Corría el minuto 39 del partido ante el Eibar cuando Juanfran sufrió una aparatosa lesión en su antebrazo derecho: “Nunca es agradable jugar por la desgracia de un compañero”, manifestaba tras el partido Rubén García, quién sustituyó al defensor granota, que cumplía su partido número 201 con la camiseta del Levante. La afición se acongojó tras ver a su capitán retirarse en camilla, temiéndose lo peor en una noche que se presentaba aciaga.

Pero Juanfran, con numerosas batallas sobre una espalda soldada con 39 años, más que en el dolor pensaba en si llegaría a tiempo para jugar el domingo en Getafe, como confesaba ante los micrófonos a la conclusión del partido, donde se le vio con el brazo inmovilizado.

El veterano zaguero no se ha ejercitado en la sesión matinal celebrada en el día de hoy en las instalaciones de la Ciudad Deportiva de Buñol. Tras ser sometido a un tratamiento de fisioterapia, se ha detectado un aplastamiento muscular y una contusión costal, que descartan definitivamente la temida fractura que le hubiese alejado de los terrenos de juego durante un tiempo indeterminado. El capitán queda a expensas de su evolución para saber si estará a disposición de Lucas Alcaraz para desplazarse a Getafe, hecho que parece difícil debido a la inmediatez de la cita.

Se localizan las primeras colas en la enfermería granota tras un inicio de liga sin demasiados contratiempos que lamentar. La dura semana con tres jornadas de liga ha dejado renqueante también a Verza, que sufre una lesión muscular en el recto anterior del cuádriceps de su pierna izquierda. El centrocampista, de los más entonados hasta ahora e indiscutible para Lucas Alcaraz, se someterá el viernes a las definitivas pruebas médicas que establezcan con exactitud el alcance de la lesión. Tampoco se ha ejercitado en la sesión de recuperación Rubén García, con molestias en el menisco de su pierna izquierda y pendiente también de una exploración que descarte algún percance físico de consideración.