Rubi empieza a tener un verdadero quebradero de cabeza con las tarjetas amarillas. Ayer lunes en el encuentro disputado por el Levante en Cornellá ante el Espanyol, el lateral izquierdo Toño García vio la cuarta amarilla del ciclo, por lo que si vuelve a ver otra le acarrearía un partido de suspensión. Esta situación no sería alarmante si se tratase de un solo jugador apercibido, pero es que la casualidad ha querido que hasta cuatro compañeros más de la plantilla se encuentren en la misma situación y podría condicionar las decisiones del entrenador catalán que podría perder a todos ellos en una misma jornada.

A esto hay que añadir que Toño ocupa posiciones defensivas, una demarcación que está viviendo horas bajas por las lesiones a las que ha tenido que hacer frente el club a lo largo de la temporada. En el caso de Iván Lopez y Trujillo, sus respectivas lesiones les han tenido alejados de los terrenos de juego prácticamente desde el inicio de la competición doméstica y ahora una posible sanción de otro de los hombres clave en la zaga podría poner en jaque un momento en el que el equipo necesita puntuar a toda a costa para no descolgarse de los puestos de salvación.

De esta manera, el equipo granota recibirá a un rival directo, el Granada, en su feudo la próxima jornada día 12 de diciembre a las 18:15 de la tarde con el miedo de saber que Rubi podría perder hasta cinco jugadores para la decimosexta jornada que disputará el Levante en San Mames frente al Athletic de Bilbao.

Los otros jugadores apercibidos en el Levante son el extremo Morales, el portero Rubén Martínez, el central y acompañante en la zaga de Toño, Zizou Feddal y el delantero brasileño Deyverson