El sábado Mestalla acogerá un duelo vital en el que tanto el Levante como el Valencia necesitan urgentemente sumar los tres puntos para revertir la dinámica negativa. Los dos equipos se encuentran en una situación adversa que les mantiene muy lejos de los objetivos que se han fijado para esta temporada. Ante este panorama, la ciudad del Turia se paralizará una vez más, centrando sus miradas en el derbi que se disputará en el feudo valencianista.

Los granotas necesitan salir a flote

El Levante afronta el partido con la moral por el suelo, ya que la pésima situación del equipo ha derivado en un deplorable estado de ánimo. El conjunto granota es colista, un hecho que ha propiciado que Lucas Alcaraz haya tenido que abandonar el banquillo levantinista antes de tiempo. El equipo no encuentra su estilo de juego y, cada partido que pasa, se complica más la lucha por la permanencia. El club es consciente de que a final de temporada se echan de menos los puntos perdidos en las primeras jornadas y quiere levantar el vuelo cuanto antes.

Los 19 goles encajados le convierten en el segundo equipo más goleado de la Liga BBVA, sólo por detrás del Espanyol. Una situación más que alarmante que hace que el levantinismo se encomiende a “Rubi”. El nuevo entrenador del Levante tiene en sus manos la oportunidad de aprovechar la ilusión generada tras empezar un nuevo proyecto para dar un golpe sobre la mesa en Mestalla. Un punto de inflexión que le puede permitir levantar la cabeza.

Un Valencia irreconocible

Por su parte, el Valencia llega al partido en la novena posición, muy lejos del objetivo marcado desde que se estrenó el ‘Lim Team’. El conjunto de Nuno se encuentra a seis puntos de la tan deseada cuarta plaza, esa que da acceso a la máxima competición europea de clubes. Tras varios años de espera, el Valencia ha vuelto a la Champions League y no está dispuesto a apearse de nuevo de la competición. El valencianismo echaba de menos las grandes citas europeas y está dispuesto a acabar con todo aquel que se interponga en su camino.

Ante este panorama, la situación del conjunto blanquinegro es complicada, aunque no irreversible. Por desgracia para el Valencia, los problemas en la clasificación no son los únicos. La imagen que está dando el equipo en este arranque liguero no tiene nada que ver con la que dio el año pasado y la afición de Mestalla se está empezando a cansar de ver a una plantilla irreconocible.

El objetivo más a tiro

Sin embargo, las apariencias engañan. A pesar de la nefasta situación del Levante, su escenario es más propicio para revertir la situación. El conjunto granota se encuentra empatado a puntos con sus acompañantes en la zona de descenso, Granada y Las Palmas, y está a tres puntos del Sporting, Málaga y Real Sociedad. Un hecho que puede considerarse como positivo, ya que el Levante ya se ha enfrentado al Real Madrid, Barcelona, Celta de Vigo, Villarreal y Sevilla.

El Valencia tiene mucho más lejos su objetivo, cinco equipos le separan de los puestos de Champions League. Para más inri, de los equipos de arriba de la clasificación sólo se ha enfrentado al Atlético de Madrid. El equipo de Nuno tiene un calendario más complicado para tratar de conseguir un objetivo al alcance de muy pocos, ya que el acceso a la Champions no permite muchos traspiés.

Estos problemas en la clasificación han provocado que en el derbi esté en juego algo más importante que los tres puntos, revertir las sensaciones. Un billete que les permita levantar el vuelo hacia la lucha por sus objetivos. Los dos equipos valencianos necesitan un impulso anímico que les permita volver a luchar con todas sus fuerzas por sus aspiraciones. Con este objetivo, el derbi de la ciudad de Valencia es una oportunidad clave.