Tras la derrota sufrida de esta pasado fin de semana muchos ya dan por muerto al Levante a pesar de que no se haya cumplido ni la mitad de la temporada. Además en apenas unos días se abre el mercado invernal donde el equipo azulgrana puede reforzarse para mantener la máxima categoría. Parecer ser que el “efecto Rubi” ha desaparecido, no ha conseguido dar con la clave, a pesar de la mejoría del juego, pero esta mejoría no se ha convertido en puntos, por lo que siguen en la parte baja de la clasificación.
El partido contra el Granada fue un palo duro para los jugadores, querían ganar en casa tras llevar más de dos meses sin hacerlo, pero sobre todo su principal objetivo era salir del farolillo rojo de la clasificación. Lo que más duele dentro del vestuario es la forma en la que se perdió, como reconoció Rubi: "Ha sido el peor partido en casa". con errores impropios de un equipo de Primera División. Estos errores se pueden achacar a un mal partido, pero lo que de verdad fue preocupante en ese partido fue el juego desplegado, se vio a los jugadores con una falta de ideas.
Y la verdad es que excepto en Gijón donde el partido se puso de cara desde el principio, pero esto una de las carencias del equipo la contundencia en ataque. Los delanteros no están teniendo su mejor temporada. De hecho los últimos seis goles anotados por el Levante cinco se han producido gracias a la estrategia, y el gran fichaje de la temporada Ghillas parece una estrella estrellada. Por si esto no fuera poco la defensa del Levante no está dando la talla por lo que se ha convertido en el equipo más goleado del campeonato.
Los jugadores por algunos momentos parecen desganados sobre todo cuando los partidos se ponen cuesta arriba, de momento han sido incapaces de remontar un partido. Y cuando hacen un esfuerzo extra para revertir el resultado lo acaban tirando por la borda. Todos esperan que la llegada de Cuero el fichaje más caro de la historia le dé un plus al equipo para que la etapa más gloriosa del equipo granota no acabe en esta temporada.