Un Levante bien armado defensivamente consiguió anular a un ‘todopoderoso’ Barcelona durante la primera mitad, pero los primeros quince minutos de la segunda parte fueron fatídicos para el equipo visitante. El conjunto de Luis Enrique, plagado de suplentes, vio cómo el Levante hizo todo lo posible por mantener su portería a cero. Sin embargo, jugando contra jugadores con tanta calidad, cualquier despiste puede desbaratar el trabajo de toda una semana. El conjunto granota salió más flojo en la segunda mitad y el Barcelona lo aprovechó para golpear.

Un ordenado Levante para frenar al Barcelona

El Levante comenzó el partido bien colocado atrás, con el planteamiento característico de Lucas Alcaraz desde que llegó al conjunto granota, un 5-3-2. Los levantinistas se replegaron en su campo, muy juntitos y cerrando los espacios para hacer mejores coberturas y ayudas al compañero. Aguantaron atrás esperando su oportunidad para salir a la contra.

Los granotas protagonizaron una primera parte muy seria y trabajada, acumulando hombres en el borde del área, como si de un partido de balonmano se tratase. Dejaron las bandas a disposición del Barcelona porque estaban centrados en cubrir bien los espacios de las zonas de remate. De esta manera, los defensores jugaban en muy pocos metros, cerrando muy bien para no dejar huecos a los atacantes culés.

El primer aviso serio llegó en el minuto 35, cuando el Barcelona tuvo la ocasión más clara de la primera mitad. Rubén dejó un balón muerto dentro del área tras repeler un potente disparo de Messi. El rechace favoreció a Sandro, que mandó el balón fuera a pesar de estar solo y con la portería prácticamente vacía, ya que el guardameta del Levante todavía se encontraba tendido sobre el césped.

El partido se decidió en 15 minutos

No fue hasta la segunda parte cuando el Barcelona consiguió traspasar la barrera defensiva del Levante para inaugurar el marcador. Fue gracias a un centro de Messi al segundo palo, buscando la espalda de los centrales. Allí se encontraba Marc Bartra, que ocupó el hueco existente entre Trujillo e Iván López para aprovechar el malentendido entre los dos defensores del Levante. Le dio tiempo a controlar el esférico con el pecho y mandarlo al fondo de la red. Rubén Martínez se estiró para evitar el primer tanto blaugrana, pero no fue suficiente.

Foto: Mireia Carcole | VAVEL.

Unos minutos después, Dani Alves desbordó a Toño tras una finta y colgó el balón al área, provocando que Rubén Martínez fallara en su salida. En lugar de atrapar o despejar el balón, lo prolongó hacia el segundo palo, donde Iván López rechazó el remate de Neymar. Sin embargo, el cuero volvió a caer en los pies del brasileño y volvió a probar fortuna. En esta ocasión, la suerte estuvo de su parte y el balón entró en la portería tras pasar entre las piernas de Iván y Trujillo, impidiendo que el portero granota pudiera intervenir.

Pocos minutos después, Trujillo volvió a ser protagonista. En un nuevo ataque del Barcelona, zancadilleó a Neymar dentro del área cuando el brasileño no tenía opción de rematar a puerta. El colegiado no dudó ni un momento y señaló la pena máxima. Messi fue el encargado de transformar el penalti y anotó el tercer tanto del Barcelona tras engañar a Rubén.

El Levante siguió intentándolo

Una vez desbaratada la planificación de Lucas Alcaraz, el técnico granadino decidió mover ficha para tratar de puntuar en el Camp Nou. Su primera decisión fue retirar a Nabil Ghilas para dar entrada a Víctor Casadesús, ya que el delantero argelino se había desgastado mucho en la primera mitad. El recién incorporado aprovechó un fallo garrafal de Ter Stegen a la salida de un córner para recortar distancias en el marcador. El guardameta del Barcelona falló al intentar atrapar el balón y el delantero mallorquín aprovechó su primer contacto con el balón para mandar el balón al fondo de la red.

Esta jugada supuso un punto de inflexión en el partido. El Levante se vino arriba y empezó a apretar al Barcelona. Lucas Alcaraz propició este ímpetu con la entrada de Deyverson, que entró sustituyendo al Roger. A partir de ese momento, llegaron los mejores minutos del conjunto granota en el partido y, con ellos, sus mejores ocasiones. El equipo valenciano le discutió la posesión al todopoderoso Barcelona y la aprovechó para acechar la portería de Ter Stegen.

Vuelta a la dura realidad

Sin embargo, esta situación de superioridad no duró demasiados minutos. Feddal trató de cortar un pase en profundidad de Neymar pero se le escapó el control con el pecho y Messi recogió el balón y entró en el área levantinista. Deseando deshacer su error, Zouhair agarró a Messi cometiendo el segundo penalti de la noche. Por suerte para el conjunto granota, el jugador argentino mandó a las nubes la pena máxima.

Se inició así una racha de imprecisiones en la zaga levantinista. En su partido número 200 con la elástica granota, Juanfran intentó un recorte ante Rakitic en el borde del área y perdió el balón. El capitán del Levante presionó al croata cuando se disponía a marcar y provocó su caída. El Camp Nou y los propios jugadores pidieron penalti, pero el colegiado no consideró suficiente el contacto para señalar la pena máxima por tercera vez en el partido.

En el último minuto reglamentario Messi se redimió del penalti fallado. Recibió el balón tras un pase en tres cuartos del campo y arrancó con potencia hacia la portería levantinista. En el borde del área dirigió el balón hacia su pierna izquierda evitando la presión rival y batió por bajo a Rubén Martínez con un zurdazo raso desde la frontal para enmendar su fallo en la pena máxima.

El partido acabó con una goleada del Barcelona a pesar de la buena actuación del Levante. El conjunto de Lucas Alcaraz saldó su visita al Camp Nou con una derrota y volvió a Valencia sin haber podido puntuar. Sin embargo, se fue con las buenas sensaciones que dejaron sobre el césped ante un rival que coge el brazo cuando le dan la mano. Los granota dieron la cara pero no pudieron salir vivos ante un rival tan depredador.