Para que las estrellas ofensivas puedan lucirse es necesario que otros jugadores peleen y luchen en la sombra, un stopper que se encargue de hacer el trabajo ‘sucio’. Un papel fundamental que cumplió a la perfección Simao en El Molinón. Además de llevar a cabo una lucha sin tregua en el centro del campo, supo reconocer cuáles eran las necesidades del equipo en cada momento, llegando a incrustarse entre los centrales para defender con mayor seguridad.

El partido en Gijón ha dejado entrever que Rubi ha encontrado la clave para realizar el dibujo táctico de su equipo. Un 4-1-4-1 en el que Simao Mate juega un papel fundamental para el Levante. El corpulento jugador mozambiqueño ocupa una posición determinante para cualquier equipo, aunque no es precisamente la labor más reconocida.

Sus condiciones físicas y su incombustible resistencia le han convertido en un mediocentro de contención de garantías. De hecho, a pesar de iniciar la temporada en el centro de la defensa llegó al Levante con la intención de ocupar esa posición. Sin embargo, Lucas Alcaraz le reconvirtió en central para poder llevar a cabo un 5-3-2 con el que pretendía reforzar la zona defensiva.

El pivote, una pieza clave

Desde su llegada, Rubi volvió a poner todas las cosas en su sitio, y Simao no fue una excepción. El técnico catalán adelantó la posición del jugador mozambiqueño para situarlo justo delante de la defensa, como pivote. El mediocentro defensivo cumple una labor fundamental para conseguir el equilibrio necesario entre la defensa y el ataque, un trabajo muy importante que se lleva a cabo en la sombra y que no recibe todo el reconocimiento que se merece.

La gran labor ofensiva de cada equipo tiene lugar gracias al pivote, quien se encarga de escoltar a los jugadores de ataque y protegerles la espalda. Un trabajo fundamental del que se encarga Simao Mate en el Levante. Un perro de presa que aporta mucha seguridad y que permite que los jugadores de arriba puedan atacar con la garantía de que tienen un guardaespaldas dispuesto a desbaratar cualquier contraataque.

Rubi ha dado con la tecla que permite que el Levante juegue bien al fútbol. El técnico catalán pretende desplegar un fútbol ofensivo que necesita la presencia de jugadores como Simao Mate para poder llevarse a cabo. El mozambiqueño ha vuelto a protagonizar una labor impecable que ha provocado que Verza vuelva a iniciar un partido desde el banquillo, y ya van tres. 

VAVEL Logo