Cada tic-tac del reloj estrujaba un poco más los cada vez más oxidados huesos del Levante. De nuevo se escapaban los puntos del Ciutat de València, tras otra primera parte (la undécima consecutiva) sin que los granotas consiguieran perforar la meta rival. El Deportivo custodiaba el preciado gol de Lucas Pérez mientras las ocasiones locales eran arrastradas por la marea. El Levante jugó mejor, tuvo más el balón (55%), disparo más entre palos (6-5) y fuera (4-2), sacó más córners (9-5), cayó más veces en fuera de juego (6-0) y hasta hizo más faltas (12-9). Precisamente en una de esas 9 faltas cometidas por los coruñeses llegó el merecido premio granota, que tuvo más valor simbólicamente que clasificatoriamente.

El cronómetro se paró en el minuto 53. Camarasa, tras ser convocado con la sub-21, quiso aprovechar sus nuevos galones para tomar la responsabilidad de ejecutar el disparo. No fue el mejor libre directo que ha visto tirar el Ciutat de Valéncia, pero sí uno de los más celebrados, puesto que suponía la vez 400 en primera división en que los aficionados entonaban un gol de su equipo.

De Ernesto Domínguez a Víctor Camarasa

El disparo entró por la única rendija visible en la distraída barrera coruñesa. Durante la trayectoria del balón a la red, sobrevoló sobre el estadio el aroma de aquel primer gol en la máxima categoría que marcó Ernesto Domínguez en Sarriá (1963-64) en un partido que como el de ayer, acabó en empate (4-4). Cuatro décadas después, tras una travesía en el barro de las categorías más desagradecidas, Alberto Rivera anotó el gol 100 del Levante en Primera División (2004-05) en un partido que los granotas perdieron ante el Villarreal (2-4). No hubo que esperar tantos años (2010-2011) para celebrar el gol número 200, obra del ecuatoriano Felipe Caicedo frente al Racing de Santander (el Levante ganó 3-1). No hace tanto (diciembre de 2012) Roger Martí firmaba ante el Celta de Vigo la diana 300 del equipo levantinista en la élite del fútbol español.

Con el recuerdo de esos goles, y de muchos otros que han agrandado la historia del equipo valenciano, el balón acabó perforando la red coruñesa para alivio de la afición colista de la Liga, que no hace más que encadenar disgustos. Víctor Camarasa entra en la historia del club al conseguir el brindis número 400 que el levantinismo espera que suponga el inicio hacia una permanencia que cada jornada se antoja más complicada. No es poca cosa, por mucho que un sólo jugador (Messi) alcanzara los 400 goles en Primera él sólo el pasado mes de Abril. El Levante sigue escribiendo su leyenda centenaria.