín y que llevó en volandas a los suyos a la victoria.

Con más de 30000 espectadores abarrotando las gradas, muchos ojos no sólo estaban puestos en Riazor. También había mucha atención en el Sánchez Pizjuán, donde el Sevilla recibía a un necesitado Almería y en el Alfonso Pérez, el Getafe recibía la visita de un Eibar que ha pasado de ser el equipo revelación de la primera vuelta a entrar en todas las quinielas de los equipos candidatos al descenso.

20 minutos de duración

Y es que el equipo granota vuelve a ver como la zaga de tres centrales y dos carrileros sigue sin dar frutos en fuera de casa. Tras el rotundo fracaso en Anoeta (3-0), el equipo dirigido por Lucas Alcaraz volvió a demostrar sus carencias tanto en ataque como en labores defensivas. Sin apenas profundidad, tanto Toño como Iván López apenas tuvieron oportunidades para conectar con Morales y Víctor Casadesús. Mientras, el doble pivote local formado por Bergantiños y Borges no tenían dificultades para crear juego y conectar con los extremos.

Fotografía: LFP.es

Tales eran las facilidades del Deportivo, que hasta el propio Sidnei se animaba a subir y adentrarse en campo rival. La lesión de Manuel Pablo apenas hizo mella en la moral gallega, y Juan Domínguez, su sustituto, cumpliría con buena nota. Con tantas facilidades, el primer tanto era cuestión de tiempo, y tal como sucedería en Anoeta como e el Ciutat de Valencia contra el Atlético, el equipo volvió a fallar a balón parado.

Tras una falta sacada por Lucas Pérez, Lopo ganó en el salto a Vyntra y remató de cabeza con gran potencia y colocación, y pese a que Mariño llegó a tocar el esférico, no logró evitar el tanto del defensa local. Se quejaba el guardameta granota de que el sol le molestó, pero el gol ya campeaba en el marcador de Riazor y el Levante tendría que remar contracorriente.

Se llegó a la media hora de partido cuando empezaron a saltar las alarmas en el cuadro de Lucas Alcaraz. Thievy daba la campanada en Sevilla adelantando al Almería y, en Getafe, Hinestroza daba ventaja a los azulones. Las sensaciones seguían siendo negativas, y ya en la banda calentaban El Zhar y Rafael Martins. La única nota positiva la daba el Eibar empatando al borde del descanso por mediación de Borja Fernández.

Fotografía: LFP.es

Entraba El Zhar por un decepcionante Sissoko en el descanso, y con el franco-marroquí el equipo ganó algo más de consistencia y por banda derecha llegó a crear algo de peligro, pero Laure hizo del carril diestro un auténtico baluarte defensivo. Con un Casadesús desaparecido, Alcaraz abandonó la defensa de cinco y, al igual que en Anoeta, retiraría a Iván Ramis para que entrara en su lugar Camarasa.

Pese a la ineficacia en ataque (tan sólo cuatro disparos y sólo uno de ellos entre los tres palos), el optimismo llegó con la remontada de Iborra en Sevilla en menos de diez minutos y que ponía el 2-1 final. Mientras, el empate seguía campeando en el Coliseum y el marcador no se movería. Cabía destacar también la sorprendente victoria del Granada en Anoeta (0-3), que dejaba a los andaluces en una buena posición para salir del descenso. Todo ello hacía que los granotas tuvieran la permanencia certificada matemáticamente, por lo que no quisieron correr riesgos innecesarios.

El Deportivo, lejos de conformarse, buscó el segundo tanto con ahínco y lo encontró en las botas de Juanfran. El jugador madrileño se sacó de la chistera un espectacular tanto con la izquierda que tocaría en el poste antes de entrar, poniendo patas arribas Riazor.

Con el segundo tanto gallego, el equipo bajó definitivamente los brazos y apenas volvería a llegar a la portería defendida por Fabrício. Con el pitido final de González González, tocaba esperar al resto de resultados para que se confirmara lo que el aficionado granota esperaba. El Sevilla derrotaba al Almería y el Eibar no pasaba del empate en Getafe. La permanencia era ya un hecho.

Ahora, el cuadro dirigido por Lucas Alcaraz intentará despedir esta temporada de la mejor forma posible en el Ciutat de Valencia, donde el Elche visita el feudo de Orriols en una intrascendente última jornada, donde se espera que el técnico andaluz de minutos a los menos habituales.

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Sobre el autor
Nehemías Dorta
Periodismo en la ULL. Coordinador adjunto de las redacciones de la UD Las Palmas y Portugal. El fútbol portugués como gran pasión. Aprender haciendo lo que más quieres, eso no tiene precio. ¡Nos leemos!